El primer latido.

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Capítulo 44/Mackenzie.

—¡Ahg, me veo mal!—enojada tire el pantalón lejos.

Fui a revisar la ropa de nuevo y agarre un vestido para probármelo.

—¡Aaaaaa, no me cierra!—me lo saque rápidamente y lo lance hacia no sé dónde.

Tome unos tacones con tiras muy lindos y al ponérmelos me apretaban.

—¡Noooo, tengo los pies hinchados!—lloriquee.

Rendida fui y me lance a un sofá del vestidor en ropa en interior, mientras me pasaba las manos por mi rostro.

—Pero si te ves bien.—me dijo Violeta.

—¡Violeta no me veo bien!—le grite—¡no tengo ni cuatro meses de embarazado y parezco una puta morsa, mis tetas parecen no sé qué, se me ancharon las malditas caderas y me duele hasta el maldito dedo meñique del pie!

—Que te ves bien.

—¡Mentira!, es tu culpa, me diste ese pay de limón, me pude haber ahorrado como unas 500 calorías, pero hiciste que me lo comiera.

—Ay Mackenzie, joder, que exagerada eres, con suerte has subido un kilo desde que empezó el embarazo. Sigues igual.

—Me estas mintiendo para hacerme sentir mejor.—dije mirando el techo mientras sentía que las lágrimas me corrían por las mejillas.

Nunca me importo mi aspecto físico, ni le tomaba importancia, pero no sabía porque me preocupaba tanto por el ahora, quizás estaba exagerando y estoy igual que siempre, pero emocionalmente no me sentía cómoda.

—No.—se sentó a un lado de mi cabeza—¿recuerdas esa vez que te dije que se te veía mal un vestido rosado?—asentí—¿o esa vez que te dije que ese peinado no iba con tu outfit?—volví a asentir—¿Cuándo te dije que ese conjunto de lencería de ese color era feo?—asentí—¿ves?, te diría si te ves mal, como las veces anteriores en las que te he dicho que algo no te iba, esta no iba a ser la excepción.

Me limpio las lágrimas con su mano.

—Y tú tienes un cuerpo de puta madre, quizás te sientes mal solo por las hormonas y emociones del embarazo, pero te ves bien y sigues igual que siempre. Así que sigamos viendo que te puedes poner para la fiesta de Halloween o vamos a comprar algo.—le sonreí—ven.

Hizo que me levantara y que de nuevo me pusiera el vestido que había lanzado ya que no me cerraba.

—Y si te cierra.—vi a través del espejo como subió el cierre con facilidad—solo que no alcanzabas con tu brazo a cerrarlo bien del todo.—le sonreí.

Al final fuimos a ver ropa para la fiesta, la temática era los años 80, estuvimos buscando toda la tarde algo para cada una. Cuando volví al departamento Adrik no estaba y aún era algo temprano y como la salida me había dejado algo cansada apenas me acosté por un rato me quede dormida sin querer.

Cuando desperté ya estaba oscuro y de noche, me levante y lo primero que hice fue ir al baño, cuando salí escuche ruido que venía de la cocina y por un momento me asuste pensando que era alguien que no era Adrik, como estaba descalza no se escuchaban mis pasos por el pasillo, camine sigilosamente hasta ver hacia la cocina sin que la persona se diera cuenta.

Oh Dios Mío.

Literalmente estaba viendo una película porno en esos momentos, Adrik estaba en la cocina, así que me calme al saber que no era un desconocido, pero no estaba sentado comiendo o cocinando algo. Sino que estaba limpiando.

Con audífonos puestos.

Pasando un traperito por todos los muebles.

Estirando sus brazos y espalda.

La luz que perdimos\\luz-2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora