Capítulo 26

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Muchas gracias a las personas que votáis/añadís mi historia a la lista de lectura/me seguís/comentáis y leéis. Muchas gracias.

Gracias también a las personas que me entienden y me apoyan con el tema de mis abuelos. ¡Me ayudáis mucho! :3

CAPÍTULO 26

-Carla te veo contenta -comentó Sakura al verme llegar a la habitación.
En nuestro cuarto también estaban Ino y Hinata sentadas encima de la cama, pintándose las uñas la una a la otra.
-¿Ha pasado algo nuevo? -preguntó Hinata.
-Sí.
Les conté lo que había hablado con Minato y todas aplaudieron felices al escucharlo.
-Nos alegramos por ti -sonrió Ino.
-¿Y vosotras? ¿Qué tal? -pregunté mientras me sentaba en la cama y dejaba que Sakura me cepillara el cabello.
-Adivina que... -susurró Sakura divertida- He conseguido que Kakashi me de un entrenamiento "especial".
-¿Especial?
-Bueno, una clase de shurikens que convertiré en una cena romántica -Sakura giñó un ojo.
-A mí Shikamaru me ha prometido ir de excursión -Ino juntó las manos ilusionada- Será tan romántico.
-Pues Naruto me ha dicho que iremos de picnic a un lugar muy bonito -sonrió Hinata.
-Vaya, que bien. Me alegro por vosotras -dije contenta.
-Ah, por cierto -comentó Hinata- Me acabo de acordar. Naruto-kun me dijo que su padre quiere hablar contigo. Es sobre algo importante.
-¿En serio?
-Sí. Puedes ir cuando quieras pero cuanto antes mejor.
-Pues voy ya.
Me levanté decidida de la cama y fui a la habitación de Minato a pesar de que era ya de noche. Como me daba un poco de miedo la oscuridad, me puse a cantar mi canción favorita:
-Hay un amor tan triste,
profundo en tus ojos, como una especie de joya pálida
abierta y cerrada, dentro de tu ojos.
Colocaré el cielo dentro de tus ojos.

-Hay un corazón tan desengañado
Latiendo rápidamente, en busca de nuevos sueños
Un amor que perdurará, dentro de tu corazón,
Colocaré la luna, dentro de tu corazón.
-Minato -dijo Kushina interrumpiendo la canción que él estaba cantando- No tienes gusto musical. Deja de cantar eso.
Yo estaba escondida, asomada a la habitación sin que me vieran. La canción que había cantado Minato era la que había cantado yo hacía unos segundos, mi canción favorita.
-Ya lo sabes que amo esa canción -sonrió él.
Entonces siguió cantándola. Yo la canté bajito a la vez.
-Mientras el dolor se extiende,
no tiene sentido para ti,
la ilusión se esfumó,
No fue para nada divertido
Pero yo estaré ahí para ti
Mientras el mundo se derrumba
Derrumbándose
(Mientras el mundo) se derrumba
Enamorándose.
-Minato cariño, igual la música no se te da bien, pero yo sé de otras cosas que sí -susurró Kushina acercándose a él.
Minato la rechazó suavemente.
-Hoy no me apetece -dijo él mientras se quitaba la camiseta.
-¿Cómo? -Kushina se puso frente a él- Minato, llevo mucho tiempo sin acostarme contigo y ya sabes que yo quiero un hijo antes de que sea demasiado tarde.
-Ya tenemos a Naruto.
-¡No es mi hijo!
Minato la miró. En sus ojos vi tristeza. Él quería mucho a Naruto.
-¡Oh! ¡Ya sé! -gritó Kushina- Seguro que es culpa de tu nueva alumna, Carla. Menuda estúpida. Desde que ha llegado estás muy raro.
-¡Kushina! -dijo enojado- A ella no la metas en esto. No tiene nada que ver. Y menos aún le faltes el respeto. Eso no te lo voy a consentir. Aquí la única que está extraña eres tú y como no quiero pelear más me voy a dar un paseo hasta que te duermas o te tranquilices.
-No Minato. Por favor.
Pero las súplicas no sirvieron de nada. Minato cerró la puerta tras de sí y caminó hacia el exterior. Le seguí silenciosamente. Suspiró y siguió cantando la canción. Yo canté también y se dio la vuelta sorprendido.
-¿La conoces?
-Es mi canción favorita.
-¿En serio?
Minato se acercó y sonrió.
-¿Cuál es tu película favorita?
-Dentro del laberinto.
-Igual que a mí. ¿Y la escena?
-La del baile de máscaras porque suena esa canción.
Minato me cogió de la cintura con un brazo y con la otra mano me cogió mi mano como si fuésemos a bailar vals.
-También es mi escena favorita -sonrió.
Me subí a sus zapatos para poder igualar su altura y comenzamos a bailar como en la película.
-Pintaré tus mañanas de dorado -cantó Minato.
-Llenaré tus noches de amor -continué yo.
-Aunque hemos sido extraños hasta ahora...
-Estamos escogiendo el camino, entre las estrellas...
-Pondré mi amor entre las estrellas.
Entonces nos detuvimos y nos miramos a los ojos. Por un momento el mundo se detuvo. Sólo existíamos él y yo. Acerqué poco a poco mi rostro al suyo y nuestros labios rozaron, pero Minato me soltó y se apartó. A esa acción la siguió un silencio violento que rompió Minato carraspeando.
-Yo... Tenía que decirte una cosa.
-S... Sí. Es verdad.
-Verás, eres bastante fuerte y peleas muy bien. He decidido hacerte líder de una brigada Anbu. ¿Te parece bien?
-Pues... Sí. Será divertido.
-Bueno, creo que ya debo regresar con Kushina...
-Minato.
-Dime.
-Lo siento.
-No pasa nada -sonrió- No fue nada.
Me removió los cabellos y se fue a su habitación de nuevo. Yo me quedé en el pasillo, quieta. Me había rechazado. No me quería. No podía creerlo. Me puse a llorar.

"¿Has considerado ya mi oferta?"

-¡NO! ¡DÉJAME EN PAZ!

"Bueno, ya veo que no quieres perder de vista aún a Kushina. Pero te repito que cuando quieras me deshago de ella"

-¡CÁLLATE YA!

"Últimamente estás insoportable, bonita. Deberías aprender a convivir con un demonio"

-...

"Escucha, no te lo tomes tan mal. Te ha hecho líder de una parte de los Anbu y eso es bueno. Muy bueno"

-Eso no me sirve de nada.

"Pero a mí sí"

-¿A ti? No me hagas reír.
Froté mis manos en mis ojos y me dispuse a salir a tomar el aire.

Era una noche fría y oscura y en las calles las sombras bailaban alrededor mío. Pude ver que las únicas personas que seguían en la calle a esas horas era una pareja de enamorados y varios borrachos. Decidí avanzar por la zona más oculta para evitarlos y llegué a un lugar vacío con una fuente en medio. Esa era la fuente donde había conocido la verdadera identidad de Ishō. Me asomé al agua cristalina y me sobresalté. De nuevo había visto al chico de pelo blanco y ojos rojos reflejado en el agua. Justo cuando iba a regañar a Ikari por eso, una mano suave tocó mi hombro. Me giré rápidamente y me encontré cara a cara con un chico que no había visto nunca. Tenía el pelo castaño y los ojos verdes entrecerrados, con una expresión de superioridad. Su sonrisa indicaba lo mismo que sus ojos y vestía un kimono azul. Bajo el kimono azul llevaba otro que era típico de samurais, además de una katana. Me quedé observándolo patidifusa y él se limitó a sonreír.
-¿Puedo pasar? -preguntó.
-Sí, claro. Perdón.
Me aparté y él se acercó a la fuente, desenfundó su katana y la sumergió en el agua para limpiarla, ya que el arma estaba llena de sangre.
-Son manchas difíciles de quitar -comentó.
-S... Sí, claro.
Estaba temblando de miedo. Quería salir corriendo de allí pero me temía la reacción del chico. Él me miraba con sus profundos ojos verdes y de vez en cuando me dedicaba una sonrisa burlona.
-Puedes irte si quieres -dijo- No voy a matarte.
-Oh, gracias -respondí- La verdad es que yo ya me iba y...
-Pues te acompaño mejor. No es seguro ir sola por la noche.
Sacó la katana del agua impoluta y la guardó en su sitio. Después de eso me miró y me tendió la mano.
-Señorita.
-Je je, yo creo que me puedo apañar sola. Pero gracias por la ayuda.
-Insisto.
Me cogió de la mano suavemente y me acompañó de nuevo hasta casa. Por el camino nos encontramos a un grupo de borrachos que despachó en pocos segundos.
-¿Ves como no es seguro ir por ahí a estas horas? -recalcó.
-Ya. Muchas gracias.
-¿Esta es tu casa?
Alcé la vista y asentí. El chico sonrió y volvió a poner su cara de superioridad.
-No está mal... -comentó.
-Bueno, muchas gracias por todo. Yo voy entrando ya y...
-¡Carla! -exclamó Sakura abriendo la puerta de golpe- ¡Te estábamos buscando! -de repente paró y miró al chico- ¿Y este bombón de aquí? ¿No me lo presentas?
-El caso es que no nos conocemos. Yo sólo la he traído aquí -dijo sonriendo- Y ya me voy, que me están esperando.
-¡Espera! -le detuve cogiéndole del hombro- ¿Cómo te llamas?
-Ícaro. Encantado de conocerte Carla.
Ícaro alzó la mano en señal de despedida y desapareció.
-¡Yo me llamo Sakura! -exclamó mi amiga- ¡LLÁMAME!
-Creo que ya se ha ido.
-En serio, ¿cómo te lo montas para conocer a esos bombones?
-Supongo que es casualidad.
-Anda, entra. Que hay reunión Anbu. Quieren conocerte.

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El de la foto es Ícaro. Sí, ya sé. Es Souji Okita de Hakuoki pero es tan sensual que me vi obligada a ponerlo y encima va a dar salseo en la historia. Y le puse Ícaro de nombre porque es un nombre que siempre me ha gustado y si algún día tengo un hijo (sólo quiero hijos, no hijas), a uno le llamaré Portgas D. Ace, a otro Minato, a otro Deidara y a otro Ícaro :3

Otra cosa, la canción que cantan Carla y Minato es mi canción favorita de la película "Dentro del laberinto". La canta David Bowie (te amo :3) y es la traducción al español, la original es en inglés. Se llama "As The World Falls Down".

Akatsuki Life's©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora