𝗯𝗼𝗲𝘁𝗵𝗶𝗮 ━ kageyamabowl

𝗠𝗘𝗧𝗛𝗢𝗗

Kenma no es del tipo que le toma mucha importancia a las cosas. No se presiona demasiado.
Obsesionado únicamente el nivel del videojuego que no ha podido completar.

Kuroo opina que es algo aferrado. Pero Kenma no puede pensar en otra cosa que lo haya hecho sentirse tan enganchado. Lo que no es problemático, pero también significa que tiene una demasía de falta de interés en cualquier otra cosa.

Y como tiene falta de interés por cualquier cosa, todo el mundo esperaba que se presentara como un beta. Él mismo esperaba presentarse como beta, porque sería mucho más fácil, no tendría que lidiar con las feromonas, la rutina alfa o celo omega, o toda la estupidez que le prosigue.

Kuroo se presentó como alfa y eso no fue sorpresa para nadie. Era un idiota y un líder. La combinación perfecta (según el propio Kuroo).
Y luego Kenma también. Y fue sorpresa para todos.

Porque nadie esperaba que Kenma fuera un alfa, pero Kuroo lo celebró como si hubiera sido ganador de un Grammy.

No le interesaba ser alfa. Más allá de su rutina, no se preocupaba por otra cosa de su casta. No le interesaba definir quién era un alfa más fuerte, o si era mejor en algún ámbito en el que otro no, o si a los omegas les gustaba su aroma.
Lo último en especial es de poca redundancia, a Kenma no le interesa cortejar a nadie.

O eso había dicho desde que se presentó. Y había sido verdad porque no había aroma que le interesara, tampoco se interesaban mucho en él para variar. Kuroo aseguraba que había omegas esperando a que él quitara la vista de su videojuego, Kenma no creía palabra de eso.

Y un día, que prometía ser igual de exasperante como cualquier otro, toda el aura tranquila de su lobo se derrumbó. Como una hoja de papel con una corriente de aire, simplemente se esfumó.

Y ni siquiera fue gran cosa. No lo estaba intentando, no se estaba divirtiendo, pero él estaba a un lado.
Pisaba con fuerza, se movía con elegancia y olía a arándanos.

Vio a Kuroo observarlo todo el partido. Prácticamente embriagándose con el único aroma omega de la corte.
Pero Kenma estaba seguro de que no era porque fuera el único, porque Kuroo fue quisquilloso, contrario a lo que la gente solía creer de él, era un alfa que no le coqueteaba a cualquiera, a menos que le interesara en serio. Y la rapidez con la que esto sucedió fue atosigador.

"Deja de intentar cambiar tu aroma, es espantoso" le dijo Yaku. Kenma estaba de acuerdo.
No tenía idea de lo que Kuroo quería lograr, pero fuera lo que fuera, por su ceño fruncido, podía darse cuenta de que no estaba funcionando.

El omega de Karasuno. Kageyama. Fue difícil de manejar.
Aterrador, en toda la extensión de la palabra.

Kenma tenía un profundo control sobre sus instintos, no tuvo problema en un principio, el aroma dulce no lo embriagó y no lo hizo mirar más de lo necesario.
Hasta que el olor cambió de manera drástica.
No estuvo seguro de si fue a propósito, lo cierto es que no se detuvo a pensar en eso cuando su lobo respondió instantáneamente haciéndolo gruñir.