Abrí la ventanilla del auto para que mis pulmones se llenaran de ligero oxigeno, el aire acondicionado de papá estaba a quince grados y me estaba asfixiando.
Una canción de reggaetón sonaba en la radio y papá cada tanto golpeaba el volante mientras tarareaba aquellas palabras explicitas.
Saque mi mano por la ventanilla del auto, deje que el viento provoque aquella sensación de retroceso y fricción mientras cerraba los ojos con cansancio.
Había tenido un día agotador.
Pude sentir como mi estomago se estrujaba por un instante y provocaba un ruido exasperante que para mi suerte se camuflaba con la música.
Deseaba que lo que sea que vayamos a comer este bueno, no pedía mucho. Un sandwich con palta y queso me bastaba para saciar al demonio que tenía en lugar de barriga.
Fruncí el ceño con cierta confusión.
¿A donde mierda nos dirigíamos?
—pa, ¿donde es esa cena de negocios?
Desvió su mirada del camino unos segundos mientras me observaba con una sonrisa de "tranquilidad" absoluta.
La realidad era que etaba cagado de miedo, se notaba en la forma en que sus ojos salían de órbita lo mucho que necesitaba que aquella cena salga bien.
—en la casa del superior, hablaremos de un posible ascenso.
Asentí mientras observaba los árboles que se encontraban al costado de la calle principal, abajo de un cerezo pude localizar un puesto de tacos; se me hizo agua la boca.
—seguro lo conseguirás, te desvelas por esa empresa. ¡Diseñas hasta en la ducha! Necesitas ir a terapia urgente, esa hiperactividad no es normal.
Una carcajada se hizo resonar por todo el vehículo, no sabía cual era el chiste, así que sonreí en respuesta con algo de incomodidad.
—todo labor ardo tiene su fruto, él superior visito nuestras oficinas por primera vez en febrero, ¡quedó maravillado con mis últimos diseños!— un bocinazo me reventó los oídos, cerré los ojos con fuerza. —¡muévete! ¡¿No ves que quiero pasar?! ¡Cornudo de mierda! ¡Ojalá te revienten el puto auto! Imbecil...—
Papá soltó un par de maldiciones más a regañadientes mientras le sacaba el dedo del medio al abuelito con gafas que iba delante suyo.
Aveces era un poco... temperamental.
—¿primera vez? ¿En febrero?
Papá asintió.
—él junto a su familia se mudaron a la ciudad hace relativamente poco. Dirigía la empresa a distancia y esas cosas.
Fue mi turno de asentir, no quise preguntar mucho más, a decir verdad poco me interesaba la vida personal de un hombre con un par de ceros en la cuenta bancaria.
Hay muchos millonarios en el mundo, si quisiera saber la vida personal de uno me leería la biografía de Elon Musk.
Me gustaba medir el tiempo en canciones y las cuadras en estrofas, segun el GPS en aproximadamente unos cinco minutos equivalentes a lo que dura aproximadamente el videoclip de "Cardigan" estaríamos llegando a nuestro destino.
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Cereal lovers
RomanceLa vida de Piper da un giro inesperado cuando horas antes de su primer dia de clases decide ir al supermercado en busca de sus cereales favoritos, solo hay un problema; una colorada de 1,70 que logro ganarse su odio al arrebatarle la última caja de...