Una Kenz hormonal.

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Capítulo 40/Mackenzie.

Una semana antes.

Ya me estaba preocupando el hecho de estar tan extraña, enferma e incómoda conmigo misma y me percate de algo que me dejo aún más preocupada.

Yo jamás, follaba con Adrik un quince de cada mes, jamás, ese día me llegaba la regla y no quería que nadie me tocara. Pero ya estábamos a veinte y lo habíamos estado haciendo como por más de una semana seguida, eso significa que follamos el quince.

Yo era muy regular y puntual, así que para sacarme la duda de encima, fui lo más camuflada que pude a una farmacia para que no se dieran cuenta que era yo, ya que los paparazis me seguían a todos lados. Compre lo que necesitaba sin que nadie se diera cuenta y rápidamente me fui al departamento. Adrik no estaba ya que eran recién las tres de la tarde y él nunca estaba en casa a esa hora.

Entre al baño y aunque estaba sola en él departamento cerré la puerta con llave, acomodé las tres cajas en el mesón, justo al medio de los dos lavamanos y las quede mirando como por cinco minutos, agite mi cabeza y abrí la primera siguiendo las indicaciones que tenía que hacer, después hice lo mismo con la segunda y la tercera.

Los volví a acomodar los tres sobre sus respectivas cajas y espere.

Camine, me desespere, salí al balcón, di vueltas por el departamento entero esperando el resultado, hasta que me pase del tiempo y fui a ver lo que había estado esperando. Jugué con mis manos que estaban heladas y me acerqué a ver lo que decía, los tres decían exactamente lo mismo.

Embarazada.
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Tome con las manos temblorosas unos de los tres test y me mire en el espejo que estaba al frente.

Joder, estaba embarazada.

Tome aire apoyándome en el mueble y una especie de corriente eléctrica paso por mi cuerpo, dándome escalofríos, iba a ser mamá, iba a formar una familia con Adrik. Una sonrisa paso por mi rostro y me limpie la pequeña lágrima que me corrió. Tome los test y los escondí en el mejor lugar que pude, donde sabía que Adrik no los encontraría. Volví a la empresa pero no me pude concentrar en todo el día, estaba paveando, la imagen de los tres test positivos se había quedado en mi cabeza y solo pensaba en lo que se iba a venir en estos meses.

Estaba más que nerviosa por la reacción de Adrik cuando le contara, no sabía si le iba a alegrar o no, pero para no ser tan directa ni aburrida, le hice esa especie de juego. Mis manos tiritaban mientras estaba apoyada en el marco de la puerta que daba al balcón. Al momento de sentirlo bajar por la escalera, dar la vuelta y ver su rostro, me relaje al instante y un peso se me quitó de encima y me emocione demasiado porque supe que la noticia le había gustado.

Al día siguiente les pedí a Mary, Reinalds, Violeta y Jake si podían esperarme en la casa de los primeros dos para poder conversar con ellos, no tenían ni idea de la noticia que les iba a dar. Iba a ir yo sola y le dije a Adrik que no se preocupara porque no podía ir, él tenía una reunión importante.

—¿Qué pasa Kenz?—me pregunto Vi.

Los cuatro estaban sentados frente a mí y Derek se quiso sentar a mi lado mientras jugaba con sus juguetes. Yo acariciaba el cabello de mi ahijado y sonreí mientras miraba a los cuatro y no se porque tuve que tomar aire para poder decirles, estaba muy nerviosa.

—Estoy embarazada.

Sus rostros eran de sorpresa, emoción y alegría.

—¡No inventes, no inventes, no inventes!—grito Violeta sonriendo.

La luz que perdimos\\luz-2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora