Liam despertó alrededor de las tres de la mañana, tenía que tener los pasteles listos, se aseguró de incluir los mejores, así sus clientes estarían satisfechos.
Cuando él castaño estaba terminando de hornear, despertó a Louis, llevarían todo a la cafetería y ahí el ojiazul le ayudaría a decorar los pasteles.
—Vamos Lou, prueba esto, —dijó Liam, —quiero asegurarme de que tiene buen sabor.
El ojiazul probó el bizcocho que el castaño le daba.
— Está delicioso Li, ahora a decorar.Faltaba poco para abrir y todavía les faltaba acomodar las rebanadas de pastel en las cajitas de cartón para que los clientes pudieran llevarlas.
—¡Hey chicos!—los saludó Harry, —¿Los pasteles están listos?
—Si, —Liam sonrió, —ahora sólo los vamos a acomodar.
—Yo lo haré, —dijo Harry, — los clientes se llevarán una mejor impresión si tú mismo los entregas.
—Es cierto, — dijó Liam, —iré a ordenar afuera. —Louis, Harry por favor traten de que todo esté listo, —ambos asintieron y Liam sonrió.
El primero en llegar a la cafetería fue Charlie, Liam lo saludo. — No creí que estuvieras interesado en una rebanada de pastel grátis, —dijó el castaño.
Charlie rió. —En realidad vine a ver si podía ayudarte en algo, —preguntó.
—No me gustaría molestarte, —dijó el castaño.
—Liam, tenemos que aceptar su ayuda, — intervino Louis mientras encendía la cafetera, —con todo esto por poco olvidamos las bebidas.
—Cierto, —gimió Liam frustrado. —Charlie ve con Harry y ayudanos a empacar el pastel, en un rato subo tenemos que preparar el té también.
Charlie asintió y fue dónde Harry. A las nueve en punto los primeros clientes llegaron por la rebanada de pastel gratis, a tan sólo una hora todo se había agotado, el castaño estaba pensando en preparar más para el resto del día.
—Yo sugiero que descanses un poco, —dijó Charlie, — después yo mismo te ayudaré en lo que pueda.
—Gracias Charlie, — dijó el castaño, —pero si quiero recuperar a mis clientes debo trabajar en ello.
—En ese caso me iré ahora, — dijó Charlie, —me llamas por cualquier cosa.
— De acuerdo, —dijo Liam. —Harry, también puedes irte,. Louis y yo podemos manejarlo sólos por hoy, gracias.
El rizado asintió y salió detrás de Charlie. Liam comenzó a preparar una nueva masa, si tenía suerte más tarde comenzarían a llegar sus clientes.
—Oh mierda, — lo interrumpió Louis pasándole su teléfono a Liam. El castaño observó la pantalla y una expresión de confusión cruzó su rostro.
"Dulce delicia,regala pasteles en mal estado", la publicación era de apenas unos minutos y ya contaba con comentarios que la apoyaban.
El castaño entró en su instagram y notó que su última publicación también tenía varios comentarios negativos.
— ¿Qué hice mal está vez? —preguntó el castaño,— Louis, todo lo hice apenas hace unas horas, no lo entiendo.
—Es muy sospechoso Liam, — dijó Louis, — quizá alguien les está pagando para decir ésas cosas de nuestros pasteles.
—Vamos a perder a todos nuestros clientes, — dijó el castaño, —nosé que vamos a hacer.
Louis lo estrechó en un abrazo. —Tranquilo Liam, eso no pasará, pero creo que por hoy debemos cerrar.