Tessa asintió al ver como Clary había derrotado a Marina en una batalla cuerpo a cuerpo, sin usar habilidades de lobas. Ella no las estaba enseñando a ser ser mujeres lobo, eso ellas lo sabían a la perfección, las estaba enseñando a luchar sin sacar a lucir su lado animal, eso las haría que para los cazadores fuese más difícil identificarlas. Las estaba preparando para la vida.
Una mujer lobo era peligrosa, una mujer lobo con habilidades de cazadores era invencible.
—Tessa. —Diana llegó hasta ella llevando un pequeño frasco con lo que lucía como un líquido asqueroso dentro. —Mira esta nueva mezcla de hiervas que prepararé.
Las chicas que aún se encontraban en el suelo hicieron una mueca de discuto, a mañas les dolía la lengua de probar cada mezcla de hiervas que creaba Diana y esta lucía especialmente asquerosa.
—¿Para que es? —La pelirroja tomó con curiosidad el frasco para olerlo.
—Es para aplicarlo a los neófitos en momentos dónde se pulso se vuelva incontrolable y sus células se vuelvan....
—En español. —La interrumpió Marina.
La de ojos verdes puso los ojos en blanco y espetó. —Es para cuando tienes un nuevo beta y halla luna llena cuando se descontrole se lo haces tragar y bajas su pulso, osea lo calmas.
—Wow. —Tessa miró a la chica con verdadera admiración, bastante necesitada estuvo de eso cuando tenía sus primeras transformaciones. —Esto puede ser muy útil.
—¿Qué puede ser muy útil? —La voz de Theo hizo dar a la apellidada Woolf un paso atrás debido a la sorpresa.
Tessa miró el frasco y luego al rubio de ojos azules que la miraba como si ella fuese su mundo y sonrió. —Oh necesito tu ayuda.
—Si es para desvestimos y cometer actos de la carne, soy tu chico. —Sonrío como si lo le hubiese dejado caer una indirecta muy directa sobre irse a follar.
Las mejillas de la pelirroja se encontraban del color de su cabello, pero aún así no se amilanó. —Ya quisieras, rubio.
—Vamos Caperucita, dejamé ser el lobo feroz.
—Uigh. Acabas de arruinarme la infancia. —Tessa hizo una mueca. —Tomate esto, quitó el frasco de las manos de la pelirroja y lo llevó hasta el rubio.
—Ustedes si que saben como joder mi diversión. —Theo miró con desconfianza el frasco y luego hacia Tessa que tenía una ligera sonrisa en sus labios pintados con carmín. Aunque notó diversión en la mirada de las cuatro chicas presentes fue su decisión tragar sin pararse a saborear el asqueroso líquido.
Se lo había tomado todo dejando a las chicas con una clara mirada de asombro y a él con una sonrisa de suficiencia.
Sonrisa que no tardó en borrarse al sentir la rápida disminución de su ritmo cardíaco, su vista se volvió borrosa y sus oídos dejaron de captar sonido alguno.
Tessa al ver que Theo caía arrodillándose al suelo corrió para sujetarlo. De repente nació en ella un sentimiento bastante molesto mezclando un uno al que estaba demasiado acostumbrada, culpa, el sentimiento nuevo era preocupación, de la real, de la que hacía su corazón latir con auténtica fuerza. —Mierda. —Agarró el gestor de Theo dónde poco a poco aparecía una sonrisa de ebriedad. —Lo siento. —Miró hacia las chicas que hacían de tripas corazón para no reírse. —¡Diana lo has drogado!
Las pupilas de Theo se encontraban dilatadas mientras murmuraba incoherencias, sin duda el nuevo invento de su amiga contaba como droga fuerte.
—Genial, Diana. —Marina sonrío. —Has inventado la droga para lobos. Yo quiero.
—Y yo. —Se apuntó Clary
—Ninguna va a tomar una mierda. —Probablemente esa ha sido la oración más responsable jamás dicha por la pelirroja, quién dirigió mirada hacia Theo quien hacía una trompita con los labios hacia Tessa. —Etta está por vistiarmos—Se lamentó la chica. —Si me atrapa en esta situación me mata, me asesina. —Las ultimas palabras se las había dicho más a ella que a las chicas que decidieron ignorarla y ponerse a preparar más mezcla.
...
Su cuerpo lastimado se encontraba oculto en las sobras, en el único lugar donde la luz no arruinaba su paz en la pequeña jaula de acero. Tenía frío y hambre, sus músculos maltratos dolían como el demonio, su pálida piel estaba llena de moretones, pero aún así, envuelta en su propia suciedad se encontraba sonriendo.
Una nueva visión había llegado en medio de la noche, una visión que la hacía recuperar las esperanzas, que la hacía sentirse viva nuevamente.
Vio el cuartel arder, escuchó los gritos del asesino, escuchó los ruegos de su alma pidiendo perdón, los vítores de los fantasmas de sus víctimas que bailaban en el humo. Pero la causa de su sonrisa no fue nada de eso. Fue verla ahí, mirando con sus labios teñidos de rojo la escena, sus ojos oscuros centelleaban en la distancia viendo toda la destrucción que había causado.
Su cabello rojo como el fuego provocado danzaba con los fantasmas en el viento, su vestido blanco estaba manchado de cenizas y sangre, al igual que su mano dónde aún sostenía el candelabro que lo había iniciado todo. Cuando los gritos cesaron, y su rostro fue iluminado por el fuego, el color de sus ojos cambió, ya no eran amarillos como el sol... Ahora estaba tintados de rojo, como el de su víctima, como los de la persona que hizo arder.
Ya no era una omega, se había convertido en toda una alfa. Nunca había sido más ella misma que en ese momento.
La mujer susurró el nombre de la chica de su visión sin miedo a ser escuchada, de hecho quería que todos las escucharan que todos supieran que el demonio estaba despertando. —Teresa
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Dangerous➳Teen Wolf \ Theo Raeken✔
Fanfic🐺🍓-𝓣𝓱𝓮 𝓭𝓪𝓻𝓴𝓮𝓼𝓽 𝓷𝓲𝓰𝓱𝓽 𝓷𝓮𝓿𝓮𝓻 𝓯𝓮𝓵𝓽 𝓼𝓸 𝓫𝓻𝓲𝓰𝓱𝓽 𝔀𝓲𝓽𝓱 𝔂𝓸𝓾 𝓫𝔂 𝓶𝔂 𝓼𝓲𝓭𝓮 Tessa desde niña había tenido una creencia. «Los lobos son malos, hay que matarlos » Pero todo cambió cuando en medio de una caza, fue mo...