Heaven, Hell, Heather

Capítulo 18: Pintando traseros.

Capítulo 18

Pintando traseros.

Me escondo entre los sacos que están ubicados estratégicamente por todo el bosque. Me cercioro de que no haya nadie a la vista cuando me apoyo para sentarme y coger un poco de aire. Ahora mismo podrían grabarme y ponerme en un tráiler de cualquier película de acción, de esa clase donde escapas o bien de la policía o de la banda enemiga. Aquí estoy escapando de mi mejor amiga, cuatro porristas y dos idiotas del equipo de fútbol.

Jaden me reclamó por estar en un equipo lleno de chicas. Así es como usas a la gente para que la culpa caiga sobre sus hombros. Las chicas no se enojaron conmigo por ignorarlas, se enojaron con el por denigrarlas. Allí lo tienes, Jaden, psicología inversa.

Me encojo instantáneamente cuando escucho unos pasos cerca de mí, saco la cabeza levemente para ver quien está allí, preparo la pistola por si acaso. Pero no la necesito son solo Tammi y Diane, las chicas del equipo de atletismo. Me paro para caminar hacia ellas, y apenas escuchan el sonido me apuntan con sus pistolas.

—¡No disparen, soy yo! —pongo las manos en el alto.

Me siento como una jodida estrella de película de acción.

—Ah, hola Heather —dice Tammi aliviada.

—¿Qué hay de nuevo? ¿Sabes quienes han sido eliminados? —pregunto. En estos momentos quisiera que fuera como Los Juegos del Hambre, ya saben cuando suena el cañonazo y salen las fotos de todos los muertos.

Solo han pasado unos diez minutos del juego. —De nuestro equipo, nadie que yo sepa. Del equipo contrario, Tammi y yo le disparamos a dos porristas. Les dimos en las tetas.

Ellas se ríen e inconscientemente me llevo las manos hacia mi pecho. Auch. RIP TETAS. Ambas observan mi reacción, Diane se acerca a mí y dice:

—Las ventajas de ser plana.

Me rió con ellas y pregunto por Blake.

—No lo hemos visto para nada, persiguiendo a Frankie debe estar.

Pongo los ojos en blanco. —Ustedes que conocen más a Blake que yo, ¿en serio creen que le gust-?—no termino de hablar porque escucho unas pisadas, ellas las escuchan también.

Ahora estamos corriendo y alguien también corre detrás de nosotras.

—¡VAMOS, MUEVAN ESOS TRASEROS DAMITAS! —es el zopenco de Jaden.

Grito cuando una bala de pintura golpea un árbol que está en frente de Diane. Éste idiota no me va a dejar sin una de mis mejores corredoras —. ¡JÓDETE IDIOTA!

Si seguimos corriendo a espaldas de él no va a ser tan difícil para el dispararnos en un segundo. Debemos hacer algo.

—Hagamos esto —digo agitada, lo más bajo posible, mientras seguimos corriendo—, cuando yo cuente tres Tammi y tú giran hacia la derecha y yo me voy a la izquierda, si el chico es lo suficientemente inteligente correrá detrás de mí, si ya nos escuchan sus pasos mientras corren regresan hacia donde me fui y le disparan en la espalda. ¿Entendido?

—Sí —gritan ambas.

—¡UNO, DOS, TRES! —me apresuró a correr hacia la izquierda.

—Te tengo, Weiss —Jaden está varios metros detrás de mí, el cambio de dirección lo detuvo —. Hastings te reservó para él, pero quería ver lo divertido que sonaba perseguirte.

—¡DILE A COLE QUE SE PUDRA! ¡Y PÚDRETE TÚ TAMBIÉN! ¡NO ESTOY RESERVADA PARA NADIE!

Luego de correr unos varios metros y terminar sudada en el sentido no-película de acción, digo no porque en la película estuviera como una damisela corredora perfecta. Podría jurar que ahora me veo como si tuviera diarrea y hubiera evacuado mil litros, agrégale los cabellos pegados en mi rostro. Escucho un disparo detrás de mí cuando me escondo detrás de un árbol, un montón de maldiciones se escapan de mis labios pero cuando miro hacia atrás veo que solo son Tammi y Diane disparando hacia Jaden.