❝ Tell Me ❞ | Chaesoo & Jenlisa

◦39◦

Jisoo iba tirando maldiciones desde que despertó, es decir apenas hace unos minutos. Odiaba levantarse tarde.

Pisó un poco mas el acelerador con la punta de su tenis y así recorrió el tramo de carretera rápidamente, su mirada estaba clavada justo en el ancho edificio donde estudiaba su novia. Cuando se estaba orillando pudo ver a la chica de melena rubia ya caminando hacia su auto, al conectar miradas una sonrisa maliciosa se formó en el rostro de Rosé.

- Hola, novia mía. - Saludó Rosé subiendo al auto, aun sonreía. - ¿Qué tal la noche? - Preguntó en un tono divertido.

Y los recuerdos de la noche anterior regresaron a Jisoo en forma de película, haciéndola avergonzarse. Quizá tenia que considerar seriamente tatuarse en la frente un enorme "NO DARLE ALCOHOL" o mas bien grabarse bien en la cabeza no hacer apuestas que bien sabia que perdería, aunque en su defensa, no sabia que perdería esta vez.

El hacer una visita a "Sky Cloud" y acceder a los tontos juegos de Dahyun definitivamente no era buena idea ¿Quién diría que una ingenua adolecente sabría tomar mejor que ella? Pero quitando todo el desastre que fue ella, la noche fue la mejor en lo que iba de la semana, junto al trio de amigas, Sana y Solar, la dueña del lugar, que hizo el ambiente mas divertido y seguro para todas.

- Estuvo bien, linda. - Respondió alzando las cejas y escucho a Rosé reír.- Tú sabes que no lo controlo bien. - Se inclino sobre el asiento y unió sus labios con los de su novia mientras sonreían.

- Lo sé. - respondió ella. Le dio un pequeño beso antes de acomodarse de nuevo en su asiento.

- ¿Y las chicas? ¿No estaban contigo? - Preguntó Jisoo mirando hacia afuera pero entre los estudiantes no se veía ni a Lisa ni a Dahyun.

- Dahyun hoy no vino a clases, dice que su resaca es horrible. Pero algo me dice que Sana también esta relacionada con su falta, anoche se quedaron juntas. - Respondió sonriendo divertida.

- Seguro que si. - rió.- ¿Y Lisa?

- Me pidió que no la esperara, dice que tenia unas cosas que ver. - La expresión de Rosé cambió un poco ante eso volviéndose un poco apagada, pero de inmediato se recompuso. - Aún no ha salido de ahí. Creo que la llamó una profesora.

- Oh, bien. ¿Nos vamos? - La rubia asintió en respuesta.

El destino era casa de Jisoo. Últimamente se habían enfocado en retomar las clases guitarra y su progreso iba de maravilla con Rosé como su maestra. Además que tenia la exclusiva oportunidad de tenerla cantándole y Jisoo estaba encantada con la voz de su novia, tal vez por eso disfrutaba mucho las clases.

Al llegar, antes de estacionarse, Jisoo vio aparcado aquel auto rojo que ya tanto conocía y de inmediato su humor se fue hacia abajo, ya habían regresado.

- ¿Pasa algo? - Preguntó Rosé mirándola atenta.

- No, tranquila. Vamos. - No se iba a ir ahora que ya estaban ahí, estaba harta de que ellos le amargaran momentos. Ni mucho menos quería contagiarle a su novia sus ánimos ahora que la veía alegre.

Desde que todas se habían enterado de los problemas de la familia de Lisa y su probable partida parecía como si se hubiese ido ese brillo tan característico del trio de amigas. El ambiente había estado algo extraño, el grupo casi no hablaba del tema pero parecía como si la vida en cada oportunidad les recordaba que su vida tomaría rumbos diferentes próximamente.

Y eso era tan deprimente de ver para Jisoo, aún recordaba como después de la llegada de Lisa a su departamento aquel día lluvioso su novia le llamó llorando, contando su discusión con Lisa, el como se negó a su consuelo y la apartó de su brazos para irse del lugar.