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Al abrir los ojos lo primero que hice fue correr al baño. Me ardía y picaba toda la cara. No tuve tiempo para mirarme en el espejo porque inmediatamente metí mí cara en el agua fría.

Solté un largo suspiro y levanté mí cabeza. Un fuerte grito salió de mí garganta, lastimando la en el acto.

—¡¿Qué pasó?!

Vi a Alex por el reflejo. Esta con su cara de espanto-barra-preocupación y la puerta abierta.

—¡¡Mi cara es un tomate!! —Me gire, señalando mí cara.

¡No me puede estar pasando esto! Mi cara parece un maldito tomate hinchado. ¡Tengo granos en casi toda mí cara! Jamás me debí poner esa estúpida mascara.

—¡Me pensé que te ocurrió algo mucho peor!

—¡Esto es algo peor! —Volví a girarme.

Esto es algo mucho peor que solo peor. Mi cara parece una frutilla, tengo la cara media colorada como la frutilla, y granos es todo mi rostro como si fueran las semillas.

—¿Tienes maquillaje?

—Déjame ver si tengo.

Salió disparada hacia la habitación. Examine cada poro de mi rostro, estoy a un tacto de estallar. Además, no es la primera vez que me pasa. La primera fue hace tres años, cuando estaba en una feria y me pedí un batido de uva y lo confundieron con uno de arándanos, al siguiente día amanecí toda roja e hinchada. Fue un desastre, Félix se rió de mí por seis meses seguidos.

Lo bueno, me lo puedo curar rápido. Lo malo, no tengo el medicamento y tengo que estar así por... ¿tres días?

—Aquí está el maquillaje —sacude su mano con un mini bolsito.

—¡Gracias!

Agarro, cortésmente, el bolsito y lo abro. Revuelvo todo hasta encontrar la base y el corrector de ojeras. Dejo el bolso a un lado y empiezo a tapar las imperfecciones —osea todo—.

Diez intentos de tapar esos molestos intrusos, me cambié con la ropa cómoda que me había recomendado Connor —bueno, no me recomendó exactamente, me lo exigió directamente— y salimos con Alex.

Tuve que ponerme uno de mis buzos grandes, que tiene capucha bastante grande, para poder taparme gran parte de la cara. Y una chalina grande que tapa la mitad de mí cara.

—...según Noah, él nos llevará a ese tal lugar.

No había escuchado ni la mitad de lo que dijo antes, pero eso último si lo oí.

—¿Lili irá?

—Claro que sí, Noah es su hermano. Aunque no entiendo porque Noah irá, si no es de nuestro grupo.

Tire de los cordones de mi capucha, ocultando casi toda mí cara.

—Tal vez, él nos alcanzará y luego se irá... o todos los grupos estarán allí —giré mi cabeza hacia ella.

Su cara es tan bonita, su cuerpo completo también. Ojalá pudiera verme igual de linda estando distraída. Yo me distraigo y parezco una pasa de uvas, en cambio ella no, ella se ve tan tierna cuando lo está, y más cuando se sube sus gafas.

—Sí, pero ¿y si los líderes traman algo?

—Que se jodan esos estúpidos líderes.

—Aja, pero...

Besos Robados [#1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora