Hinata siempre está divagando. Con esa energía hiperactiva que le permite estar en tantas cosas como desee. Que su mente simplemente salte de un tema a otro.
Y estar preocupado o ansioso por algo durante mucho tiempo definitivamente no era algo usual.Él podría decirte que estaba bien, que cualquier cosa que hubiera pasado estaba olvidada y que no era gran cosa. Lo fue en ese momento.
Estaba molesto y le gruñó; nunca había visto a Tobio como menos, jamás se atrevería, quiere justificarse con eso, pero incluso él sabe que sería tonto. Tobio respondería, tal vez, gruñéndole de vuelta, porque es lo que él hace. No da pasos atrás.Hinata puede alardear de que lo conoce mejor que todos los demás. Puede disfrutar de ser el alfa que pasa más tiempo con Tobio y con el que, el omega, jamás intenta esconder su olor.
Y ese día hubo algo diferente. El olor endulzado gravitaba.
Hinata no se queda demasiado tiempo pensando en las cosas. De haberlo hecho, se hubiera dado cuenta de que su setter estaba en celo.Era inusualmente observador con Tobio. Y cuando se desconectó de él simplemente no pudieron seguir el paso del otro.
La discusión se salió de control. No se suponía que sería así.Tobio no llegó al día siguiente.
Le dio tiempo de pensar en eso. Porque sin él no se sentía correcto. Nada de esto parecía natural.
El reconocimiento llegó a su pecho como un cuchillo caliente y recién afilado. El olor suave, la personalidad más relajada un día antes de su discusión y la no respuesta a su gruñido.Su gruñido. Le había gruñido a un omega en celo. Su setter, su omega.
La culpa revolvió su estómago.
Tenía que arreglar esto de algún modo.Le preguntó vagamente a su madre acerca de lo que podría haber causado.
"Un gruñido a un omega en celo es doloroso, por supuesto, un gruñido de alguien cercano a ti siempre es desconcertante y entristecedor. Como que alguien que quieres te diga cosas horrendas en tu peor momento. No es que decidamos que se sienta así, las emociones del lobo son tan sensibles que afectan todo lo demás. Un omega triste no es bueno para nadie, mucho menos para sí mismo" Ella explicaba mientras Shoyo colocaba los platos en la mesa. "No debería estar sola o solo, mucho menos en las calles, es peligroso para ellos... para nosotros. Quiero decir, tu lobo simplemente bloquea sus sentidos para ocupar su mente en cómo puede ser mejor para la persona que le gruñó"
Shoyo siente que le tiemblan las manos. Una picazón en sus ojos empieza y su lobo está enloquecido y quiere correr con Tobio. Pero, honestamente, no se siente merecedor de verlo.
Su madre se había sentado en la mesa y lo observaba con una pequeña sonrisa lastimera. "¿Vas a decirme qué sucedió?" Y él le dice. No puede mirar a los ojos a su madre; eso puede ser más doloroso para él.
Ver a su madre aquí le recuerda que la de Tobio no está en casa... lo hace sentir peor.
"Sho, cariño, no puedo decirte cómo mejorarlo. Mucho menos si algo sucedió después de la pelea, en su caminata a casa. Pero, puedo decirte que lo menos que puedes hacer, por ahora, es disculparte. Eres grandioso con las palabras, y he visto cómo te expresas de él, puedes enmendar esto"
Shoyo confía en que puede hacerlo. Eso cree.
Dos días sin Kageyama y al tercero ni siquiera logra verlo por la mañana. Su entrenamiento dividido hace que no pueda hablar con él.
Y de todos modos, Kageyama no habla con nadie (aparte de Yachi y Takeda). Está evitando a todo el que se cruce en su camino.
Sigue practicando y se va primero, con la excusa de estar ocupado.
Shoyo no es tan idiota. Su manada tampoco lo es.
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𝗯𝗼𝗲𝘁𝗵𝗶𝗮 ━ kageyamabowl
Fanfic"Los omegas no juegan deportes, son delicados, van detrás de alfas y están hechos para ser protegidos" Kageyama Tobio, un omega, piensa ¿qué clase de mierda es esa? • contenido +18