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- ¡Se está moviendo!- Rauw gritó emocionado.
- Ya lo habías visto antes ¿qué te emociona?.
- Estamos a una semana de conocerlo Nicole ¡Una semana!- me sacudió.
- Si sigues haciendo eso lo conocerás antes- lo empujé.
Habían pasado tres meses en los cuales Justin y yo ya no estábamos juntos, nos seguíamos viendo por asuntos del bebé y la verdad eran los momentos más incómodos y tristes de mi vida. Lo extrañaba demasiado, pero después de todo lo qué estábamos pasando, las amenazas que vivíamos constantemente y viendo que ambos teníamos mucho que perder, no quería que algo malo pasara.
- Lo siento- recostó su cabeza en mis piernas- ¿Ya decidieron el nombre?- negué.
- Cuando viene apenas si cruzamos dos palabras- suspiré.
- Está sólido, entiéndelo.
- Yo también lo estoy Rauw, lo perdí a él por su ex loca y la de Nio- hice una mueca.
- ¿Quieres llorar?- asentí haciendo un puchero- Ven- me abrazo e inmediatamente comencé a sollozar.
- Si esto es amor, sácalo de mi porque duele- me aferre a su cuello.
- Todo estará bien Nicole- lo prometo.
- Ya perdí todo Rauw- sollocé.
Todo en mi vida estaba de cabeza, sentía que nadie le importaba y las únicas personas que realmente les importaba yo solo los alejaba de mi.
- ¿Estás más tranquila?- asentí.
- Eso creo- limpié mis lagrimas- ve al estudio, estaré bien.
- No quiero dejarte sola- mire mi reloj.
- Nat y Lenny están por llegar, no me quedaré sola mucho tiempo- le di una pequeña sonrisa.
- Cualquier cosa me llamas- beso mi frente.
- Gracias- frunció el ceño.
- ¿Por qué?- alce los hombros.
- Por quedarte siempre, por ser mi mejor amigo- sonrío.
- Sabes que siempre será así- asentí.
Él tomó su mochila y salió de la casa, yo solo volví a recostarme en el sillón, aunque los movimientos del bebé interrumpieron mis pensamientos.
- Estás muy inquieto hoy- acaricié mi vientre.
Después de no dejarse ver por dos meses finalmente lo hizo, era niño, cosa que a Justin le emocionaba demasiado.
