"Los omegas no juegan deportes, son delicados, van detrás de alfas y están hechos para ser protegidos"
Kageyama Tobio, un omega, piensa ¿qué clase de mierda es esa?
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Pánico.
No podía llegar tan pronto. Había estado retrasando su celo con los supresores para que no interrumpiera las actividades del club, sabía que no podría posponerlo más o traería consecuencias a su cuerpo.
Mierda, mierda, mierda.
Maldiciones eran todo lo que se repetía en la cabeza de Tobio. Escapó del gimnasio en busca de su teléfono, ignorando las llamadas confusas de su entrenador y de su manada.
Tenía, aproximadamente, un día, según su calendario, para prepararse para su celo.
La cuestión es
1. - No está en su casa.
2. - Está rodeado de alfas
Y
3. - No tiene ningún parche con él.
Un evento fatídico que es inevitable.
Presiona el contacto de su madre y ella contesta después de dos intentos mandados al buzón de voz.
– ¿Tobio? – Se escucha la suave y melódica voz de la mujer. Tobio siente que se relaja por un momento antes de que el pánico lo aprese nuevamente.
– Mamá, yo... – Prensa sus labios. Probablemente será reprochado, pero no tiene otra opción más fácil. No quiere dejar el campamento por sus estúpidos cambios hormonales.
– Es tu celo ¿no es así? – Dice después de un suspiro.
Tobio asiente a pesar de que ella no puede verlo. – Sí y yo... estoy en el campamento de entrenamiento en Tokio. No quiero irme, y... no sé qué hacer. Si lo menciono no me dejarán jugar.
Oye a su madre intercambiar palabras con alguien más, pidiendo unos minutos para atender la llamada. Tobio se siente culpable de haber interrumpido algo que, seguramente, era más importante que él quejándose.
– Escucha, probablemente no te va a gustar lo que voy a decirte. Es eso o irte de ese campamento.
– ¡Lo que sea! ¡Lo haré! – Exclama desesperado.
Su madre se queda callada unos segundos. – Tienes que encontrar un compañero.
Oh
Lo odia. Sí, la idea completa de tener que buscar un alfa debido a su debilidad durante el celo. Sin embargo sólo tiene dos opciones.
Ahora entiende a la perfección la definición de Konoha. Apasionado, sí, porque de otra manera mandaría a la mierda todo esto.
Un compañero. Alguien con quien tener sexo durante el celo del omega. Tobio no lo imaginó ni en sus peores pesadillas.
– La otra opción es que llames a Miwa para que vaya por ti. Y puedas estar cerca de Alisa.
Tobio miró la puerta. Estar aquí era una gran oportunidad para su manada, era importante para ellos y era importante para él. Quería crecer con ellos y no quedarse atrás. – Voy a encontrar a alguien.
