Capítulo 44

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Muchas gracias a las personas que votáis/leéis/comentáis/me seguís y añadís la historia a la lista de lectura.

Perdón por el retraso, es que se me borró todo y tuve que volver a empezar de nuevo :( espero que lo entendáis.

Por cierto, acabo de empezar una nove nueva de Diabolik Lovers, por si les interesa :3

CAPÍTULO 44

Me dirigí hacia la villa de la Arena algo desganada. ¿Para qué narices quería Pain tantas provisiones y armas? De eso ya se encargarían Hidan y Kakuzu. Suspiré cansada de recorrer tanto desierto. Todo era igual. A lo lejos pude ver a varios ninjas de la arena. Genial, pensé. Traté de pasar desapercibida dando un rodeo pero uno de ellos me vio y se puso a gritar como una chica.
-¡Miren! ¡Una mujer!
Me giré y vi como se acercaban a mí. Estarás de coña, pensé. ¿No habían visto una mujer en su vida? Además tenían pinta de violadores o pederastas. Uno de ellos llevaba maquillaje morado en la cara. Debía ser Kankuro. Al resto no los conocía.
-¿No es hermosa? -suspiró uno de ellos.
-¿Quién eres? -preguntó otro.
Kankuro era el único que me miraba mal y que estaba apartado de mí. Sospechaba algo. Y tenía su mano muy cerca del kunai, por si acaso.
-No os acerquéis a ella. Es peligrosa -soltó Kankuro.
-¿Yo? Yo sólo soy una inocente chica -susurré con voz adorable.
Menudos idiotas. Se habían creído lo que yo había dicho. Cuando uno de ellos se acercó a mí, aproveché y le clavé en la garganta mi kunai, matándolo al instante. Cayó al suelo y los otros se quedaron en shock. Kankuro reaccionó invocando a sus marionetas y una de ellas se lanzó a atacarme. Pero gracias a los consejos que me había dado Sasori sobre marionetas, pude predecir el ataque y lo esquivé con mucha facilidad. En ese mismo instante, cogí la katana que tenía el cadáver en la cintura y la empuñé. No había aprendido a manejar en mi vida una de esas espadas, pero me sentía como si fuese una experta. El otro que quedaba se abalanzó contra mí también con su katana y ambas espadas chocaron. Ambos retrocedimos y apoyé mi mano en el suelo, aprovechando la polvareda que se había levantado. Hice mi jutsu de pinchos y pude ver como uno de ellos le traspasó el estómago y lo mató. El único que me quedaba era Kankuro... Que ya no estaba. Había desaparecido. ¿Acaso había ido a la villa a alertar? Debía darme prisa para coger las provisiones y armas y marcharme antes de que la villa entera estuviera alertada.

Corrí hacia la entrada de la villa y entré sin problemas. Una vez allí compré las armas y provisiones lo más rápido que pude y como veía que la cosa estaba complicada, decidí invocar un águila y le cargué con todo para que lo llevara a la guarida. Seguramente yo aún tardaría en llegar. Vi como varios ninjas se acercaban a mí y entre ellos estaban Karina y Gaara. Ya me han descubierto, pensé. Le di dos palmaditas al águila para que saliera volando y yo me preparé para el combate.
-Qué haces aquí -soltó Gaara cuando se puso frente a mí.
-Nada. Sólo pasaba por aquí.
-¿Realmente tú crees que ESTO es pasar por aquí? -preguntó Gaara mientras me mostraba a los dos ninjas que había matado.
-Uh. Se podría decir -sonreí.
-¡Idiota! ¡Te voy a matar! -gritó una mujer.
Esa era posiblemente la mujer de uno de los muertos. Sin compasión, alargué el brazo y la cogí del cuello. De la palma de mi mano salió una paloma que había invocado que traspasó su garganta. La dejé caer muerta al suelo ante la mirada atónita de Gaara y sus ninjas. Karina reaccionó y con su gran espada me atacó. Traté de esquivarlo porque me pilló por sorpresa pero ella fue rápida y llegó a cortarme. Me hizo un corte superficial pero fue muy doloroso. Gaara aprovechó para preparar su ataque de arena y lanzarme un tsunami de arena para enterrarme viva. Pero yo no soy tan tonta como para caer en esa trampa. Abrí los brazos y esperé sonriente al tsunami. Cuando estaba casi rozándome, susurré:
-Estilo de agua, abertura de los mares no jutsu.
El tsunami se abrió por la mitad y pasó sin hacerme nada. Justo entonces aspiré aire profundamente y solté una enorme llamarada negra por la boca hacia Gaara. Pero Kankuro se puso en medio y detuvo la llamarada con su cuerpo.
-¡Kankuro! -gritó Gaara.
Aproveché el despiste para irme entre la multitud mientras Gaara gritaba:
-¡ESTA ME LA VAS A PAGAR, AKATSUKI!

Akatsuki Life's©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora