Había estado pensando constantemente en el hecho de vencer a Aoba Johsai.
Un escalofrío recorriendo su espalda cada vez que la idea de estar cerca del equipo llegaba.Y luego estaba Goshiki, quien no había respondido a ninguna de sus llamadas el día anterior y luego se excusó diciendo que tenían partidos que ganar. Maldito bastardo presuntuoso.
Demasiado absorto en sus pensamientos, casi ensimismado, como para prestar atención a su alrededor.
Camina lentamente hacia la máquina expendedora y la mira por un momento. Siempre es difícil decidir si quiere yogurt, gelatina o leche, hace un puchero antes de suspirar y presionar dos botones a la vez dejando que la máquina decida por él.No nota cuando un chico (alguien a quien definitivamente no conoce y jamás había visto en su vida, a pesar de que, aparentemente, estudiaban en el mismo lugar) se acercó demasiado.
Kageyama sólo le dio una mirada de reojo antes de agacharse por el producto que la máquina había arrojado y luego darle la espalda al tipo.– ¿A dónde vas? – Tobio no voltea. Se entretiene tratando de abrir la envoltura del popote de la caja de leche.
Sintió su mano ser jalada y él la apartó con brusquedad.– ¿Qué quieres? – Pregunta por fin. No está de humor para esto hoy, no conoce al chico, no es de su agrado y su aroma es horrible.
– Hablar contigo solamente. No seas tan grosero.
Kageyama bufó. – Yo no quiero hablar contigo, no me digas cómo actuar, y déjame en paz.
Su muñeca fue apresada nuevamente. Los dedos del alfa desconocido se ceñían en su piel. Kageyama no quería hacer un escándalo innecesario por un asunto burdo. – Suéltame. – Ordenó. Sus ojos en su brazo siendo lastimado; definitivamente dejaría marca.
– No me has escuchado aún. Nuestra reunión apenas comienza, bonito. – Tobio se sintió asqueado, el chico tomó su caja de leche para sorber del popote; Kageyama jaló una vez más su mano.
– Puedo dejarte el ojo morado si quiero. Suéltame. Ahora. – remarcó sus últimas palabras para después gruñir.
El chico estaba sordo, demasiado estúpido o demasiado engreído. Lo que fuera, Kageyama no podría contener su molestia por mucho tiempo.
Escuchó unos pasos acercándose. Y si el escándalo iba a formarse de todos modos... – ¡Hey! ¡El dijo que lo suelte-
El chico no alcanzó a expresar su oración completa cuando Kageyama golpeó la cara del alfa con su mano libre.
Mientras el chico se quejaba, Tobio tomó la caja de leche y la exprimió en el rostro del alfa.
– Si lastimaste mi muñeca y no puedo jugar bien por eso, voy a hacer que te arrepientas cada segundo de tu mísera existencia ¿me oyes?– No se va a quedar así. – Replica el alfa mientras empieza a alejarse.
– Uhm... Kageyama. – El chico que estaba por interrumpir resultó ser el pequeño Hinata, quien veía al chico golpeado con una mirada enojada. Esa mirada que Tobio descubrió no quería que fuera dirigida a él. – ¿Estás bien?
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𝗯𝗼𝗲𝘁𝗵𝗶𝗮 ━ kageyamabowl
Fiksi Penggemar"Los omegas no juegan deportes, son delicados, van detrás de alfas y están hechos para ser protegidos" Kageyama Tobio, un omega, piensa ¿qué clase de mierda es esa? • contenido +18