𝗛𝗘𝗥𝗘 𝗪𝗘 𝗖𝗢𝗠𝗘

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– ¿Tendrás un partido de práctica con Seijoh? – Repitió Goshiki con una sonrisa burlona en su rostro

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– ¿Tendrás un partido de práctica con Seijoh? – Repitió Goshiki con una sonrisa burlona en su rostro.

– ¡Ya basta, Tomu! ¡No te rías! – Reclamó Tobio con el ceño fruncido.

Kageyama había ido a casa de Tsutomu después de su charla con Daichi y Sugarawa. Empezó por contarle el pequeño dato de su práctica con el "equipo innombrable" (así es como Goshiki solía llamar a Seijoh cuando se enteró de todos los sucesos con algunos miembros del equipo).

– ¿Qué es lo que quieres que haga? – Carcajeó Goshiki. – No es como si pudiera ir a tu partido.
Kageyama gimió en descontento. Y Tsutomu suspiró.

– Kyoutani estará ahí ¿no es así?

– ¡No! ¡Al idiota lo suspendieron!

– ¿no es la segunda semana de clases apenas?

Tobio lo miró con resignación. – Estamos hablando de Kentarou, Tomu. No me sorprendería que lo suspendieran el primer día.

Tsutomu volvió a reír. – ¿Y bueno? ¿Planeas no ir?

– No haré eso. Oikawa seguramente quiere poner a Sugarawa-san en mi contra. Y no va a suceder. El equipo está siendo amable conmigo.

– ¿Ellos ya saben que eres omega? – Interrumpió el alfa.

Tobio desvió la mirada y asintió y Goshiki bufó.
Kageyama era un mal mentiroso. Tenía ese hábito de desviar la mirada y mentir. Así que era realmente fácil saber cuándo estaba ocultando la verdad.

– ¡Tobio!

– ¡Ellos no preguntaron! ¡Y los parches y supresores hacen mi olor casi nulo! – respondió a la defensiva.

Tsutomu sólo pudo fruncir más las cejas. – ¿Qué? Creí tu madre te había dicho que los usaras únicamente en tu celo o tu calor iba a empeorar.

– ¡Ya lo sé! – Se quejó. – Pero... ellos creen que soy un beta y, no tengo que lidiar con tantas cosas así.

Goshiki se acercó a donde estaba Kageyama. – Tobio...

Vio a Kageyama hacer un puchero y suspiró. – Úsalos sólo para ese partido de práctica, será peligroso para ti si los usas todos los días, Tobi.

Kageyama abrazó una de las almohadas de Goshiki y gruñó.

– Tobio, mírame. – Regañó Tsutomu. El omega lo hizo de mala gana. – Tú fuiste el que estuvo sufriendo los días de tu celo, podrías dañar tu salud así. Y si dañas tu salud...

– No podré jugar voleibol. – Completó Tobio con resignación. – ¡Ya! ¡Suenas como mi hermano! – Sus labios se fruncieron ante la mirada juzgadora del alfa. – No uses esa mirada conmigo, Tomu. – Dijo mientras intentaba retar al chico. Sin embargo Goshiki no quitó los ojos de Tobio. En su lugar únicamente se cruzó de brazos. – ¡Está bien! Sólo el partido y no los usaré más.

𝗯𝗼𝗲𝘁𝗵𝗶𝗮 ━ kageyamabowlDonde viven las historias. Descúbrelo ahora