Lazos En Cenizas [✔]

Capitulo 16: "¿De que estás hablando?"

No me era tan extraño el hecho de que todos en la escuela estuvieran hablando del espectáculo que supuestamente papá ocasionó al final de partido. Todos quedaron fascinados por la alta calidad y resolución de los hologramas que el tema de conversación en las clases era ese. Pasé a ser una chica del montón y que nadie notaba hasta ayer gracias a mi padre.

No recuerdo muy bien el trabajo de mi padre en su empresa llamada Boctstar, sabía que allí trabajaban básicamente todo lo que tenía que ver con los efectos especiales en las películas, resolución HD, pantalla verde y maquillaje para los actores. Recuerdo que hace dos años, en el día del trabajador me permitían ir con un acompañante, por lo que mi padre me llevó a mí. Conocí a personas maravillosas ese día, como pro ejemplo al guapísimo actor Edie Herbert, un actor de películas de acción. Cuando vi los efectos que papá hacía, quedé enamorada por su trabajo, era genial que con unas cuentas computadoras pueden recrear lugares y escenas mágicos.
Por eso estaba muy segura que esas cosas grandes y negras que ellos atracaron ayer no eran simples hologramas. Había algo más.
No era algo de carne y hueso, parecía una sombra, o arena negra que dibujaba la enorme silueta de aquel ser. Sus afiliados dientes, por otro lado eran blancos, y muy puntiagudos. Sus largos dedos, negros también están puntiagudos. Caminaban erguidos y a pesar de que no tenían ojos, se guiaban por el olfato.

Hablar de esto con mis padres era como hablar con la pared.
Recordé en estonces que Ivana estaba conmigo en los vestidores cuando nos sorprendió uno de esos muestros, podría jurar que ella vió lo mismo que yo, y escuchó su grito desgarrador.

Miré a su asiento. Estaba escribiendo algo en un algo que parecía ser un diario, no contuve mis ganas de preguntarle y fui directamente a ella. Sería algo estúpido preguntarlo ahí, mis compañeros de clases estaba al rededor así que lo más sentado que hice fue tomarla del brazo y arrastrarla hacia afuera. Aproveche que el pasillo se encontraba completamente solo y empecé mi interrogatorio. 

— Es muy probable que hayas visto lo mismo que yo. — Susurré.

— ¿De que me estás hablando? — Ella alzó una de sus perfectas cejas y me miró un poco confundida.

— Sabes de lo que hablo, la cosa que nos quiso atacar ayer en los vestidores era...

— Un Holograma — Dijo. — Tu padre lo dijo ayer cuando acabó el partido.

— ¿No te pareció rea?

— Sí — Afirmó — No sabía que tu padre tenía tal talento; esos hologramas serían muy útiles para la fiesta de Halloween, ¿No crees?

La fiesta de Halloween, la fiesta en donde los populares buscaban resaltar sus hermosos y caros disfraces comprados en otro mundo.
Faltaba menos de una semana para dicha fiesta, mamá estaba muy contenta porque decía que era una de las fechas que la ponía nostálgica (Nunca me dijo el motivo) para mí solo era un día dónde podías ser quien quisieras. Pero mi mente no estaba puesta en la fiesta de disfraces, sino en la verdad que mis padres se empeñan en ocultarme. 

— ¿Helena? — Ivana me hizo volver a la realidad. Suspiré. La había sacado solo por una pregunta pero tal parecia que de creyó lo que papá dijo.

— ¿Ya tienes pensando tu disfraz? — Volvío a preguntar.

— Oh, sí. Mi almohada, una rica sábana y una película de terro, tal vez ordene pizza o haga palomitas.

— ¿Por qué no vas?

Ivana cruzó los brazos y dejó caer su espalda en la pared. Fui lo breve.

— Sabes muy bien queu detesto esa clase de fiestas, y adivina quién lo está organizando.

— Pilar — Dijo. — Porque su mamá alquilará la casa embrujada que queda justo a la vuelta de tu casa. ¿Grandioso, no?

— ¿Alquilaran mi casa?

Elliot interviene a nuestra conversación. Me sorprende el hecho de que viva en esa casa abandonada. Mamá decía que conocía al dueño, pues mamá ha vivido toda su vida allí, pero esa casa estaba literalmente abandonada, nadie entraba y era como si a él dueño de mi tragó la tierra... O eso creía.

— ¿Tú casa?, ¿Acaso eso es tuyo? — Ivana lo señala con sus dedo mientras que hacía las preguntas.

— Bueno, no exactamente mía. Es de un tío, de hecho... Estoy quedándome ahí solo, perdón, con mis padres, quiero decir.

— ¡Es excelente!

Ivana posa sus manos en lo hombros de Elliot mientras me da una mirada que conocía perfectamente, estaba entusiasmada.

— ¿El que? — Insinuó Elliot.

— ¿Todavía preguntas? ¡La fiesta de Halloween! Como es tu casa y somos tus amigas podemos hacerla nosotras. Claro, si tú estás de acuerdo.

— ¿Fiesta? ¿Halloween? — Elliot nos mira a ambas muy confundido. Empecé a creer que este chico jamás ha hecho una fiesta así.
A pesar de que no me agradaba la idea de una fiesta, me apetecía ayudar. Podríamos lucirnos solo una noche como las anfitrionas de una gran fiesta de Halloween el 31 de octubre por la noche y dejar a Pilar sin nada éste año.

— Sí, fiesta de disfraces. — Le digo. — Si estás de acuerdo podemos hacerlo en tu casa.

— Dime qué cambiaste de opinión

Reí con el comentario de Ivana. Obviamente no. Planeaba ayudarlas a organizar y gozar ese momento en dónde pisoteaba el  momento de Pilar. Ni de chiste me pondría un disfraz.

Elliot acomoda su mochila hacía atrás y dijo en un susurro

— Tengo que pensarlo y pedir permiso.

— Por favor, piénsalo bien.

Ivana entra al salón de clases y toma asiento. Elliot, por otro lado, no me quitaba a mirada de encima.

— ¿Qué? ¿Tengo algo en la cara?

El sonríe y  ladea su cara de un lado.

— No has cambiado nada.

No entendí lo que dijo. Fruncí mi ceño en señal de no entender nada de lo que decía.

— Felicidades por la victoria de ayer. No tuve chance de felicitarte ayer. Estuviste genial. Créeme cuando te diga que jamás había visto a alguien jugar tan bien como lo haces tú; eres grandiosa.

— No estuve tan genial, pero gracias.

Era la primera vez que noté a Elliot siendo muy cool y lindo. No entendía como podría jamás tener amigos cercanos cuando se le da bien hacer amistades, a parte de atrapar la atención de todas las chicas. Podrían ir mucha gente con tan solo mencionarlo a él y la casa embrujada, era como miel para las abejas, o ¿Osos? Como sea. Sí nunca ha estado en una fiesta, me alegraba el hecho de que mis amigas y yo estemos creando momentos inolvidable para su vida.