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El castaño mordía su labio nervioso, fue bastante difícil seguir el hilo de la conversación con su madre, y cuando logró concentrarse ya había aceptado otra de sus visitas para comer juntos.

Respirando lento una vez más, para tranquilizarse, presionó el timbre de la puerta del pelinegro, apenas y podía recuperarse del momento que recién habían compartido.

—¿Pasa algo?— preguntó el pelinegro confundido y tan sólo vestido con su pantalón de pijama.

—Zayn...—se dió cuenta de que el pelinegro lo miraba con atención, olvidando por un momento cuál era el motivo de su visita, miró su torso con la boca ligeramente abierta.

El pelinegro rió para sus adentros. —Eh, Liam, mi rostro está acá, —bromeó, haciendo sonrojar al castaño como en sus primeros encuentros.

El castaño logró controlarse, pero de todas formas seguía sin decir nada. —Entonces, ¿Qué pasa?—volvió a preguntar Zayn.

—Pasa que, uhm, mi madre viene en un par de días, y tú, ¿Todavía me vas a ayudar?—preguntó esperanzado.

El pelinegro se sorprendió mucho, no había esperado que Karen los visitara pronto.

—Bueno, supongo que tenemos que continuar, —dijó el pelinegro, logrando sorprender al castaño.

— ¡Muchas gracias!—se apresuró a abrazarlo emocionado, Zayn nunca le ponía las cosas fáciles

—Liam, hemos ido muy lejos con ésto, ¿No crees?— reflexionó el pelinegro.

El castaño asintió apenado. —Pero, acabas de decir que me ayudarás, por favor no cambies de opinión, sólo una vez más, después hablaré con mi madre, y...—se había quedado sin argumentos, solo quedaba esperar la decisión del pelinegro.

—Liam, ha llegado el momento de ser honestos, — insistió Zayn, mirándolo serio.—Sinceramente no me siento bien mintiendole a tu madre.

—¿Es por Gigi?—preguntó Liam.

—No, —dijó Zayn inmediatamente —por cierto, he hablado con ella, le aclare que no vamos a volver, —le informó.

—Uhm, ¿Entonces?—preguntó Liam, —está bien, hablaré ahora mismo con mi madre para que no venga, discúlpame Zayn,— dijo el castaño dirigiéndose a su lugar.

—Liam .... espera—pidió Zayn y lo condujo a la cocina, en cuanto el castaño lo siguió, lo colocó contra la barra, tal y cómo habían estado unos momentos atrás.

El castaño lo miró nervioso, Zayn lo miró fijamente antes de decir. —No tienes que cancelarle a Karen, a lo que me refiero es que, no quiero que le mientas mas porque... Liam, quiero que ésto sea real.

El castaño abrió mucho los ojos, no estába preparado para tal confesión, Dios, Liam había suspirado tanto por el pelinegro, que no podía creerlo.

—No puedes negar que entre nosotros hay mucha atracción, Liam, hemos pasado muchos días juntos, nos hemos conocido y no puedes negar que has desarrollado sentimientos hacia mi, cómo yo lo he desarrollado hacia, ti. Joder, Liam, estoy enamorado de tí, desde el día en que saltaste sobre mí asegurando que yo era tu novio, no haz salido de mi mente.

Liam sintió que se desmayaría en cualquier momento.

—Bebé, — habló Zayn haciendo que lo mirara, — respóndeme, ¿Te gustaría ser mi novio?

Las palabras no llegaban al castaño, se impulsó para abrazarlo mientras asentía con la cabeza, Zayn lo estrechó con toda su fuerza, ambos sonreían.

Finalmente se apartaron solo para reclamar sus bocas, era un beso realmente hambriento y a la vez dulce, cómo lo era Liam. Nuevamente las manos del pelinegro escabullendose bajo la camiseta del castaño, la tensión se había hecho presente en ellos más de una vez, en esta ocasión, el pelinegro no estaba dispuesto a parar, necesitaba sentir al castaño. Las manos de Liam, recorrieron la espalda desnuda de Zayn, provocándole escalofríos con su tacto, ambos estaban inmersos en las caricias del otro. El pelinegro bajo sus manos, tratando de desabrochar los pantalones de Liam, quería acariciar sus torneadas piernas, deleitarse con la hermosura del castaño.

—Espera... —gimió Liam cuando Zayn ya había desabrochado los jeans.

—¿Qué ocurre?— preguntó el pelinegro al percibir el nerviosismo del castaño.

—Yo, no he tenido sexo antes, —confesó. El pelinegro se sorprendió con sus palabras, no hubiera imaginado que él castaño se mantuviera virgen. Estába ansioso por hacerle el amor, pero no iba a presionarlo, si Liam se había mantenido así, sus razones tenía.

—Bien, —presionó su frente contra la de Liam, — no tenemos que hacer nada, —dejó un beso en su frente.

—Zayn, —habló Liam, — yo quiero hacerlo...—admitió, — pero tenía que decírtelo porque nose exactamente que hacer, no porque quería que te detuvieras.

—No, —dijó Zayn, —me encantaría pero si te haz mantenido así, debe ser por algo, quizá debemos esperar un poco más.

—Joder Zayn, fuiste mi primer beso sin siquiera planearlo, —soltó el castaño sorprendiendo de nuevo a Zayn, —y esto quizá tampoco lo planeamos, pero estoy seguro que quiero hacer el amor contigo, después de todo, ¿Ya somos novios no?

Zayn le sonrió. — Por supuesto bebé, aún así no quiero que vayamos tan rápido.

Liam rodó los ojos. —Está bien, tampoco quiero que te sientas obligado a algo que no quieres, —dijó.

—Li, no vamos a iniciar una discusión en nuestros primeros minutos cómo novios, te deseó cómo no tienes idea, pero créeme que es mejor esperar, nisiquiera tengo preservativos o lubricante, y al ser tu primera vez, dolería horrible, créeme.

—Puedo buscar en las cosas de Lou, —dijó Liam.

Zayn rió. —No, en verdad, esperemos un poco, así nuestra primera vez juntos será especial.

El castaño volvió a acomodar su camiseta. — Tienes razón, supongo que debo volver a mi departamento.

—De ninguna manera, — dijó Zayn, —me gustaría que durmieras conmigo, —pidió, — por favor.

—Sólo espero que no ronques, —dijó el castaño, ocasionando que Zayn riera —iré por mi pijama y volveré.

—De eso nada, — volvió a decir Zayn, abrazándolo por la cintura —te buscaré algo mío, estoy seguro que te lo quedará bien, —Liam se sonrojó y asintió.

Finalmente en la cama, con Liam entre sus brazos, Zayn conversó con el castaño, le contó acerca de su familia y su vida en general, el castaño por su parte le contó más acerca de su madre y sus amigos. Cuando Zayn notó que el castaño comenzaba a dormitar, apagó la lámpara y acarició su cabello hasta que él también se durmió.

Dulce DeliciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora