Capítulo 13

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Antes de nada agradecer a las personas que votáis/me seguís/añadís la historia a vuestras listas de lectura/comentáis y leéis. Sobretodo agradecerles a SheHasBrownEyes y a Vanesa0626 por ser muy fieles a esta historia \(^-^)/

CAPÍTULO 13

Las calles estaban llenas de gente. La Villa de la Hoja estaba celebrando una competición entre ninjas y miles de personas se habían apuntado para participar. Menudo día he escogido para venir, pensé. Vi a mi hermana en una larga cola para apuntarse, así que decidí acercarme a ella. Pero conseguí un efecto equivocado.
-¿Te vas a apuntar? -me preguntó la mujer de la taquilla.
-Yo... Bueno... -tartamudeé.
Pero no me dio tiempo a decir que no. La mujer cogió el sello y me lo estampó en la mano.
-Venga, siguiente. Que no hay todo el día.
Me aparté presurosa y me miré la mano nerviosa. Estupendo, ahora tendría que participar.
-Eres nueva, ¿verdad?
Para mi sorpresa, Sara se había acercado a hablar conmigo. Iba con Sasuke.
-Yo... Sí.
-Yo soy Sara y él es mi novio Sasuke. ¿Cómo te llamas?
-¿Yo? Erm...
"Piensa Carla, piensa. Es hora de que demuestres tu creatividad"
Me puse a mirar a todos lados en busca de algo para darme nombre y acabé soltando una tontería que en ese momento me pareció muy coherente.
-Cinta Hoja Gordo Papas fritas.
Mirándolo desde mi punto de vista, era normal lo que había dicho. Sobretodo teniendo en cuenta que estaba mirando a Chōji. Gracias al cielo, Sara entendió otra cosa.
-¿Te llamas Cintia Jado?
-Sí. Emmm... Cintia.
-Bonito nombre. Ven y te presento a los demás.
Me presentó a gente ya conocida por mí gracias a las descripciones de Konan. "Conocí" a Ino, Chōji, Shikamaru, Neji, Hinata, Naruto, Sakura, Temari, Ten Ten, Rock Lee... Todos ellos me acogieron con cariño y se interesaron mucho por mí. Me ayudaron contándome todo sobre la prueba, que consistía básicamente en un combate de dos contra dos siguiendo una regla que impusiera el Hokage Minato.
-¿Y los equipos como se harán?
-De forma aleatoria -me explicó Shikamaru- Te darán un papelito con un número y tú tienes que buscar a tu pareja, que llevará el mismo número que tú.
-Ya veo... ¿Habéis participado otros años?
-Sasuke y yo sí -respondió Sara- Y fue muy complicado, aunque quedamos terceros. Por delante nuestro quedaron dos chicos de la villa de la lluvia y... Bueno, Gaara y Karina ganaron. Pero ahora...
-Gaara está muerto, ¿verdad?
-No.
La negativa me dejó en shock. ¿No estaba muerto? ¿Por qué?
-Está muy grave, pero estable -me explicó- Se ha curado milagrosamente. Los médicos pensaban que se moría.
-¿Cómo? Quiero decir, menos mal...
Así que no había muerto... ¿Tan fuerte era que había podido sobrevivir sin su bijuu? Sentí una punzada en el corazón pensando en el dolor que debía sentir Gaara en ese momento. Sólo la voz de Minato me sacó de mis pensamientos.
-¡Estimados y estimadas ninjas de todas las aldeas y villas! ¡Estamos encantados de recibiros hoy en la decimoquinta celebración de los Juegos Ninja! Recordad que son peleas de dos contra dos, en las cuales lo esencial es el compañerismo y sobretodo saber que perder también es ganar, ya que aprendemos de nuestros errores...
-Es el mismo parloteo de todos los años -me susurró Shikamaru aburrido- Sirve para consolar a los perdedores.
-A mí me gusta la charla -sonreí- Es perfecta para personas novatas como yo.
-Supongo.
-Shikamaru -le llamó Temari- Ven cerca de mí y habla conmigo mejor, que a ella parece interesarle el discurso.
Me miró molesta y cogió a Shikamaru del brazo para llevárselo con ella. Yo suspiré y me mantuve atenta al resto de la charla. Al final hubo una gran ovación al Hokage y se repartieron los papeles. Yo miré mi número nerviosa. Me había tocado el seis. Mi número de la suerte. La gente se había juntado ya con su pareja y yo cada vez pensaba más que me había quedado sola. Como siempre. Suspiré y volteé sin darme cuenta de que había alguien detrás mío. Caí al suelo y la otra persona se tambaleó. No tardó en darme la mano y levantarme.
-Perdona, ¿te encuentras bien?
-Sí, no pasa nada.
-Vaya, así que eres tú mi número seis -dijo mientras me mostraba el mismo número escrito en su papel.
Era Sasuke. Sara me miró y sonrió.
-Qué suerte tienes Cintia. Te tocó con Sasuke. A mí me tocó con Hinata, así que no me quejo.
-Ya. Esto... Mucha suerte.
-Igualmente.

Media hora después estábamos todos los equipos reunidos en la cascada en la que estaba la figura de Madara Uchiha. Los máximos representantes de las distintas villas se apuntaron en una hoja los equipos y ellos eran los que decidían quién iría contra quien. Por suerte para nosotros, los equipos que nos tocaron no eran demasiado fuertes y Sasuke era un compañero muy poderoso. Gracias a eso no tuve que utilizar mi poder para nada. La única pelea que nos costó más fue la de Shikamaru e Ino. Pensábamos que no íbamos a ganar, ya que la regla de ese combate era que estaban prohibidas las técnicas ilusorias, por lo que Sasuke no podía hacer mucho. Decidí entonces utilizar un truquito y con un movimiento sutil y discreto neutralicé a Shikamaru bloqueándolo y después derrotar a Ino ya fue pan comido. Pero el último combate no me lo esperaba.
-¡Sasuke y Cintia...!
Entramos alzando los brazos en señal de confianza.
-¡...contra Sara y Hinata!
-¿Qué? -exclamé.
Genial, lo único que quería evitar era luchar contra mi hermana. A Sasuke tampoco parecía gustarle la idea de combatir contra su novia y por eso me pidió que la atacara yo y él se encargaría de Hinata. Estaba asustada por partida doble. No quería hacerlo. La pelea comenzó y Sasuke fue directo a por Hinata, mientras que Sara fue directa a por mí. Mi estrategia consistía en defenderme y esquivar todos los ataques. Por supuesto, usaba de vez en cuando un jutsu de bloqueo o de ataque pero débil.
-No te reprimas si así te lo ha pedido Sasuke -dijo.
Y entonces pensé. Yo no estaba allí como su hermana. Carla para ella había muerto. Yo era Cintia, la rubia simpática y un poco vergonzosa. Junté mis manos decidida. Era mi hora. Respiré hondo mientras movía mis manos a gran velocidad y pronunciaba:
-¡Genkaku no hana no jutsu!
A los pies de Sara aparecieron flores de distintos tipos que le causaron efectos distintos: desde parálisis hasta agarrotamiento y alucinaciones. De ahí el nombre del jutsu, que en español significa "flores alucinógenas", ya que la parálisis y el resto de efectos que producen son simples alucinaciones. Este es uno de los pocos jutsus que me permite usar mi condición de sin-chakra. La pelea acabó y ganamos Sasuke y yo. Fuimos felicitados por todo el mundo y nos dieron una cinta especial y un traje también único. Me sentía muy feliz porque la sociedad me aceptaba. Aunque era irónico, ya que yo era la misma persona que el "monstruo sin chakra" a la que tanto aborrecían. Sólo que tenía otro aspecto. Y hablando de aspecto, había estado practicando un jutsu de cambio de apariencia y quería probarlo. Quizás era mi oportunidad. Cuando acabó la celebración, me deslicé entre el gentío hasta un rincón oscuro donde hice mi jutsu. Mi aspecto no cambió casi nada, tan sólo ahora podía prescindir de la peluca y hacerme peinados con mi cabello rubio. Lo malo del jutsu era que gastaba mucha energía y cuando volviera a la guarida con mi aspecto original tendría que descansar. Hasta entonces usaría mi aspecto ficticio. Volví de nuevo al lugar donde estaba antes, pero había demasiada gente y decidí volverme a la guarida. Me pareció escuchar mi nuevo nombre, aunque no me detuve. Debían ser paranoias mías. Siempre lo han sido. Me esperaba un largo camino y seguramente cuando llegara me pedirían explicaciones. Me sentía muy mal y en esos momentos en lo único que pensaba era en la carta de Ishō y la hermosa violeta que llevaba en mi cabello.

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Espero que os haya gustado tanto o más que los otros capítulos, ya que me esmero y me esfuerzo para que os guste y os entretenga. \(^-^)/

¡Muchas gracias por todo!

Akatsuki Life's©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora