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—Liam, ¿se puede saber dónde pasaste la noche?—preguntó el ojiazul cruzándose de brazos, el castaño había entrado de puntillas a su departamento para ducharse y cambiarse de ropa, y Louis lo había pillado.

— Es obvio que en mi cama, — dijó Liam rodando los ojos.

—Liam James Payne, — exigió Louis, a mí no me puedes engañar, tú cama está perfectamente tendida. ¿De dónde vienes?

—Salí a correr, — mintió,— lo hago a diario, ¿Lo olvidas? Por cierto antes de salir, acostumbro tender mi cama, no cómo tú,—dijo dirigiéndose a su habitación.

Louis no le creyó nada, aún así dejó de insistir, vigilaría de cerca al castaño. —Espera, iré a dejar a Niall al aeropuerto!—le recordó,— por la tarde tengo cita en el dentista, tendrás que atender tu solo la cafetería, ¿Quieres que llame a Harry?

—Oh, diablos, —dijo el castaño, —lo olvidé por completo, supongo que abriré tardé para tener suficientes pasteles, no podemos molestar a Hazz.

—Harry estará encantado de ayudarte, lo sabés —dijo Louis, te veo en la noche.

Liam fue a despedirse de Niall y después de arreglarse, se dirigió a su cafetería, apenas eran las siete treinta de la mañana, y por lo visto no abriría hasta las once.

Cuando entró a la cafetería, cerró la puerta principal y fue a abrir la cocina se encontró con el pelinegro.

—¿Zayn? ¿Qué haces?—preguntó el castaño.

Esté se giró con un plato en las manos.
—Yo...—el castaño notó que estaba nervioso, se aclaró la garganta y habló. —Chef Liam, me podría dar su opinión de este platillo, es el desayuno para mi novio, ¿Sabé?

El castaño sonrió, recordando los horribles hotcakes, que alguna vez Zayn le había preparado. — Pues lucen muy bien, —dijo, —ahora déjame comprobarlos.

Tomó un tenedor, pero Zayn se adelantó. —Déjame alimentarte a mí, — cortó un poco para que Liam lo probará y lo llevó a su boca, espero impaciente mientras este terminaba de masticar. — ¿Entonces?

—¿Tengo que decir la verdad?—preguntó el castaño un poco indeciso, Zayn asintió. —Gracias—dijó Liam, —me pareció muy romántico que intentarás prepararme el desayuno pero, —mordió su labio, —el sabor sigue siendo horrible, —confesó.

Zayn lo miro esperando a que dijera que mentía, él mismo lo probó y confirmó que el castaño decía la verdad.

—En ese caso, necesito que me enseñes por el resto de mi vida, — dijo tiernamente.

—De acuerdo, Zaynie, —dijó el castaño, pronunciando de nuevo el tonto apodo con el que solía molestar al pelinegro. Zayn lo miró serio, entonces Liam dijó. —Si me dejas llamarte así, permitiré cualquier apodo cursi que tengas en mente.

—De acuerdo, pastelito, —rió Zayn, está vez, ambos se miraron sonrientes.

El resto del día, Zayn se quedó para ayudarle a Liam, cada que el pelinegro iba dentro de la cocina para llevar un pastel al mostrador, no desaprovechaba la oportunidad de besar al castaño.

— Gracias, nuevamente, — dijo Liam, — te prometo que buscaré a alguien que nos ayude.

—Por mi no hay problema, le diré a mi padre que no me puedo mover de aquí hasta que encuentres un reemplazo.

—¿Por qué nunca me lo dijiste?—preguntó Liam pensativo, Zayn lo miró confundido, y éste le aclaró.—Qué Yaser Malik es tu padre.

—Oh, bueno, siempre he sido reservado en cuanto a eso, antes que mi padre, mi abuelo siempre ha sido un hombre muy influyente, en la escuela querían ser mis amigos sólo por mi apellido, en la Universidad me las arreglé para ser conocido por el apellido de mi madre. Sinceramente la primera vez que vine a este lugar para supervisarlo trate de presentarme formalmente, pero enloqueciste creyendo que sólo quería perjudicarte, — Zayn sonrió, — y después, después ya no era relevante.

Liam recordó ese momento. — Fue toda una sorpresa para mí y para Louis, — dijó el castaño, — tú padre es muy agradable, pero, ¿Él estará de acuerdo en nuestra relación?—preguntó Liam un poco preocupado.

—Sinceramente no lo sé, —admitió Zayn, —nunca supo que yo era bisexual, así que estará muy sorprendido cuando le diga que tengo un novio.

Esa confesión preocupó un poco al castaño, Zayn lo notó y decidió cambiar de tema. — Por cierto, ¿A qué hora nos visitará mi suegra? —preguntó haciendo sonreír a Liam.

—Cena, —dijó, —creé que siempre pongo de excusa la cafetería, así que supone que en la cena no lo haré.

—Uhm, supongo que tiene sentido, —dijó Zayn, acercándose para darle un beso.

[...]

—¿Me das un beso?—preguntó el pelinegro antes de devorar la boca del castaño, Liam se aferró a su contacto. Estaban en el pasillo del edificio, poco dispuestos a separarse.

Cuándo finalmente se separaron, Zayn dijo. —¿Cenarías conmigo? Ahora que te tengo no quiero pasar ni un segundo lejos de ti.

Liam jadeó con sorpresa sintiendo las mariposas revolotear en su estómago. —Me encantaría, —dijó sonriendo.

—De acuerdo, pediré pizza, —sonrió el pelinegro, el castaño lo miró mal.

— Liam odia que ordenemos pizza, prefiere algo casero, — dijó Louis, abriendo por completo la puerta del departamento.

—Lou, ¿Qué diablos haces ahí?!—preguntó Liam cruzándose de brazos.

—¡Louis, te dije que dejarás de espiar!—lo regañó Harry apareciendo trás Louis.

—¿Es enserio Louis?—preguntó Liam frunciendo el ceño.

—En mi defensa diré que te niegas a contarme sobre tu vida amorosa, — señaló el ojiazul,— hasta donde sabía soy tu mejor amigo y tengo derecho a saber esa clase de detalles—se encogió de hombros.

Liam miró de Zayn a Louis, el ojiazul siempre había sido su confidente, tomó la mano de Zayn entrelazandola junto a la suya y dijó.
—De acuerdo, Zayn y yo somos novios desde ayer, — soltó sonriendo mientras miraba al pelinegro.

— ¡Lo sabía!—chilló Louis alegre—¡sabía que esto pasaría! ¿Cómo te lo pidió? ¡Necesito los detalles! ¡Joder, ustedes tuvieron citas y no me lo dijiste!—señaló acusador.

— Tranquilo Lou, — dijo Liam, — ahora que lo pienso creo que nisiquiera fuimos a una cita.

—Ow pastelito, creo que estamos haciendo todo al revés, me besas, me presentas con tu madre, nos hacemos novios y apenas iremos a nuestra primera cita.

—Definitivamente son un desastre,—rió Louis y él castaño se sonrojó. —Creo que tendrás que pensar en una buena cita, — dijó Louis mirando a Zayn.

— Y lo haré, — afirmó el pelinegro haciendo que los ojos de Liam brillarán esperanzados.

Dulce DeliciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora