11-Perdiendo el miedo

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Los gruñidos y gemidos la habían despertado. Otra vez estaba en la misma habitación. Cuando se sentó en la cama noto que tenía puesta otra ropa. Recordó el accidente y se reviso la herida. Una venda de tela negra cubría su cadera. No le dolía nada, pero debajo de la extraña y suave bata, estaba completamente desnuda. Se puso roja pensando que los aliens la habían visto asi. Palpo su cuerpo buscando indicios de otro tipo de abuso. Pero se sentía curiosamente bien. Mas ruidos le llegaron desde el baño y decidio mirar.

-¡Santa mierda!- murmuró.
Se quedo helada viendo como el alien se masturbaba en lo que parecia una ducha.

Su brazo se movia rapido y tiro la cabeza hacia atras mientras sacudia las caderas. No eran tan distintos a los hombres de la tierra. Al menos ahí abajo se veían iguales. Salvo por el tamaño. Estos alien podían ser actores porno.
No había mirado a los demás pero el que estaba frente a ella y el que la había asustado antes tenían un buen tamaño.
Algo dentro le impedia dejar de ver la erótica escena frente a ella. Sabía que no debía, pero... ¿Cómo negarse semejante espectáculo?

Él alien terminó y salió del agua presionando un botón para que parara. Tomo una enorme tela roja y empezó a secarse. Aún no se había dado cuenta de que ella lo miraba obnubilada. Secando su cabello deslizó la mano frente a un panel y un zumbido retumbo en la sala. Pronto en vapor se fue y ella tenía una hermosa vista de su pene grande y grueso, estaba a media hasta, ella sabia que era porque acababa de tocarse. La cabeza era grande y rosada, había venas marcadas y tuvo que reprimir el deseo de estirar la mano y tocarlo.

Cuando él la vio se cubrió y sus mejillas se ruborizaron. Era extraño ver un alien sonrojarse. Pero su piel pálida y blanquecina le mostraron dos mejillas rojas.

Dijo algo que ella no comprendía.
Luego camino hasta un panel agitó su mano y se abrió revelando muchos estantes con ropa.
Se vistió solo con un pantalón al parecer no tenia frío como ella. Luego se acerco con ambas manos en el aire, haciendo todo por mostrarse amable con ella.

Saku suspiro, en las horas que llevaba dentro de la nave había perdido el miedo. No la habian encerrado en una jaula, no la ataron ni golpearon. Por loco que parecía, los aliens estaban cuidando de ella. Y si lo pensaba detenidamente, ahora estaria en el fondo de un acantilado, sus huesos todos rotos, y seria alimento de las bestias salvajes.
Sabía que él podía entenderla, entonces intento hablarle.

-Ustedes me vieron desnuda amigo, agradesco que me curaran y eso pero no quiero reclamos, ahora estamos a mano.- él soltó una carcajada. Definitivamente la entendía. Le gusto mucho su risa y casi pierde el hilo de lo que estaba por decirle.
Sacudió la cabeza y trato de enfocarse, quería saber dónde estaba, dónde iban...
>>Soy Sakura, tengo 26 años, estaba estudiando ingeniería cuando la tierra se fue al diablo.- él se había sentado junto a ella y la miraba con una gran sonrisa.- ¿Puedes decirme tu nombre?

Él pareció buscar la forma de hacerce entender luego le dijo:
-Itachi- señalando su pecho.
Saku lo miro y sonrio.

-¿Itachi? Wow, tu voz suena grave es extraño, pero agradable. ¿Dónde me llevan?- el alien volvió a sonreir con su cumplido se puso de pie y tomo un extraño objeto de lo que parecía su escritorio.

Lo agitó en su mano y un mapa espacial en forma de holograma se desplegó frente a ella.
Él se acerco hasta invadir su espacio personal. Pero estaba tan enfocada en lo que le estaba mostrando que no protesto ni se alejo.

Señalo un punto y ella reconoció que se trataba de la tierra. Luego le mostró otros puntos y alejo la imagen tanto que Sakura parecía mareada y aturdida. Finalmente se detuvo y amplio el holograma. Un planeta con cuatro lunas apareció ante sus ojos.

-¿Es tu planeta?- Él asintió.
Sakura se puso de pie apretando bien los pliegues de su bata. Le sorprendió no tener dolor para caminar ni moverse. -Amigo, no se lo que me hicieron pero es genial- dijo tocandose la cadera sobre la suave tela de la bata.

Itachi la miraba curioso, Sakura tomo la imagen donde estaban los cuatro y se la enseño.- ¿Son tu familia? ¿Hijos?

Él funció el ceño. Y asintió pero luego negó. Sakura medito en su respuesta.
-No son tus hijos. ¿Hermanos talvez?- él sonrió y ella pensó que podía babear. Cada vez que sonreía se veia mas hermoso.
¿Cómo podía sentirse tan atraida por él?

Lo miró fijo y estudio sus rasgos. Era completamente humano salvo por sus ojos rojos, dentro del iris había una patron que ella no entendía era negro y era diferente al de sus hermanos. También había cuatro pequeños cuernos en el nacimiento de su frente. Pero no le restaban atractivo. Y su olor. Olía muy tentador. Sakura deseaba pasar su lengua por los abdominales que se le marcaban al frente. El hombre-alien era tan hermoso. Y por alguna razón había empezado a sentirse atraída.

Pero no había vuelto a estar con nadie desde... no quería pensar en eso. Le dolía pensar en eso. Ella solo había estado con un novio en la universidad, hacia poco que habían terminado cuando los meteoritos castigaron la tierra. Le faltaba experiencia. Y luego fue usada como juguete por semanas. No era una buena experiencia con respecto al sexo. Todo su material de estudio habia sido en paginas triple x. Casi nada de practica en su curriculum sexual. Dejando de lado su horrible experiencia post mundo civilizado.

Se sentía aturdida por descubrir cuanto deseaba a este extraño alien.

Itachi aspiro y un gruñido bajo se formo en su garganta. Ella lo miro confundida.

Él se levanto y acomodo su bulto. Saku trago en seco al notar que estaba muy excitado.

Itachí se paro frente a un panel y luego ingreso unos códigos. Un tazón con los que parecía pasta apareció dentro de un hueco en la pared.
Se quedo helada, fue como si se materializará frente a ella. El olor de la comida hizo gruñir su estómago.

Volvió a la cama y se sentó frente a ella con el tazón de comida. Tomó un cuchillo y lo observo. Luego un tenedor. Eran de una material raro color negro brillante. Saku estaba convencida de que podía ser un tipo de plástico.

Itachi metió el cuchillo en el tazón y trato de agarrar lo que sin dudas eran tallarines. Los fideos largos caían sin que pudiera hacer nada.
Ella ahogo una carcajada.
Era muy amable que tratara de alimentarla.

-Haber grandote, creo que no sabes mucho sobre cubiertos. Agarro el tenedor y lo enrrosco en los fideos. Luego le acerco el tenedor a la boca.
Él negó. Y la señalo. Queria que ella comiera. Le toco el vientre y gruño.

-Si, tienes razón tengo hambre.
Sakura comió y no pudo retener un gemido de aprobación.

Él le quito el tenedor y repitió la acción. Estaba decidido a darle de comer como si fuera una niña.

Suspiro y lo dejo hacer. Después de todo era agradable sentirse cuidada.
Pensó en Naruto y sus ojos se llenaron de lagrimas.
Itachi la miro confundido. Luego dejo la comida y la tomo de los hombros. Empezó a revisarla como si estuviera herida.

-Estoy bien- dijo ella entre sollozos.- Soló pensaba en mi planeta. En mis amigos. Él suspiro aliviado, y luego la atrajo contra su pecho. Otra vez ese olor que la sofocaba. Un escalofrio la recorrió.

All For She- Sakura-Harem +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora