Sakura Haruno se vistió y se preparo para ir a la universidad, cepillo su cabello rosado, reviso sus redes sociales y bajo la escalera para reunirse con su familia. Su padre bebía un té mientras leía el periódico, tenía una bien avastecida tienda en el centro de la ciudad y cada día salian juntos, él la dejaba en la puerta del edificio de ciencias y se iba a trabajar. Su madre se quedaba en casa, y hacia sus tareas tranquila esperando que su familia regresara por la noche.
Tras el desayuno, Mebuki despidió a su hija y a su marido Kizashi sin saber que nunca volverían a verse. Que ese seria el ultimo beso que le daría a su paciente y amoroso esposo, que no volvería a darle un fuerte abrazo a su hija mientras la regañaba por no llevar abrigo.
El sector de la ciudad donde tenían su casa fue uno de los mas afectados cuando la lluvia de meteoritos azotó el planeta. Prácticamente destruido, ningún ser humano podia escapar de las llamas. La tierra tembló, se abrio, los edificios cayeron por enormes grietas, tragándose todo como bocas de concreto que se abrian, engullendo casas enteras.
Durante la peor parte de esa masacre de la naturaleza, el coche de Kizashi se refugio bajo un puente, junto con muchos otros vehículos con familias que empezaban el día como cualquier otro, nadie se esperaba la lluvia de rocas que destruyo las ciudades una tras otra. Fue imposible para él, regresar a donde una vez estuvo su casa. La grieta en el suelo era como ver "El gran cañón". Una parte de su corazón se rompió al saber que no volvería a ver a Mebuki. Pero aún le quedaba su bella hija. Kizashi haría lo que fuera por mantener a Sakura a salvo.
En pocos meses la humanidad fue casi exterminada...
Estuvieron desolados por mucho tiempo. La presencia de la matriarca de la familia acosando sus sueños.
Las cosas se ponían cada vez mas rudas. Había que reunir suministros, y alejarse de las zonas pobladas llenas de peleas constantes.
En los primeros meses, se escondieron en la tienda. Los objetos de camping que vendía Kizashi, le sirvieron durante un tiempo.
Cuando el agua empezó a escasear, la energía se fue y se sumieron en la oscuridad y el polvo. Tenían linternas, tenían bolsas de dormir, tenían cañas de pescar, tiendas de campaña, arneses para escalar, muchas cosas para sobrevivir.
Pero su tienda fue asaltada por un gran grupo de hombres. Todo era útil, por lo tanto fue robado.Sakura se había aventurado a un pequeño café que estaba a unos metros.
Desde la vidriera del lugar, escondida tras unas mesas que se hallaban volteadas, con su pequeño tesoro; una bolsa de cafe, algunos sacos de te y azúcar en sobres. Sakura vio como su padre luchaba en vano por defender parte de los suministros que tenían.
"Dejalos que se lleven todo" pensaba, mientras ríos de lagrimas corrían por sus mejillas. Al ver como su padre recibía un culatazo, propinado por una escopeta recortada.
Los hombres arrojaban todo en una vieja camioneta.Pero Kizashi, solo quería proteger esa tienda de campaña, se aferraba a ella con su vida. Las cosas empeoraban día a día y esa tienda podía ser el refugio de su única hija si debían irse de ahí.
Otro fuerte golpe y una serie de patadas, fueron suficientes para que el hombre cediera y cayera desmayado sobre la calle.
Ahogando un grito contra el dorso de su mano. Espero a que se marcharón y corrió deprisa hasta su padre.
La tienda era un caos, pero no habían encontrado la puerta del deposito tras la estantería de cantimploras. Saku previendo que las cosas se ponían duras, reunió suministros y los había escondido.
Arrastro el cuerpo de su padre y tiro de la cadena que bajaba la persiana metálica de la tienda.
-¡Papi!- sollozo. Una herida sangrante en la sien de su padre era lo que mas asustaba a la joven.
Busco un saco de dormir y lo puso bajo su cabeza.
Sus conocimientos médicos eran básicos. Siempre les había gustado acampar, sabia de armas, de pesca, de nudos para sogas, de trampas para cazar, pero nada la había preparado para quedarse completamente sola.Su padre respiraba lento y con dificultad, su estómago se ponía cada vez mas morado a causa de las patadas recibidas y posibles heridas internas. Había usado todo el vendaje del botiquín de primeros auxilios para cubrir el corte sangrante de su cabeza.
Dos días y Kizashi no despertaba ni mejoraba. Sentada a su lado, Saku se mecia a si misma. Rogando que su padre abriera los ojos, que le dijiera que debía hacer... se sentía tan perdida.
A diario se preguntaba por sus compañeras de la universidad, por sus amigos, sus tios... ¿Habría alguien con vida? O solo le quedaba su padre y estaba cerca de perderlo.
Otros dos días siguieron iguales...
Ella no quería perder la esperanza. Pero tampoco era estúpida. Su padre no mejoraba. La herida en su cabeza se empezaba a infectar. Estaba palido, deshidratado y sin la atención adecuada, tenia las horas contadas.Resignada empezó a juntar los suministros en una mochila de viajero. Tenia dos preparadas, una para su padre y otra para ella.
Lloro mucho mientras vaciaba una de las mochilas y ponía todo lo que podía en la otra.
Buscaría tierras altas, si lograba llegar hasta el Monte Kasadori en Enzan estaría cerca del nacimiento del rio Tama, de allí, fluye hacia el este en Tokio, donde forma el lago Okutama sobre la represa de Ogochi. Esa zona esta llena de bosque y puede que la vieja plataforma de caza que su padre usaba siguiera en pie.Habían visitado varias veces ese área. Su padre amaba cazar. Y como hija única, ella siempre lo complacía, sumándose a cada aventura. Desde niña aprendió a montar, escalar, manejar armas. Cuando sus amigas participaban en concursos de danzas, Sakura lo hacia en concursos de pesca.
Tomo el mapa y lo metió en el bolsillo de su campera. Era una gran ventaja, que hubiera dejado esa campera de abrigo en el depósito de la tienda, meses atrás. Sonrió débilmente, al recordar cuantas veces su madre la había regañado por dejar cosas en la tienda.
-Mamá...- susurró. No habían podido regresar a su casa. Todo estaba destruido y antes de que se perdieran las comunicaciones supieron que toda el área donde solían vivir estaba bajo tierra y una grieta enorme dividía el área.
Con todo listo, se sentó junto a su padre una vez mas.
Tomo su mano y espero...
El hilo que sostenía la vida de Kizashi, se corto tres noches mas tarde.Él apretó su mano con la última fuerza que quedaba en su cuerpo. Como una señal de que se estaba yendo. Nunca despertó, no hubo palabras de despedida, no hubo consejos sobre lo que debía hacer ahora. Solo el sonido de las alarmas de coches y disparos aislados que llenaban las noches. Lo cubrió con una lona. Y se marcho.
Estaba sola... su padre, al igual que su madre, también se había ido.
Cobijada por la oscuridad, salió por la puerta trasera del deposito.
Subió a su bicicleta de carrera y emprendió su búsqueda de un lugar seguro.
Todo era caos y destrucción, pero no iba a dejar que las imágenes que el mundo le ofrecía, la intimiden. Ella podía cuidarse. Ella debía cuidarse, ya no había nadie más...
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All For She- Sakura-Harem +18
FanfictionEsta historia esta INSPIRADA, repito "INSPIRADA", en la saga: "The Quads Of Galafrax" de la autora Angela Castle. Los invito a leer su maravillosa obra. Sin dudas van a amar a esos guerreros. Cuando la leí por primer vez (y... si, la leí mas de una...