Capitulo 14

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Callie Torres

- Es una broma, no es cierto? –se levantó y se alejo de mi–

- Si Arizona, claro que lo es. Bueno solo lo de George. Mi ex pareja si abuso de mí. –se acercó a mí y me tomó las manos–

- Dos cosas. 1; lo lamento tanto. Agradezco que el mal parido este muerto. 2: NO JUEGUES ASÍ CONMIGO! –Me golpeó– Pensé que George en serio había sido tu esposo.

- Arizona yo ni sabía quién era. –reí–

- Ridícula. –rodeo los ojos– oye...

- Dime. –fruncí el ceño y Arizona se acercó más a mi–

- Podemos ver la 2. –parecía niña pequeña pidiendo un dulce–

- La dos que? –alzo una ceja– ¡¿La de 50 sombras!?

- Ajá...–sonrió pícara–

- Sin calentarse. –me golpeó– hey! No me golpees.

- Eso es un si?

- Si, lo es. –sonrió–

No tome mucha atención a la película, solo podía ver a Arizona igual o peor que cuando vimos la uno. Llegó una parte donde leyla, una sumisa anterior de Cristian, está desaparecida y al parecer quiere hacer daño o algo parecido.

Arizona estaba nerviosa, antes exitada, ahora nerviosa. Leyla, la muchacha esa, loca, a mi parecer, estaba en la casa de Anastasia, dios!

- La va a matar. –dijo Ari mientras tenía la mirada fija en la pantalla y comía palomitas desesperadamente–

¿La mato? No.

Terminó la película. Está parte fuera de ser solo sexual, también le metieron suspenso y misterio. Se podría decir que me gustó. Aunque no tome mucha atención.

- ¿Te gustó la película? –me miró–

- Si, ¿a ti? –la miré–

Ella no reaccionaba, solo estaba ahí, mirándome.

- ¿Arizona? –pase mi mano por al frente de su cara para poder tener su atención–

- ¿Te gustó? –volvió a hablar–

- Me gusto...¿Que? –

- El besó.

Arizona Robbins


¿Por qué preguntaba esto? No lo sé. Tenía la necesidad de saber si el beso en el ascensor le había provocado lo más mínimo.

- Fué exitante, pero, ¿Por qué hablamos de eso?

- No, por nada. –frunció el ceño y yo sonreí– bueno, debo irme. –coloque mis zapatos–

- ¿No te quedarás a comer? Podemos pedir algo. –dijo mientras llevaba las cosas en las que habíamos comida a la cocina–

- No. Yo... comeré con mi mamá. –su cara fue de ¿Decepción?–

- Oh...okey. –me dió una sonrisa falsa–

- No te enoj...–abrió la puerta–

-  ¿Por qué me enojaría? –asentí y salí–

- Bueno nos vemos...¿mañana? –sonrió–

- Claro. Nos vemos mañana. –sonreí–

- Adiós. –la miré–

- Bueno, adiós. –Se acercó a mí y me dió un beso cerca de la comisura de los labios– cuídate az. –susurro cerca de mis labios–

Mírame y Dispara (PAUSADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora