6- Lista para partir

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-¡Oigan tortolos, ire por agua!- Saku sacudió las mantas fuera de la tienda. Llevaban meses juntos. Y la atracción entre Naruto y Hinata había sido inmediata. Ahora no se despegaban nunca. Lejos de sentir celos, Saku amaba verlos felices. Después de tanto sufrir, ellos eran una luz en su camino.

Hina le había contado que cuando Izumo y ella no regresaron, salieron a buscarlos. Pero nunca los encontraron. La sola mención de ese tipo había revuelto las tripas de Sakura.

Homura y Koharu habían caído en una grieta que se abrió mientras exploraban. Muchas veces se unieron a grupos y luego debían separarse. Los animales salvajes acechaban buscando comida todo el tiempo.

Las naves se habían llevado a los demás. No pudieron hacer mas que esconderse y ver como los subian a una plataforma y se marchaban. Hiruzen había tratado de esconder a los niños pero Konohamaru no estaba listo para dejar ir a su abuelo y antes de que se lo llevaran había corrido hasta él. Los seres parecian conformes con tener otro humano mas en su cargamento.

Hanabi y ella estuvieron juntas por su cuenta un tiempo, pero fueron rodeadas por una manada de lobos y mordieron gravemente a su hermana. Kiba la había salvado. Era un idiota y no había perdido mucho tiempo en exigirle sexo a cambio de cuidados y alimentos. Pero al menos no la compartía con nadie. Y cuando ella se negaba, él solo buscaba otra chica del grupo.

-¿Viste a los seres de las naves?- había preguntado Naruto.

-Eran extraños, tenían un solo ojo como los ciclopes, pero lo movían en diferentes ángulos como un camaleón. Y llevaban armas raras. Vaporizaron a un tipo que trato de escapar.- había dicho angustiada ante el horrible recuerdo. -Hay diferentes naves llegando. No se que diablos buscan, pero tenemos que mantenernos lejos.- aseguro la pelinegra.

Tanto ella como Saku ganaron peso y estaban limpias. Naruto siempre buscaba sitios donde tuvieran acceso a un lago, río o cualquier edificio que todavía estuviera en pie y con agua corriente.

Lamentablemente no podían quedarse mucho tiempo en el mismo lugar.

Extraños lasers se proyectaban desde las naves que sobrevolaban el cielo. Naruto creía que era algún tipo de scanner con el que rastrear el área buscando humanos, por lo cual, siempre estaban en movimiento.

Mas seres se acercaron a la tierra en extrañas naves, parecia como si la tierra, fuera el nuevo destino turistico para los aliens. Algunos mas aterradores que otros. Recolectaban animales, plantas, y sobre todo personas.

-No te alejes demasiado, estoy seguro que escuche otra de esas naves esta madrugada.- Naruto tenía una audición super desarrollada.

-Tranquilo, estaré bien. Solo quiero orinar, sabes que odio hacerlo cerca del campamento.- Hinata se rió mientras Sakura se alejaba entre los árboles.

Había una niebla densa, pero no parecía extraña. Desde que el mundo había colapsado, era normal que el aire siempre estuviera viciado, casi nunca llovía y el fuego desprendía nubes de humo que cruzaban los cielos. Por eso buscaban los bosques, las plantas aún hacían un arduo trabajo purificando el aire. Las zonas montañosas y rodeadas de vegetación eran las menos contaminadas. Las ciudades, por el contrario, estaban llenas de humo. Lo que dificultaba mucho el poder explorar y buscar suministros.

No pasaba un día sin agradecerle a su padre por haberle enseñado a sobrevivir en la naturaleza.
Habría muerto de hambre años atrás sin los pocos conocimientos que tenia sobre caza y pesca.

Concentrada en sus pensamientos, se permitió relajarse. Luego de hacer sus necesidades, se acerco a la orilla del río para lavarse. La niebla era menos densa en ese área.

Pronto noto que el silencio era demasiado para esa zona. Los pájaros tendrían que estar cantando, las copas de los árboles deberían agitarse. Algo extraño estaba sucediendo. Su corazón se acelero, pero trato de mantener la calma mientras se movía con cautela atravesando la densa niebla que parecía volverse mas espesa.

Sus sentidos empezaron a fallar.
Creyó caminar en círculos. Trato de orientarse mirando el cielo. Pero no podía ver nada.

Sintió un rugido y luego otro mas. Pequeñas pisadas se acercaban a ella.

Asustada comenzó a correr hasta llegar a un risco. El aire se arremolino y de pronto se vio rodeada de seis leonas en plena cacería.

-¡Mierda! Lindas gatitas...- murmuró mientras daba pasos cada vez mas cerca del borde del acantilado.- No quieren comerme, les aseguro que estoy muy delgada, y no me he bañado en tres días...

Las felinas la acechaban. Sus colmillos se asomaban erizandole la piel. Si una de ellas saltaba, todas lo harían. El cuchillo en su cintura no haría demasiado contra seis leonas hambrientas.

-¡Saku!- grito Naruto desde el bosque. La manada giro sus cabezas al unísono y rugieron. Estaban molestas, no querían perder a su presa. Sakura se tensó, si el rubio se acercaba demasiado atacarian para evitar que escapara. ¡Diablos! De una u otra forma iban a atacar. Solo que ella estaba lista para morir, pero no quería que Naruto también lo hiciera. Él debía cuidar a Hinata y a su bebé. Una lagrima corrió por su mejilla mientras tomaba su decisión

-¡En el risco!- grito- ¡Seis leonas!- un rugido corto el aire-¡No vengas! ¡Cuida de Hinata!- giro y se lanzó al aire. Era mejor saltar que ser desgarrada por seis leonas. Con suerte Naruto se podría poner a salvo.

Mientras caía desde el acantilado fijo sus ojos en la roca roja en forma de corazón, conocida como Chihiroiwa que se alzaba con una altura de más de 200 metros, todo un espectáculo, sobre todo visto desde las aguas de la bahía de Maruberi, adonde se dirigía en picada. Recordo la primer vez que visito ese sitio con sus padres.
"Se dice que su tono rojo oxidado se debe a la erosión de la lluvia" había mencionado Kizashi mientras sacaban una infinidad de fotografías.

-Ya casi no llueve- susurro al aire.
Sintió los gritos de Naruto y los disparos. Pero ya era tarde. Seguía cayendo. Golpearia inevitablemente contra las rocas ya que la marea estaba baja.
Al menos sus amigos estaban a salvo. Naruto de seguro había matado a las leonas. Tendrían suficiente carne para comer por meses. Hina estaría a salvo con él. Deseo que sus amigos fueran felices. Imagino una pequeña niña con rizos dorados y ojos azules. Ellos podían sobrevivir. Podían encontrar un lugar seguro.

-Puedo morir en paz...







All For She- Sakura-Harem +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora