𝗯𝗼𝗲𝘁𝗵𝗶𝗮 ━ kageyamabowl

𝗔𝗟𝗣𝗛𝗔

Kageyama Tobio es un omega capaz, fuerte, hábil e inteligente... pero realmente, en serio, con cada partícula de su ser, odia la escuela y cualquier actividad académica.
Miwa solía decir "sólo necesitas un empujón, aprendes rápido y memorizas con facilidad ¿cuál es el problema?" El problema es que el empujón que necesitaba era más bien que alguien lo llevara al precipicio en auto y luego ese alguien esperara a que él se bajara de ese auto por su propia cuenta.
Pero estoy divagando.

El punto de todo esto es: estudiar, exámenes, aprobar, Tokio. En ese orden.
Odiaba la escuela y el empujón nunca llegó.
Y pedirle ayuda a Tsukishima iba a ser humillante. Su orgullo golpeaba en su cuerpo con fuerza y le gritaba que se diera la vuelta y saltara del precipicio él sólo.

Tsukishima era arrogante, malo, sarcástico, molesto y usaba sinónimos de manera innecesaria.
Pero Tobio en serio quería ir a Tokio.

Escuchó a Hinata pedir a Tsukishima y su estómago casi se revolvió.

Tsukishima miró a Tobio con una sonrisa. Una de esas sonrisas que Tobio quería borrar de su rostro con un puñetazo.
Pero no estaba aquí por eso, quería ayuda, iba a conseguir ayuda.

El rubio tomó el mentón de Tobio, el omega se abstuvo de fruncir el ceño o amargar su aroma.

– Es muy cobarde dejar que el enano haga todo eso por ti. – Dijo Tsukishima mientras que la suave caricia en su mentón le causa escalofríos a Tobio. – ¿No tiene algo que decir, majestad?

Tobio mira a los ojos dorados de Tsukishima por unos segundos. El hecho de que esté siendo dócil y considerando la estúpida idea de pedir con amabilidad y terminar con un "por favor" al alfa le causa náuseas.
Que Hinata diga la palabra "rogar" lo hace aún peor.
Tobio está pidiendo apoyo, no rogando. Di eso de nuevo, Tobio irá a casa a leer diez libros antes de aceptar que rogará.

Pero al final lo hizo (si alguien pregunta, fue de forma grosera ¿de acuerdo?). Le molestó la forma suave en la que salió su voz la primera vez.

– Enséñame, por favor

¡Puaj! Y sabía a la perfección que el alfa lo había oído por la manera en la que el olor a limón incrementó y la sonrisa se ensanchó, sin embargo, Tsukishima volvió a preguntar con la excusa de no haber escuchado correctamente.
Entonces la paciencia y el poco autocontrol de Tobio se fueron por la borda y gritó e insultó.
Pero el alfa no dejó su sonrisa.

Para el bien de la reputación de Tobio, Tsukishima aceptó al final. Porque de no haber sido así, su orgullo estaría siendo pisoteado, arrugado y tirado a la canasta de basura.

Tsukishima le ofreció enseñarle en su propia casa. Personalmente se preguntó si, tal vez, Yamaguchi tendría algo qué ver con eso.
Kageyama, por actos de problemas desesperados requieren medidas desesperadas, aceptó.
Descubrió que la casa del rubio no estaba lejos de Karasuno, fueron tres cuadras acompañado de Yamaguchi hasta que el beta no se quedó para tocar la puerta de la casa y Tobio hizo un puchero al verlo irse.