𝟹𝟸. 𝚂𝙾𝚁𝙿𝚁𝙴𝚂𝙰 𝙿𝙰𝚁𝚃𝙴 𝙸

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—No logramos identificar el origen de esto, quien lo haya hecho es bastante listo —Tony miró a Steve.

—Pero... ¿No hay algún número de serie o algo? —dije.

— ¿Te escuchas? ¿Estás diciendo que hacen varias de estas cosas? —Tony rio.

—Cualquier cosa puede ser posible ahora.

—Tony, busca de nuevo... Debe haber algo —Steve dijo de buena manera, era raro verlo ser gentil con Tony.

—No sé cuándo te volviste el jefe... Pero bueno, a sus órdenes Capitán —Tony giró sus ojos y volvió a registrar a esa cosa que había intentado asesinar a Steve en el hospital.

—Hablando de ser el jefe... —Steve se dirigió a mí, le miré divertida, me llevó al otro lado de la habitación y me dio un sobre—. Es hora de que vuelvas a hacer trabajo de campo, te solicité para mi equipo antier, lo aprobaron al instante, pero no estaba seguro de dártelo... Claro hasta que te vi pelear en ese hospital —continuó.

Yo abrí el sobre y dentro tenía la orden firmada por Steve donde me solicitaba para su equipo, y las firmas de aprobación del consejo. Sonreí feliz de que por fin estaba de vuelta en los Vengadores, abracé a Steve y le sentí devolver el abrazo con cariño.

—Te amo Phoenix, y te prometo que mientras estés bajo mi mando nunca dejaré que te pase algo malo de nuevo —él me dio un beso en mi cabeza

—Te amo Steve Rogers —besé sus labios.

— ¿Se podrían conseguir una habitación por favor? —Tony gritó desde atrás, Steve y yo pusimos nuestros ojos en blanco.

—Quiero el reporte para la cena, Tony...—Steve le advirtió y salimos del laboratorio.

Caminábamos tranquilamente por los pasillos de la torre rumbo al comedor cuando un mareo intenso invadió a Steve, se sostuvo como pudo de las paredes y me acerqué a ayudarlo.

— ¡Por Dios, Steve! ¿Te sientes bien?

Él asintió débilmente y se apoyó en mí.

—Sí, solo fue un mareo... Debe ser porque no desayuné al irte a ver y luego por lo que pasó en el hospital.

—Estás cansado... —hice una mueca leve—. Vamos, te haré algo de comer, y haré para mí, estoy harta de la comida de hospital —reímos.

Entramos en la cocina y ahí estaban Bucky y Natasha riendo y bebiendo un café, yo abrí mis ojos sorprendida ante eso y Steve le sonrió a Bucky con cara de "Bien hecho, hermano" y entonces fue cuando lo entendí todo con eso.

—Ve, siéntate con Barnes... ¡Natasha! ¡Ayúdame a hacer la comida! —grité y ella se paró de inmediato completamente sonrojada—. ¿Qué carajos pasó que no me enteré?

Ꮯꭺꮲꮖꭲꭺ́ɴ ᎻᎽᎠᎡᎪDonde viven las historias. Descúbrelo ahora