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Es domingo por la mañana cuando él pelinegro está frente a la puerta de la bonita rubia, de nombre Gigi. Está sonríe inmediatamente al verlo por la mirilla de la puerta, cambia su expresión a una seria antes de abrir pero aún así lo invita a entrar.

— ¿Quieres tomar algo?— pregunta Gigi mientras se dirigen a la sala.

— Un té por favor, — dice Zayn, la muchacha ordena que preparen té y vuelve junto a él, pasan alrededor de diez minutos y ninguno ha roto el silencio.

— Una disculpa por la incomoda cena de anoche, — dice Zayn mirándola fijamente.

— Zayn, — dice finalmente la rubia, — si estás saliendo con ese chico ¿por qué no me lo dijiste?— dice algo seria.

Zayn y Gigi eran novios, su relación duró aproximadamente dos años, hasta que el pelinegro le había dicho que sentía que su noviazgo ya no iba tan bien, que necesitaban terminar. Para la rubia fue una sorpresa total, para ella todo iba bien, ambos eran el uno para el otro, no entendía que es lo que estaba mal. Confiando en que ella era la indicada para pasar el resto de su vida con Zayn aceptó la separación, pensando que el pelinegro le pediría volver inmediatamente.

Sin embargo, tres meses habían pasado desde que terminaron y Zayn no la había llamado ni una sola vez, entonces Gigi había puesto en marcha un plan para reconquistarlo, decidió empezar por invitar a Zayn a cenar, después de ponerse al día estaba segura que terminarían regresando, pero el chico castaño todavía desconocido para ella lo había arruinado todo.

La rubia nisiquiera sabía que Zayn era gay, cuando ella lo conoció, en la Universidad, los rumores de que el pelinegro era bisexual rodaron por los pasillos, pero jamás lo vió con un chico por lo que asumió que todo era falso. Ahora no sabía que pensar.

— Sabés que desde que terminamos no he salido con nadie, — dijó Zayn, — yo no estoy listo para una nueva relación.

Gigi no pudo evitar sonreír, eso para ella significa que todavía no la había olvidado.
— ¿Entonces él...—

— Él no es nadie, — dijó Zayn, — créeme no te mentiría.

— ¿Entonces porque te hablo de esa forma?— indagó la rubia, todavía quería despejar completamente sus dudas.

— Mira Gigi, me he disculpado contigo por el mal rato, ya te he dicho que él no es nadie, — se encogió de hombros, — ya no es mi asunto si tú no me crees, además tú y yo, ya no somos una pareja — miró su teléfono, — ahora me voy.

— No, Zayn! ¡Espera! — pidió Gigi, alarmada ante la idea de que Zayn se marchara y no volviera a buscarla — te creo,  vamos a comer juntos hoy, ¿Qué dices?

Luego de otro momento de silencio el pelinegro hablo.
— De acuerdo, eso estaría bien, — dijo.

[...]

El mes llegó a su fin, el alquiler del pequeño piso de Liam y Louis se venció, por lo que ellos finalmente se estaban mudando a un departamento más grande, y en una buena zona.

— ¡Estoy muy contento Lou!— exclamó Liam cerrando su última maleta, — finalmente nos mudamos.

— Si, — sonrió el ojiazul, — lo hemos hecho genial, eh?—
Sus muebles ya habían sido transladados al nuevo departamento, por lo que ya solo tenían que llevar sus maletas y algunas cajas.

— ¿Entonces él taxi ya nos espera?— preguntó el castaño. Louis asintió y caminaron juntos hasta la salida.

Cuando llegaron a su nuevo y elegante edificio el castaño estaba maravillado, todavía no podía creer lo bien que habían salido las cosas. Ambos salieron del taxi y comenzaron a bajar las cosas. El ojiazul tomó unas cajas.

— Espera aquí Liam, — dijó, — llevaré sólo esto para poder abrir y vuelvo de inmediato por el resto.

— Yo llevaré las cosas que faltan— dijo el castaño.

— Son pesadas Li, confía en mí, — dijo Louis, lo cual fue en vano pues al entrar al edificio, el castaño lo siguió arrastrando las maletas.

— Mierda!— gruñó Louis al notar un cartelito con el mensaje 'el elevador no funciona', — deja eso Li, de verdad.

— No puede ser tan malo llevar estás por los escalones, — rió Liam arrastrando las maletas.

Louis rodó los ojos y lo dejó tratar de subir los pesados equipajes, se apresuró a tomar nuevamente las cajas y siguió al castaño, su departamento estaba en el cuarto piso por lo que no tardarían mucho en llegar.

— Lou, creo que si pesa, — dijó el castaño a la mitad de los escalones del primer piso, — ¿Cambiamos?

El ojiazul rió, pero aceptó dejándole la pila de cajas, aunque eran muchas no eran tan pesadas cómo las maletas. Louis volvió a reír pues apenas y se podía ver el rostro de Liam detrás de las cajas.

Estaban llegando a su piso cuando alguien en tono amable se dirigió a ellos.
— Oh, permíteme ayudarte, — dijó quitando algunas cajas de la pila que Liam sostenía.

— Oh, muchas gra...— con el rostro descubierto y antes de que terminara su frase, el castaño se encontró cara a cara con el pelinegro.

— Oh genial!— dijó Zayn rodando los ojos, — ¿Te enamoraste tanto de mi que ahora te mudas al lado?

— ¡¿Vives aquí?!— preguntó el castaño frunciendo el ceño.

Louis miró su intercambio de palabras sin entender mucho. ¿Cómo diablos se pudo enterar aquél chico de Liam y su ligero enamoramiento?

— Creo que puedes llevar las cajas tu sólo, — dijó Zayn  volviendo a colocar sobre la pila las cajas que había tomado.

— ¡Oye no le hables así! — dijó Louis, soltando las maletas y mirando al pelinegro amenazante.

El pelinegro notó como lo defendía, entonces creyó que su oportunidad de venganza había llegado.
— ¿Sabes? Deberías ponerle más atención a tu novio, la otra noche tu chico saltó sobre mi llamándome amor y todas las cosas cursis del mundo.

Louis lo miró arqueando su ceja. — ¿Mi novio? Yo nisiquiera tengo novio, — dijó confundido.

El pelinegro se dió cuenta de su error, pero aún así no retiró lo dicho. — Como sea, espero que no causen muchas molestias, el edificio es un lugar pacífico, no para acosadores como aquél, — dijó mirando a Liam.

— Oh, tú no me acabas de llamar acosador!— el castaño soltó las cajas en el suelo, y trato de ir sobre Zayn, pero este después de darle una sonrisa burlona ya estaba bajando los escalones.

— Liam, ¿Me puedes explicar que acaba de ocurrir?— preguntó el ojiazul, todavía confundido.

— Uhm, quizá la otra noche realmente me arrojé a sus brazos, — dijó Liam.

— ¡¿Qué tú hiciste qué!?— preguntó el ojiazul escandalizado. — Date prisa, — dijo abriendo el departamento, — tendremos una larga conversación.

Liam se rió, había hecho mala elección de sus palabras y ahora Louis estaba a punto de enloquecer. Hecho un vistazo a las puertas de al lado, ¿Cuál sería la de Zayn? Estaba deseando saberlo, así podría dejar una pequeña sorpresa en su puerta, el chico no podía tratarlo de acosador y salir ileso.




❤️
Espero les haya gustado, procuraré actualizar seguido.

Dulce DeliciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora