La luz del sol entraba por el gran ventanal del cuarto y me daba completamente en la cara. No podía ver bien las cuerdas de mi bajo pero aún así hacía mi mayor esfuerzo por seguirle el ritmo a Francis sin morirme de ceguera en el intento.
-¿Alguien puede cerrar la puta persiana?
Refunfuñe mientras le daba un golpe a mi bajo. No podía creer que hasta los rayos UV estaban complotando en mi contra.
-¿Prefieres tocar a oscuras?- me pregunto Francis con una ceja alzada mientras dejaba sus palillos a un lado.
-No seas exagerado Fran. Se seguirá viendo.- Sophia se levantó del lugar donde estaba para cerrar la persiana. No pude evitar notar que su cabello rubio parecía oro bajo la luz del sol.
Una vez la persiana se encontraba completamente baja el sol seguía alumbrando pero de una forma menos molesta.
-Como sea.- Francis golpeaba el tambor de su batería con la palma de su mano.
-¿Saben que me vendría excelente? Una hamburguesa de la estación de servicio...- dijo casi babeando mientras inclinaba su cabeza hacia atrás.-Con mucho queso...- Sophia sonrió atontada mientras imaginaba aquella hamburguesa en su paladar.
-Si tan solo alguien no hubiera gastado nuestro dinero en diamantes de Free...- Mire de reojo a Francis que me miraba con el ceño fruncido mientras dejaba mi bajo reposar arriba de la cama.
Estuvimos ensayando desde las doce del mediodía, mis dedos estaban destruídos.
-Les dije que se los devolveré.- Francis se cruzó de brazos.
El nunca nos devolvía el dinero, ni siquiera sabíamos porque seguíamos prestándoselo.
-Eso no cambia el hecho de que no podemos alimentarnos por tu estupido juego.- Sophia se recostó al lado mío y apoyo su cabeza en mi hombro -podríamos hacer fideos...
-Me sirve.- Conteste rápidamente.
-Son las seis de la tarde.- acotó con una sonrisa socarrona Francis.
-Me sirve.- volvi a repetir mientras le sacaba la lengua.
Francis se rio mientras pasaba una de sus manos por los resortes que tenía en lugar de cabello. -¿que haremos con esto?- señaló su batería y los bajos que reposaban en la cama atrás mío.
-no tenemos tiempo para cambiar de plan. Mañana es el primer día de clases y los profesores fueron muy claros. Si tocamos nos darán puntos extra en el primer trimestre.- Sophia suspiro mientras posaba la mirada en su hermano. -lo necesitamos, el año pasado nos fue del asco.
Ella tenía razón. El año pasado habíamos aprobado la mayoría de asignaturas por pura suerte. Éramos el clásico grupito del fondo que iba exclusivamente a comer y dormir. Si no hubiera sido por los recuperatorios que nos dieron por suma lastima seguiríamos en quinto año.
-la canción esta nos sale del culo.- conteste con completa franqueza.
-tendríamos que ir por algo más seguro, digo, si no quieren que pasemos vergüenza en nuestro primer día.- Sophia me dio un codazo, en respuesta la cabecee y Francis nos tiro uno de sus palillos dándome en medio de la frente. -¡son unos violentos de mierda!- me queje.
ESTÁS LEYENDO
Cereal lovers
RomanceLa vida de Piper da un giro inesperado cuando horas antes de su primer dia de clases decide ir al supermercado en busca de sus cereales favoritos, solo hay un problema; una colorada de 1,70 que logro ganarse su odio al arrebatarle la última caja de...