Ꮯꭺꮲꮖꭲꭺ́ɴ ᎻᎽᎠᎡᎪ

𝟸𝟻. 𝙲𝙾𝙽𝚂𝙴𝙲𝚄𝙴𝙽𝙲𝙸𝙰𝚂

— ¡¿DÓNDE ESTÁ?! —espetó el jefe de los hombres de la base donde tenían a Phoenix encerrada entró gritando como loco al descubrir que su preciado diamante ya no estaba ahí.

—Señor... ellos, se la llevaron —uno de sus hombres respondió temeroso.

— ¿Quiénes son ellos? —tomó a su trabajador oír el cuello y lo estrelló contra la pared.

—Steve Rogers y sus nuevos amigos —Sharon Carter contestó al ver las cintas de las cámaras de seguridad—. Ellos entraron y se la llevaron, aparte, tu pajarito ya había encontrado una forma de escapar, la muy perra se liberó de sus cadenas unas horas antes de que ese grupo de chiflados llegara.

Al jefe se le revolvieron las entrañas, odiaba perder lo que conseguía tan rápido, esa mujer era la clave hacia Steve Rogers, y ahora que no tenía nada con que amenazarlo se sentía derrotado una vez más.

Apretó su agarre, así asesinando a su guardia de seguridad, lo dejo caer al piso y pateo su cuerpo.

— ¡Son unos inútiles! —gritó—. ¡Asesinaré a todos un día de estos! — intentó relajarse, pero no podía, el simple hecho de pensar que había perdido su boleto a la grandeza lo mataba.

—Aún tenemos su ADN —Sharon susurró en su oído y él sonrió.

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—Cariño, te he dicho un millón de veces que te ves hermosa, ya deja de verte tanto en el espejo —Steve dijo desde la cama.

Yo sonreí un poco nostálgica, mi cabello ya no era largo, ahora era corto hasta arriba de los hombros, no me gustaba así, me recordaba año que viví en ese lugar, me recordaba a ese hombre, a Sharon y su tortura, a mi debilidad y sobre que alguna vez duda de del amor de Steve.

—Gracias amor, pero sabes que no lo hago por vanidad, solo quiero acostumbrarme a la nueva yo —caminé hacia la cama y me acosté a un lado de él, Steve me envolvió en sus brazos y besó mis labios.

—Vamos a atraparlo, sabemos dónde está su base, y según Tony no se ha cambiado a otro lugar.

— ¿Por qué no le lanzan una bomba atómica y ya? —Steve se carcajeó ante mí comentario y sonreí.

—Sabes que no es tan fácil, tenemos que atraparlo y saber para quién trabaja.

—Sí, si... interrogatorios, torturas... lo que sea —me quité de encima de él y me acosté para dormir.

— ¿Cómo está tu espalda? —Sentí los dedos de Steve acariciarme y sonreí.

—Bien, supongo... ¿ya sanaron mis heridas? — me quité la blusa para que Steve pudiera inspeccionar, pero en vez de eso comenzó a dar besos por toda mi espalda —. Steve —dije con ese tono regaño que él tanto odiaba.

—Está bien, no quieres, si, te entiendo —dejó de besarme y acaricio de nuevo mis heridas— Parece que ya sanaron por dentro, pero aún están cicatrizando.

—Estas heridas nunca van a sanar por dentro —susurré para mí y una lágrima salió por mi mejilla.

—Phoenix, puedes contarme por todo lo que estés pasando, no sólo soy tu novio, soy tu amigo y puedes confiar en mí—.Sonreí y Steve limpió mis lágrimas.

—Lo sé, pero no quiero hablar de eso ahora, sólo abrázame —pedí, Steve asintió y me rodeó con sus brazos.

— Wise men say only fools rush in, but I can't help falling in love with you...*

— ¡¿Steve que haces?! —reí al oírlo cantar en mi oído.

—Te canto, es lo que los novios hacen cuando sus novias están tristes, ¿no? —Steve siguió cantando y sonreí. No era el mejor cantante del mundo, pero tampoco era el peor.

Hola, esperando que estén bien, bueno el resto de los borradores siguen en desorden ja,ja, como sea los trataré de ordenar, corregir, editar, etcétera para poder actualizar pronto.

𝒜.