—no pienso ponerme eso.
Fue lo primero que dije al ver el disfraz que Michelle tenía preparado para mi.
—¿cuál es el problema?— preguntó mientras levantaba el disfraz de la cama. —¿no te gusta Spiderman?
—claro que sí, solo es que se ve muy...
—¿infantil?
—ajustado.
Michelle escaneó el disfraz de arriba a abajo, como si no se hubiese percatado de aquel detalle.
—tal vez tengas razón.
—¿tal vez?— alce una de mis cejas. —llevar eso sería como no llevar nada puesto.
—¿qué más da? Se te verá genial. ¿Al menos puedes probártelo?
Tan solo la idea de ponerme el disfraz me causaba claustrofobia, no había forma de que yo metiera mi cuerpo en un lugar tan pequeño.
—¿no tienes una gorra y un par de lentes? Podría improvisar un disfraz de Max.
Michelle se cruzó de brazos.
—la idea del disfraz en pareja fue tuya, ¿hace falta que te lo recuerde?
Deje caer mi cuerpo entre las mantas, me sentía estresada.
—crei que nos harías disfrazar de los animales de zootopia o algo asi. Cuando imagino Halloween en lo que menos pienso es en dos trajes de látex, ¿sabes?
Michelle se sentó sobre mí a horcajadas, Hicimos contacto visual por unos momentos.
—¿Porfavor?— suplico.
Ella entrelazó mis manos con las suyas al mismo tiempo que inclinaba su cuerpo hacia mí, ablande mi ceño al sentir su nariz haciéndome cosquillas.
Ella era consciente del poder que tenía sobre mí; que mi estómago se calentaba como un hornillo de barro al escuchar su voz. Respire hondo.
—¿tú quieres que me ponga eso?— murmuré mientras su sonrisa se expandía.
—es mi sueño.
—¿fantaseas conmigo disfrazada de Spiderman?— bromee.
Ella escondió su rostro entre mi hombro y cuello por unos segundos, salió de ahí al verse capaz de aguantar la risa que traía atorada en la garganta.
—solo póntelo, ¿quieres?
—¿no me lo piensas negar?
Baje la vista hasta sus labios al ver que sus dientes se encontraban expuestos.
El sonido de su risa activó mi corazón como una locomotora, comenzó a latir con fuerza.
—cállate.— fue lo último que dijo antes de abandonarme y ponerse de pie. Rodé los ojos. —tu amigo nos matará, vamos tarde.
—nuestro amigo.— corregí.
Ella no dijo nada al respecto. Se quitó la camiseta, dejando su espalda y el camino de estrellas que se encontraba en ella a la vista.
Enderece mi cuerpo para poder apreciarla mejor.
—¿no piensas cambiarte?
ESTÁS LEYENDO
Cereal lovers
Roman d'amourLa vida de Piper da un giro inesperado cuando horas antes de su primer dia de clases decide ir al supermercado en busca de sus cereales favoritos, solo hay un problema; una colorada de 1,70 que logro ganarse su odio al arrebatarle la última caja de...