8-Extraños seres del espacio

1.6K 203 25
                                    

Sentía el cuerpo pesado, no podía moverse y estaba segura que la habían drogado. Un olor masculino que ponía su cuerpo alerta la invadió.

Quería abrir los ojos pero no tenía valor suficiente para hacerlo.
¿Qué habían hecho con ella?
¿Cuántos aliens había en la nave?
Eran grandes y sin duda poderosos, uno de ellos estaba bastante furioso cuando entraron. ¿La matarían? ¿Le harían pruebas? ¡Mierda! Se encontraba aterrada, sin saber cual seria su destino.

Un zumbido bajo resonaba y le costo un poco darse cuenta lo que era. ¡La nave! Podía sentir la vibración, estaban volando. Alejándose de la tierra, nunca volveria a su planeta. Quizó llorar.
¿A dónde la llevaban? Miles de preguntas invadian su mente. ¿Quiénes eran estos seres?
¿Por qué la habían atrapado en el aire? ¿Salvarla para matarla de otra forma mas dolorosa? ¿Seria un conejillo de indias en experimentos con humanos?

Se obligo a respirar pausado. Casi empezaba a hiperventilar de nuevo.
Un aliento calido en su cuello la hizo estremecer. Empezó a temblar antes de abrir los ojos y ver a uno de los alienígenas acostado a su lado. ¿Cómo no lo había notado?
El tipo le sonrió descaradamente. Un brazo estaba sobre su estomago, reteniendola... y una increible, pero increible en todo sentido, erección, se presionaba contra su cadera.

Él arqueo sus cejas y le olio el cuello. Dijo algo en ese extraño dialecto y Sakura grito horrorizada, se sacudió, lo empujo y cayó al suelo, él alien reía frotandose el muslo donde ella lo habia pateado. Sakura gateo hasta meterse bajo una mesa.

Desde su escondite observo los rasgos del alien, eran muy humanos salvo por los ojos rojos con extrañas marcas dentro y también tenía unos pequeños cuernos en la frente. Dos de cada lado. Del tamaño de un nudillo. Casi no se veían con el pelo negro y largo cayendo sobre ellos.
Aterradoramente sexi. Pensó.

Entonces la puerta se abrió los otros tres aliens cabreados entraron.
Se veían molestos con él que se reía. Estaban discutiendo.
Uno, él que la había drogado se acerco a ella, se puso de cuclillas y le hablo, sonaba amable pero Sakura no le entendía. Se encogió y retrocedió alejándose de él.

Él que la había atrapado en el aire empujo al que se reía. Él qué parecía a cargo grito algo y los otros dos se quedaron quietos con sus cabezas bajas.

El alien que la había drogado, seguía llamándola como si fuera un gatito bajo la mesa. Sakura estaba indignada. Había sido raptada por cuatro imbéciles aliens.

De pronto la mesa sobre su cabeza fue levantada.
Una mano tiro de ella y la acuno en sus brazos. Pataleo y grito, incluso mordió al alien que la había atrapado. Mas palabras que ella no comprendía salieron de la boca del enorme alien, sonaba molesto, no necesitaba mucho para darse cuenta de eso.
Ademas los demás habían empezado a reír de nuevo. Y Sakura estaba segura que eso le molestaba mas que su mordida al extraño sujeto que había salido con ella en brazos.

-¡Quiero volver a casa!- le dijo con los ojos llenos de lagrimas.

Él la miro y pudo notar compasión en su rostro.
Era hermoso. ¡Diablos! Era realmente hermoso, no se parecía a ninguno de los otros invasores que había visto en la tierra.

-¡Quiero ir a mi hogar, por favor!- insistió.

Él acaricio su mejilla y arrastro una lágrima con el pulgar. Luego negó con la cabeza.

-¿Puedes entenderme?- dijo ilusionada. Si la entendian, insistiría hasta que la regresaran. Él asintió y siguió caminando con ella en brazos, atravesando de largos corredores con pequeñas ventanillas que mostraban oscuridad. Estaban en el espacio.

Deslizó la mano frente a un panel de control y una puerta se abrió.
Dentro no había muchas cosas, sin dudas lo que mas atrapó su atención fue la enorme cama en el centro.
Un mueble que parecía un escritorio, con extraños objetos apilados sobre el.
La dejo en la cama. Y se paro frente a otro panel. Una nueva puerta se abrió revelando un cuarto que sin dudas era un baño.

Le acerco un tazón con lo que Sakura supuso era agua. Pero sabia dulce.
Sus movimientos eran lentos, se notaba lo mucho que trataba de no asustarla. Luego se arrodilló frente a ella y trato de hablarle. Por mas que se esforzaba ella lo miraba cada vez mas confundida.

-No entiendo nada de lo que dices. ¿Van a hacerme daño?- él frunció el ceño y negó. Soltó un profundo suspiro y gruño algunas palabras mas.

-¿Puedo volver?- sus hombros cayeron cuando él negó nuevamente.
Empezó a llorar y se dejo arrojo sobre una mullida almohada. Olía como él alien a su lado. Esta debía ser su habitación. Mientras ella se deshacía en lagrimas el froto su cabeza y espalda. Mas palabras que sonaban extrañamente tranquilizadoras fueron susurradas para ella.

Luego el alien se puso de pie y la dejo sola. Con sus pensamientos revueltos.
Había sobrevivido años de tormento en la tierra para acabar en un nave con rumbo a quién sabe dónde... las cosas no podían empeorar, ¿o quizá si?

Pasaron lo que Sakura creyó que eran varias horas. Había dejado de llorar después de un rato. Tras curiosear dentro de la habitación encontró lo que parecía una lámina de algo similar al acetato, los cuatro aliens que ella había visto en la nave estaban ahí. Como si fuera una fotografia. De fondo un paisaje nevado. Y lo que parecía ser un cielo rojo con varias lunas. Era hermoso.
Había unos símbolos que ella no entendía. Se dedico a mirar a cada uno, eran muy parecidos. Demasiado. Talvez eran una familia. Sin dudas podían serlo. Eran casi iguales salvo por algunos detalles.

Empezaba a tener hambre y se preguntó si los extraños aliens podían darle algo. Analizando su comportamiento, se había percatado de que ninguno buscaba herirla. Aun no sabia lo que querían de ella, pero sospechaba que matarla de hambre no era el caso.

Se movió frente a la puerta y de inmediato se abrió. Salió al pasillo tratando de recordar el camino por el que la habían llevado ahí.
Sintió las voces de algunos de ellos y se arrepintió. No confiaba en todos ellos. Buscaba al lider, que había gritado y la había llevado a su habitación.
Giro en un pasillo y las suelas de sus zapatos de goma patinaron sobre algo húmedo.

De pronto cayó hacia un costado de la nave y se hizo un tajo en la cadera con una barra de metal que salia de un panel. Un gemido de dolor atravesó el corredor antes de desplomarse en el suelo sujetando la herida. La sangre cubrió sus manos y dos de los aliens llegaron a su lado alarmados al verla así.

All For She- Sakura-Harem +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora