Capitulo 27: Sangre contra sangre.

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Helena:

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Helena:

Estaba en un lugar oscuro.
Solo escuchaba sollozos muy lejos y el sonido de mis latidos.
Parecía estar en un sueño, en las mismas pesadillas que he tenido desde hace un par de años. Pero no veía a nadie. Más que oscuridad.
Quise encender mis manos para poder iluminar donde estaba, sin embargo, no podía. Algo retenía los poderes que impedía que los usara.

De repente los sollozos se hubieron mucho más fuertes y los sentía más cercas. Giré sobre mi eje y me encontré frente a mi casa de la tierra.
Estaba justo en frente de la casa, aunque tenía muchas cosas que desconocía: unas rejas enormes negras. Me detuve frente a ellas.

Las abrí cuidadosamente sin ocasionar ruido, pero, al momento de moverlas, las bisagras del metal chicharriaron con el movimiento.
Subí los escalones de piedra y giré la perilla de la puerta de metal que daba había dentro de la casa.

— ¿Hola? — llamé. Solo el eco de mi propia voz respondió.

A un lado del sofá de mi padre, estaba el elefante de peluche que tanto me gustaba cuando era niña. En el piso habían huellas negras de unos zapatos diminutos. Esas huellas estaban pintadas en el suelo de madera y estaban calientes.

Seguí los pasos hasta mi habitación. Había humo por todos lados, era como si la casa enterada se estuviera incendiando. Logré abrir la puerta y toda mi habitación estaba cubierta en llamas. Quise apagarlo con mi poder pero no podía, las llamas se hacían cada vez más y más grandes. 
El sollozo no se iba, estaba en la habitación y no podía irme sin saber quién lloraba así. Miré bajo la cama y ahí estaba yo, con 7 años de edad. Cubría mi cabeza con mis piernas y los brazos.

— Mami, ¿dónde estás? Tengo mucho miedo.

Tomé a mi yo pequeña del brazo y la saqué de la habitación. Corrí lo más que podía mientras me arrastraba a mi misma. El fuego había quedado atrás, toda mi casa estaba llena en llamas. Miré mi mano y solo había tierra. Mi yo pequeña desapareció.

— "Helena"

Escuché que alguien gritó mi nombre a lo lejos.

— "¡Helena vuelve!"

No sabía quién me hablaba solo quería salir de ese laberinto oscuro.

— "Helena"

Grité como mamá lo hacia cuando salía de su entendimiento y poder  iluminar el lugar. Una nube amarilla se posó frente a mi, me mostraba lo que estaba sucediendo. Mi verdadero yo se encontraba dentro de mi subconsciente, y mi cuerpo solo estaba siendo manipulado por Ametz, quién me sometió a un hechizo para enfrentarme a mi padres. Todo éste tiempo estuve bajo las garras de los verdaderos villanos, me hicieron creer que mi familia eran los que querían destruir la dimensión pero estaba equivocada.

Mamá, papá y todo estaban luchando con el veneno de dragón rojo en sus cuerpos, y yo estaba luchando con ellos.

Traté de deterner mi cuerpo pero la magia de Amezt era demasiado poderosa.

Lazos En Cenizas [✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora