Steve Rogers; mejor conocido como Capitán HYDRA, es la mejor creación de esta organización. Un asesino despiadado sin escrúpulos, que no siente compasión por sus víctimas, así como nada más que odio en su interior... Hasta que la conoce a ella.
Pho...
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Bajé de la moto de Steve y caminé con respeto por entre las tumbas del panteón, Steve me seguía a una distancia prudente, vigilaba todos los alrededores, desconfiaba incluso de los pájaros, después de lo que me había pasado, me cuidaba demasiado y no lo culpaba, había sido un hecho terrible para todos nosotros.
Llegué a la tumba de Nick Fury y dejé el ramo de flores que había comprado hace unos minutos, solté un largo suspiro lleno de tristeza.
—Hola papi, lamentó si no te vine a visitar en un mes o más, pero... hay una razón, es que hubo un pequeño problema, un loco me secuestró porque le tiene coraje a mi novio... sí, Steve es mi novio ahora, creo que debes estar riéndote desde donde estés, sabías el coraje y miedo que le tenía y ahora lo amo más que a nada en este mundo... —Sentí un nudo en mi garganta, tenía muchas ganas de llorar, y justo cuando esta vez estaba dejando que mis sentimientos se apoderen de mí, no estaba llorando, lo cual se me hizo raro, lloro con facilidad y por cualquier cosa.
—Te extraño tanto Fury, perdóname por el enojo que te ocasioné en tus últimas horas, ojalá pudiera devolverte a la vida, para decirte cuánto te amo, papá...perdóname —coloqué mi mano en mis labios y luego en la tumba para depositar el beso, tomé las flores podridas y me quedé otros veinte minutos hablando con Fury, después me puse de pie y volví con Steve.
— ¿Estás bien? —preguntó Steve a la vez que rodeaba mi cintura con su brazo.
—Sí, pues Fury no sacó su mano de la tierra para llevarme con él, así que... Sí, todo está bien supongo —Steve rio pesadamente.
—Eres un poco tonta, ¿lo sabías? —comentó, yo fruncí mi ceño y reí fingiendo estar ofendida.
— ¿Disculpa? Pero yo...—no continúe hablando porque algo llamó mi atención, Steve notó mi rostro de preocupación e intentó llamar mi atención.
— ¿Pasa algo?
—¿Quién es esa mujer en la tumba de mi padre? —cuestioné y Steve giró su vista al lugar anteriormente nombrado, dicha mujer tenía su rostro cubierto por lentes obscuros y una bufanda que estaba enrollada en su cuello y cabeza, la cubría un gran chaleco de vestir, tomé a Steve de la mano y nos ocultamos detrás de un árbol.
—Tal vez es un antiguo amor...—dijo Steve.
— ¿No crees que yo lo hubiera sabido? Fury me contó cada historia, me presentó a cada mujer de su pasado... Si él me hubiera hablado de ella... Lo sabría de inmediato, la reconocería.
La mujer se retiró sus lentes y su mascada dejando al descubierto su rostro de mujer algo mayor, se veía en sus cuarentas, o un poco más grande, su piel era bronceada y su cabello era largo y rizado, no lograba ver bien su rostro, pero su perfil era hermoso.
