Say my name (J Quiles) Terminada

Capitulo 34

(Cinco meses después)

- Nicki ¿Estas segura de esto?- suspiré.

- No- hice una mueca- Pero de lo que estoy segura es que me voy a arrepentir después.

- Nicole, lo necesitas.

- Pero el no me necesita a mi- mi voz se cortó.

- ¿Como lo sabes?- limpio mis lagrimas.

- Rauw, todo lo que toco lo rompo y Justin no fue la excepción.

- Hey Mami no diga eso- me abrazo.

- Lo amo Rauw, como nunca a nadie- sollocé.

- ¿Y por qué lo dejas?

- Por que solo le hago daño...

Desperté sobresaltada y sudando, otra vez había tenido la misma pesadilla... tome la playera que estaba a un lado mío, me la puse y caminé al balcón.

- ¿Cuando te borraras de mi mente?- me senté en la pequeña hamaca que teníamos ahí.

Admire la linda vista que me daba Colombia, me encantaba este país y la hermosa vista que tenía.

- Corazón ¿Qué haces aquí?- Jose se sentó detrás de mí y me abrazo por la cintura.

- Nada- le di una pequeña sonrisa.

Estuve dos meses en México y cuando Zoé (la hija de Briana) nació, Rauw y yo decidimos venir a Colombia. Ahí fue cuando decidí darle una oportunidad a Jose, tal vez después de tantos tropezones siempre tuve al hombre de mi vida frente a mi, pero por más que quería no lo sentía así, no podía sacar a Justin de mi mente ni de mi corazón.

- Hace frío, te vas a resfriar- miro mi camiseta.

El sabía a la perfección que era la camiseta favorita de Justin pero nunca me había dicho nada sobre eso, cosa que agradecía porque no quería iniciar una pelea.

- No tengo frío- suspiró.

- Ven- me abrazo y nos recostamos- en unos días me voy a Miami ¿vendrás conmigo?- lo miré.

- Jose, no lo sé hace meses que no voy para allá- hice una mueca.

- Baby- algo dentro de mi se removió- Tienes que volver, la empresa te necesita.

- Tengo a Nat y Tamara a cargo- comencé a dibujar líneas imaginarias en sus tatuajes.

- Nadie puede dirigir mejor tu compañía que tu- me miró- Nicki, vamos unos días si no te gusta nos regresamos- suspiré.

- Hablare con Rauw- asintió.

La alarma de mi reloj comenzó a sonar y suspiré, era hora de alistarme para el trabajo.

- ¿Qué tienes que hacer?.

- Un video de Lenny- me levanté y abrí el closet.

- ¿Y el man que anda haciendo por acá?- alce los hombros.

- No lo sé- suspiré- me iré a bañar.

- ¿Quieres compañía?- rodé los ojos.

- No gracias, tú tienes una entrevista y yo tengo trabajo- río.

- Me vas a extrañar ahí adentro- cerré la puerta y suspiré.

Mi vida se había vuelto muy difícil desde que me fui de Miami, sentía que en algún momento no podría más con esto y simplemente dejaría caer todo, pero por más que quería pensaba en mis padres y todos los sueños que no pudieron cumplir y qué tal vez yo estaba aquí para hacerlos realidad.