𝗯𝗼𝗲𝘁𝗵𝗶𝗮 ━ kageyamabowl

𝗕𝗜𝗧𝗧𝗘𝗥

El partido ciertamente no estaba yendo bien. Las ideas y decisiones que tomó fueron simples reflejos e impulsos de los cuales ignoró las respectivas consecuencias.

Después de no poder soportar más el nerviosismo de Hinata (y el golpe en su cabeza fue el detonante) simplemente no pensó cuando arrojó el parche por un lado y le ofreció su muñeca. Ahora, era eso o noquearlo. La segunda idea era tentadora, y sin embargo, sabía que no era muy buena.

Eso funcionó. Hinata se calmó y, por supuesto se ganó esa mirada de sorpresa de parte de cualquier persona que le rodeara. Decidió no prestar atención, ignorarlo y hacerse el tonto ante el hecho de que nadie tenía idea alguna de su subgénero.
Luego se encargaría de las preguntas de su equipo. Cualquier persona fuera de éste que tuviera dudas o algo que decir, podría irse a la mierda.

Pero ese "luego" llegó muy pronto. Después de que él y Hinata lograran su primer punto con el ataque rápido, las cosas... cambiaron. No podría decir si fue para mal o para bien.
Sugarawa y Daichi ya eran amables, pero este intento de contacto con él era simplemente diferente a la amabilidad anterior. Incluso Tanaka pareció vitorear más y alegrarse excesivamente. Ennoshita lo miraba desde lejos y le daba palmadas cada que lograba algo.
Claro que notó los toques leves de su equipo en él, pero trató de concentrarse, estaba bien dentro del partido, si el contacto desesperado los volvía mejores jugadores, entonces no tenía problema alguno. Siempre y cuando todo esto se mantuviera en la cancha.

Diablos, incluso Tsukishima parecía bromear de una manera más suave y sin ese veneno en su voz que había encontrado la primera vez que hablaron.
Lo notó cuando las posiciones volvieron a rotar y Tsukishima y él se emparejaban para bloquear.

– Oh, ¿así que el bloqueo también es uno de tus puntos fuertes? No te exijas tanto – Soltó el rubio casi riendo, pero Tobio lo sabía mejor, faltaba el remate a su broma. – Después de todo sólo mides 180.

Kageyama sonrió ladinamente. Molesto, pero no enojado. – Idiota, asegúrate de que no te vueles con el viento. – Le envió una mirada de reojo sin perder la posición de bloqueo. – Siendo tan alto y tan flaco.

Sus brazos empezaron a empujarse entre ambos. Pero Kageyama podía sentirlo. Ninguno de los dos estaba realmente enojado.
Después de bloquear efectivamente a Iwaizumi sólo fue más claro.

– Espera, yo fui quien bloqueó eso. – Fue lo que dijo Tsukishima con las cejas alzadas.

– ¿Ah? ¡Mi mano fue la que lo golpeó!

Y detrás Hinata sonreía más de lo usual.

– ¡Deja de sonreír como idiota! – Reprochó Kageyama.