Ꮯꭺꮲꮖꭲꭺ́ɴ ᎻᎽᎠᎡᎪ

𝟷𝟻. 𝙱𝙴́𝚂𝙰𝙼𝙴

ADVERTENCIA: Continua la misión de rescate de unas niñas, algunas escenas de Smut.

PHOENIX.

—Clint, el quinto piso está despejado —indiqué a través del comunicador.

—Encuentren una manera de llevar a las niñas al Helicarrier, hay más en el tercer piso, regresen con Tony —Clint dio las órdenes.

Volvimos a la habitación por la que entramos al edificio y sacamos a las niñas por la ventana, Sam las llevó al Helicarrier mientras que Steve y yo fuimos por las que estaban en el tercer piso. Una vez las rescatamos a todas, las volvimos a llevar al Helicarrier volvimos con Tony y él tiró la puerta principal.

—De acuerdo, nadie se mueva.

De los hombros del traje de Tony salieron pequeños misiles listos para ser disparados, las niñas que estaban sentadas en las piernas de los hombres se pusieron de pie y se abrazaron gritando. Un hombre grande, tal vez era uno de los guaruras de alguno de estos hombres se acercó a mi ágilmente y me tomó como rehén.

—No se muevan o la mato —colocó una pistola en mi sien a la vez que rodeaba mi cuello con su brazo evitando que respire

—Suéltala y nadie saldrá herido —dijo Steve y rápidamente tomó un arma de su cinturón y le apuntó al hombre, al igual que Tony, le apuntó con su brazo.

—Si fuera tú bajaría el arma niño bonito o le vuelo los sesos a esta belleza.

Hice una cara de asco ante su voz, comencé a golpear su brazo, me faltaba el aire, miré a Steve mientras que los ojos se me iban cerrando lentamente.

—El Capitán te dijo que la soltaras —Tony exigió de forma amenazante.

El hombre aflojó un poco el agarre y logré respirar, aun así me tenía con él.

—Son de vibranium —el grandulón dijo rápidamente y comencé a sentir miedo—. Sé que es débil al vibranium —quitó el arma de mi cabeza y en su lugar colocó una cuchilla en mi mejilla, la fue deslizando por ella dejando un corte y volvió a ahorcarme con su brazo.

— ¡Te dije que la sueltes! —Steve gritó enfurecido y jaló del gatillo, nunca lo había visto así.

El hombre cayó al piso al igual que yo, Steve corrió rápidamente hacia mí y me tomo en brazos antes de caer al suelo.

— ¿Está bien? —Tony le preguntó a Steve.

—Sí, pero debemos apurarnos, está perdiendo mucha sangre.

—Manos en el aire —dijo Tony, los hombres que quedaban levantaron las manos, los mini misiles salieron del traje de Tony asesinando a todo menos a uno, el jefe—. Tenemos a tu hombre, Robin Hood.

Clint y Natasha entraron, caminaron directamente hacia él y lo esposaron.

—Hay dos Helicarrier afuera, en uno se irán las señoritas y en otro ustedes —Clint ordenó.

Asentimos y Tony sacó a las niñas mientras que Steve me llevaba al Helicarrier.

—Ya estoy mejor puedes bajarme —dije.

—No era cierto —habló y lo miré sin entender.

— ¿Que no era cierto?

—Lo que dije sobre no protegerte, mentí —dejó de caminar y me miró a los ojos.

—Lo supe cuando amenazaste a ese hombre —respondí, Steve sonrió y siguió caminando.

— ¿Cómo sigue tu mejilla?