Capítulo 9

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Espero que os guste este capítulo. Muchas gracias por votar, seguirme y añadir esta historia a vuestra lista de lectura. Por supuesto, muchas gracias a los lectores que también apoyan al leer la historia.

CAPÍTULO 9
-...Sasuke.
Sasuke se me quedó mirando. Parecía por un momento que me había reconocido, pero por suerte no lo logró.
-¿Quién eres?
-Eso a ti no te importa.
-Deja a nuestra aldea en paz. Malditos Akatsuki...
-¿Malditos? ¿Qué mal os hemos hecho? ¡Ninguno! ¡Vosotros también matáis ninjas y no os consideráis asesinos! ¡En cambio lo hacemos nosotros y ya somos lo peor del mundo! ¡No tenéis ni idea! ¡Si realmente quisiéramos ser los asesinos que decís que somos, ahora mismo esta villa sería cenizas!
-...
Estaba muy enfadada. Estaba harta de que juzgaran a Akatsuki de esa forma sin tan siquiera conocerlos. Y aún estaba más cabreada porque los tacharan de asesinos despiadados cuando ellos también mataban a otros ninjas. No sólo Akatsuki hace esas cosas.
-¿Cómo sabías mi nombre?
-Yo sé muchas cosas, enano. Y ahora prepárate para sufrir...
No tenía planeado matarlo, pero habría sido raro que siendo Akatsuki, eterno rival de la Hoja, no hubiera hecho nada contra Sasuke. Cogí el kunai del suelo y me dispuse a clavarlo...
-¡Suéltalo! ¡Multiplicación oculta de cuerpos!
De repente, de la nada, salieron cientos de Narutos que se abalanzaron sobre mí. Me protegí como pude de la estampida y salí casi indemne. Detrás de Naruto iban Hinata, Neji y Shikamaru. Sabía sus nombres gracias a las descripciones que me había dado Konan sobre ellos.
-¿Estás bien?
-Sí, tranquila.
-¿Quién es?
-No lo sé. Pero parece peligrosa.
-No importa, somos cuatro y ella es sólo una. Podremos vencerla.
-Lógica de perdedores y rateros -dije- Y luego nos dicen a los Akatsuki crueles.
Neji entonces avanzó rápido y empezó a lanzar puñetazos. Yo los esquivaba con alguna dificultad, pero al final acabó golpeándome. Me sorprendió la fuerza que tenía. Escupí un poco de sangre pero me incorporé en seguida. No quería hacerles daño. Reprimí mi ira y pude vislumbrar una pequeña llama negra desaparecer. Sasuke se adelantó e hizo un jutsu de fuego. Entonces junté las manos e hice las diferentes posiciones para enviarle la llama de vuelta. Respiré hondo y acumulé aire en los pulmones. Justo cuando estaba a mi lado la llama, escupí una llamarada negra por la boca que extinguió el fuego del Uchiha y arrasó con todo lo que tenía delante. Por suerte, Sasuke pudo esquivar el ataque.
-¿Qué era eso? -exclamó sorprendido.
Me acerqué a él poco a poco. No era yo la que sacaba el kunai para matarlo. La que lo sacaba era esa Carla de piel pálida y pupilas blancas. No podía controlar mi cuerpo. Era el lado oscuro de mi poder. Ya me había pasado anteriores veces a pesar de que yo intentaba evitarlo.
-A... Aléjate... -murmuré.
En mi interior había una lucha entre el bien y el mal y de momento el resultado no era muy favorable para Sasuke.
-¡Déjalo en paz!
-!!!
Un shuriken golpeó mi mano e hizo que mi arma cayera al suelo. Me giré un tanto sorprendida. Esa voz...
-Sara... -susurré.
Era mi hermana pequeña. Estaba al lado de Sasuke empuñando una cruz de plata. Me alejé asustada. No me gustaban esas cosas, me hacían daño.
-¿Qué le has hecho a mi hermana?
-¿Eh? No sé de qué me hablas.
-Sólo ella podía usar ese poder. Y murió por vuestra culpa. ¡Akatsuki la mató! ¡Vosotros la matasteis!
-Ja... Ja ja ja...
No sabía como reaccionar al enfado de mi hermana. Pensaban que estaba muerta, que me había matado Akatsuki... Resultaba irónico que las personas que me habían dado cobijo y cariño fueran mis "asesinos".
-¡Mereces morir! -gritó.
Por suerte para mí, la pelea fue interrumpida por Hidan y Kakuzu, que ya volvían con la recompensa en sus bolsillos.
-Vaya, vaya... -sonrió Hidan- Parece que los niños rata se echan atrás cuando tienen que pelear contra tres...
-Cállate -soltó Kakuzu- Nos vamos.
-¿Qué? Pero yo quiero sacrificios para Jashin -suplicó Hidan.
-He dicho que no. Vámonos. Venga.
Obediente, seguí a Kakuzu mientras nos alejábamos. No nos persiguieron, pero pude notar en la mirada de mi hermana que vendrían a por nosotros con ganas de venganza. Ciertamente nunca pensé que tendría que luchar contra mi hermana, pero si algún día tuviera que hacerlo, tenía claro de que bando iba a estar yo. Con Akatsuki.
-¿Te han reconocido? -me preguntó Kakuzu.
-No. Creen que estoy muerta.
-Bien. La próxima vez no te alejes tanto, ¿estamos?
-Lo siento. No lo volveré a hacer -dije arrepentida.
-No pasa nada.
-¿Qué? ¡Kakuzu! ¿Por qué cojones a ella la perdonas enseguida y a mí me pegas? -saltó Hidan.
-Cuida tu boca, malhablado -respondió Kakuzu- Estás delante de una chica.
-¿PERO QUÉ? ¡YO HABLO COMO QUIERO! ¡Y DIGO TACOS DELANTE DE CHICAS SI ME DA LA GANA! ¡GILIPOLLAS! ¡CAPULLO!
No pude evitar reírme. Hidan a veces era tan infantil... Esa faceta suya chocaba con su aspecto de chico maduro y responsable.
-¿Y TÚ DE QUÉ TE RÍES? ¡PUTAS TODAS!
-Ja ja ja...
-Déjalo -dijo Kakuzu- De pequeño se dio un golpe en la cabeza y desde entonces no es normal.

La guarida estaba extraña cuando llegamos. Demasiado ruidosa. Más que de costumbre. Parecía que se estaban preparando para algo gordo.
-¿Pasa algo? -pregunté.
Al principio parecía que me ignoraban, pero al final acabó respondiéndome Konan.
-Estamos decidiendo quienes de nosotros van a secuestrar al Kazekage Gaara y lo van a traer aquí.
-Nosotros los artistas, hum. Acabaremos la faena en seguida.
-¡Mejor nosotros! -exclamó Kisame- Somos mucho mejores que vosotros.
La pelea se centraba en Deidara y Kisame, ya que a sus respectivos compañeros, Sasori e Itachi, parecía darles más igual. En cuanto a mí, me hacía mucha ilusión tomar parte de la misión e ir a ayudar. Así lo manifesté y al líder le pareció bien.
-Irán Deidara y Carla. Sasori, tú de momento quédate aquí con nosotros. Quiero ver que tal les sale a los dos más jóvenes de Akatsuki. Eso sí, si vemos que tardáis más tiempo del límite especificado, enviaremos a Sasori y a Konan a por vosotros.
-¡Confía en nosotros! -exclamé alegre- ¡Lo haremos lo mejor que podamos!
-Lo haremos lo mejor que podamos no, hum. El arte es perfecto, como el artista -alardeó Deidara.
-De acuerdo. Saldréis mañana por la noche. Hasta entonces preparaos. Es un jinchuriki muy peligroso y es muy poderoso. Será mejor que entrenéis lo que queda de día -aconsejó el líder.
-¡Sí!

A la mañana siguiente, muy temprano, salimos Deidara y yo de la guarida. El día anterior ya habíamos entrenado toda la tarde y esa mañana íbamos a entrenar a tope.
-Espero que no resultes una molestia, hum.
-Créeme no lo voy a ser. Soy más útil de lo que aparento.
-Pues prepárate. Voy a enseñarte más jutsus así que atenta, hum.
Me enseñó un jutsu de distracción y uno de sustitución. Hay que decir que yo siempre he sido una inútil para eso. Y esa vez no era una excepción.
-No, no. Las manos se colocan así, hum.
-Es que no me acuerdo...
-Mira que eres... Trae aquí.
Se colocó detrás de mí y me cogió las manos.
-Mira, primero haces esto...
Y me movió las manos tal y como era la primera posición.
-Y luego esto...
Y siguió manejando mis manos hasta que hizo todo el jutsu.
-¿Ahora comprendes?
-Su... Supongo -tartamudeé.
-¿Te pasa algo?
-Es que... ¡Me desconcentras si estás tan cerca de mi cara! Aléjate un poco solo...
-Ah, era eso, hum -susurró mientras me cogía de la cintura- ¿De verdad quieres que me aleje?
-S... ¡Sí! ¡SUÉLTAME!
-Deja de moverte tanto, hum. Ya pareces una gata en celo.
-¿QUÉ ME HAS DICHO?
-Ah ya nada... Eres cómo un gatito, solo eso.
Cada vez se acercaba más a mí y me abrazaba más fuerte. Presa de los nervios, recordé el jutsu de sustitución que me había enseñado hacía un momento y lo utilicé. Un humo blanco me envolvió y aparecí frente a Deidara. Ahora mi lugar lo ocupaba Sasori. Y para su desgracia, también recibió el beso en la mejilla por parte de Deidara.
-¿Te gustó hermosa? Hum -dijo Deidara aún ignorante de lo que pasaba.
-Estoy aquí -sonreí.
Deidara abrió los ojos y se encontró con la cara de asco de Sasori.
-¿CÓMO QUE HERMOSA? Siempre pensé que eras maricón y no me equivocaba. ¡SUÉLTAME! -gritó Sasori.
-P... Pero maestro... Ella usó un jutsu de sustitución y por eso...
Sasori le dio un empujón a Deidara y se fue avergonzado. Yo no podía parar de reír y Deidara me miró enfadado.
-Ya veo para lo que te aprendes los jutsus... Te mereces un castigo...
-No... -supliqué riendo.
-¡JUTSU DE COSQUILLAS! -gritó Deidara mientras se lanzaba encima de mí y me hacía cosquillas riendo.

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Este capítulo me gusta especialmente porque en el final Deidara se muestra bastante natural y tal y como es él, un artista sexy y romántico XD Ay me reí mucho escribiendo este capítulo.

Espero que os haya gustado tanto o más que los otros capítulos, ya que mi intención es entretener y divertir e interesar, aunque mi calidad es más que pésima.

Muchas gracias por leer/votar/seguirme/añadir la historia a la lista de lectura \(^-^)/

Akatsuki Life's©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora