𝗪𝗢𝗥𝗧𝗛𝗬 | 𝗍𝗁𝗈𝗋 𝗈𝖽𝗂𝗇𝗌𝗈𝗇

006. 𝗈𝗇𝖾 𝗐𝖺𝗒 𝗈𝗋 𝖺𝗇𝗈𝗍𝗁𝖾𝗋

— CAPÍTULO —
SEIS

"de una manera u otra"

Thor llevaba bastante tiempo buscando hasta que por fin dio con su martillo. Se acerca y se inclina para recogerlo.

—¿Qué pasó entre tú y Loki?

Antes de que sus dedos tomaran el martillo, se detiene. Parece que mi pregunta era más seria de lo que pensé en un principio. Thor se vuelve hacia mí.

—Es complicado.

—Sólo lo es si así quieres verlo.

Thor ignora mis palabras.

—No podemos perder el tiempo, Loki va a empezar su plan. Hay que movernos.

La necedad de Thor me hizo apretar los labios para no gritarle. No creo que fuera muy respetuoso empezar a echar culpas cuando momentos atrás me había salvado la vida. Pero de todos modos no dejé que se saliera con la suya.

Estiro el brazo y lanzo la espada hasta que se clava en la tierra impidiendo que Thor tomara su martillo. Me tendría que escuchar de un modo u otro.

—Debo saber qué lo tiene tan enojado.

—¿Para qué? En cuanto acabe, me llevaré a Loki de vuelta a Asgard y jamás volverás a saber de nosotros. Esto no te afectará en nada.

Me acerco a él.

—Pues me afectó bastante cuando Loki decidió meterse con mi amiga. No hago esto sólo por gusto, lo hago por lealtad.

Thor se queda con una expresión curiosa. A veces tiendo a hablar demasiado y ya había captado la atención de un dios con mi parloteo.

—Hablas de la bruja. —asiento. —Entiendo que quieras ayudarla...

—No. No lo entiendes. No sabes nada de mí, así que jamás podrías llegar a entender mis motivos.

Le conté brevemente mi historia, al menos el inicio de lo que fue mi vida inmortal. El cómo hice ese pacto por la desesperación, haciendo especial énfasis en que le recé a los dioses sin recibir respuesta alguna. Thor baja la mirada en esa parte de la historia pareciendo arrepentido.

—¿Y cómo llegaste a ser amiga de esa bruja después del daño que te hizo?

Esa era una pregunta que veía en los ojos de todos los que conocían mi origen. No les cabía en la cabeza que fuera amiga de la que me hizo lo que soy. Tal vez a los ojos de los demás me había quebrado, pero yo no lo veía de esa manera. Amira me salvó, me hizo más fuerte, y aunque al principio no podía verlo me hizo un favor. Tardé muchísimo tiempo en entender que mi longevidad no era una maldición.