Después de contarle a Louis lo ocurrido, ambos comenzaron a ordenar sus cosas, querían aprovechar el tiempo ya que ese día no habían abierto la cafetería.
— Finalmente podremos descansar, — dijó el ojiazul tirándose descuidadamente en el sofá, no habían comido todavía.
— Yo iré a ducharme, — informó el castaño.
— ¿Pedimos pizza no? Estoy cansado para pensar en cocinar, — le consultó Louis.
— De todas formas no tenemos nada— rió Liam, — mañana iré al supermercado.
— De acuerdo — dijó Louis, y tomó su teléfono para hacer el pedido.
Cuando Liam salió de la ducha, la pizza todavía no había llegado.
— Mi turno Li, — dijo Louis, — deje el dinero sobre la mesa, — informó antes de ir a ducharse.
— ¡No, Louis atiende tú!— protestó demasiado tarde pues el ojiazul ya había entrado a la regadera. El castaño tan solo se había colocado un boxer y un enorme suéter que apenas cubría sus muslos, no quería que lo vieran así. Decidió ir a buscar unos pantalones cuando él timbre ya estaba sonando, tomó el dinero y se dispuso a abrir.
Liam se sintió sonrojar cuando él repartidor le hecho un vistazo de pies a cabeza, se apresuró a recibir la pizza, entregó el dinero y el muchacho se marchó.
El castaño estaba girandose para entrar cuando sintió una mirada sobre él, deteniéndose notó al pelinegro en su puerta, así que se aclaró la garganta llamando su atención.
— ¿Así que el acosador soy yo?— dijó el castaño arqueando una ceja.
Por un segundo notó que él pelinegro se ponía nervioso, pero enseguida se defendió.
— Oh por favor, no vas a pensar que yo miraría a alguien como tú, en verdad me preguntaba porque la gente es tan desvergonzada que se pasea semidesnuda sin pensar en el trauma que nos podría causar a los demás.El castaño abrió completamente la boca, sorprendido por lo que el pelinegro acababa de decir.
— ¿Qué demonios?— chilló Liam, y lo apunto con su índice, — ¡Tú no eres más que un engreído maleducado!El pelinegro lo miraba divertido, el castaño frente a él trataba de parecer amenazador pero no hacía más que lucir tierno.
— Disfruta tu cena, — soltó su vecino confundiendo al castaño y entrando en su departamento.Liam se quedó confundido por un rato, antes de decidir restarle importancia y entrar a su propio piso, seguramente Louis ya estaba fuera de la ducha.
[...]
Liam se levantó un poco más temprano de lo habitual, se colocó unos jeans, una sudadera y salió en dirección al supermercado, tendría un día ocupado en la cafetería así que si no hacía las compras ya mismo, después no podría.
Después de una hora, su carrito de compras tenía todo lo que probablemente ocuparía, repasando su lista encontró que se estaba olvidando de su helado favorito.
Caminó hasta el pasillo donde se encontraban, notando que solo quedaba un bote de su sabor favorito abrió la puerta del refrigerador dispuesto a tomarlo cuando otra mano se adelantó.
— ¡Oye, yo iba a tomar eso!— dijo y enfadado se giró para enfrentar al ladrón de helados encontrándose de frente con el pelinegro.
Él chico también lucía sorprendido de encontrarse con el castaño, pero inmediatamente se recompuso.
—Ibas, tú lo has dicho, — lo puso en su carrito de compras y trató de continuar su camino pero el castaño se interpuso.— Dame eso, — dijo el castaño haciendo referencia al bote de helado. Podía simplemente tomarlo pero no quería ser tan grosero cómo él.
— Por supuesto que no, — dijo el pelinegro.
— Dámelo, — pidió nuevamente Liam, — yo lo vi primero.
— No puedes asegurar eso,— dijo Zayn, el castaño decidió dejar de ser amable y se dispuso a tomarlo, pero nuevamente el pelinegro bloqueo su movimiento.
Comenzaron a forcejear por un momento, entonces Zayn se adueñó del bote y lo puso a su altura sabiendo que el castaño era un poco más bajo que él.
— Es mío, y me lo llevo, — dijo victorioso.
El castaño enfadado se impulsó de puntillas para arrebatarlo, pero con su movimiento solo logró que sus labios se estamparan con los del pelinegro. Liam se quedó unos segundos ahí, con los ojos muy abiertos por tal cosa, por otro lado el pelinegro permaneció con los ojos cerrados. Cuando trató de alejarse, la mano libre del pelinegro lo sujetó por la cintura, prolongando el contacto, Zayn se atrevió a mover los labios pero el castaño permaneció inerte.
Reaccionando finalmente dejó ir a un castaño completamente sonrojado.
— Yo...— Liam olvidó el tema del helado y se marchó a la caja para pagar sus compras. El pelinegro sonrió de lado por la expresión del chico.
[...]
Era la hora del almuerzo y Zayn pensaba quedarse en la oficina para adelantar trabajo, tomó un contrato y comenzó a leerlo cuando Sophia, su amiga y asistente le informo que tenía una visita.
Salió a mirar de quién se trataba encontrándose con Gigi, la rubia portaba un precioso vestido y lo esperaba con una sonrisa.
— Zayn, — se aproximó a dejar un beso en sus labios, pero el pelinegro notando su intención se giró para obtener el beso en su mejilla.
— Gigi, es mi lugar de trabajo, — dijó disculpándose. — ¿Qué te trae por aquí?
—Simplemente vine a visitarte, — dijó la rubia.— Cómo no me has llamado...— trató de acercarse una vez más a él, acomodando el nudo de su corbata.
Zayn la alejó. — De acuerdo, ¿Quieres ir a almorzar?— propuso.
— Vamos, — dijo la rubia, — conozco un lugar que abrió hace poco, te va a encantar.
El pelinegro la siguió sin agregar nada, en su momento había apreciado el cariño y compañía de la muchacha, pero cuando notó que algo faltaba en su relación se sinceró con ella. Era una buena persona pero ya no sentía las mariposas revoloteando en su estómago al verla.
Estaban por llegar al restaurante sugerido por Gigi cuando se encontraron de frente a un par de personas.
— Rápido Lou, — decía Liam, tirando del brazo de Louis, — te digo que tenemos poco tiempo para volver...— sus palabras se quedaron en el aire cuando se cruzaron con el pelinegro y su acompañante.
Liam abrió los ojos, mostrándose nervioso, trató de seguir su camino cuando a Gigi se le ocurrió hablar.
— ¡Hey!, tu eres el chico de la otra noche, — dijó Gigi señalandolo, — Zayn me contó todo y ahora no es más que un incidente bastante divertido, — agregó la rubia, — aunque ¿sabés? Deberías disculparte, por poco y me creo que Zayn estaba saliendo contigo, — hizo un gesto que a Liam no le gustó nada.
— Ah, ¿Y como sabés que Zayn no te mintió?— decidió decir el castaño.
— Es fácil, Zayn no es gay, a él sólo le atraen las chicas — dijó la rubia con autosuficiencia.
Un ligero brillo cruzó por los ojos del castaño, Zayn trató de interferir cuando él castaño habló de nuevo.
— ¿Ah, es así? — el castaño se encogió de hombros, — Zaynie, ¿Por qué no le contaste sobre nuestro beso está mañana?
— ¡¿Qué?!— exclamó Gigi mirando de Liam a Zayn.
—Oh mierda! ¿Se besaron?— preguntó el ojiazul divertido por toda la situación, — ¿Porque no me contaste?
El castaño silencio a Louis, pero de todos modos Gigi ya no les prestaba atención a ellos, su mirada estaba dirigida a Zayn. Liam no se quedó ahí para escuchar la explicación del pelinegro, tomó su oportunidad de escsbullirse y llevo a Louis con él.