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Acomode mis gafas oscuras mientras que subía por el levador, lo que sucedió anoche fue una completa locura, los tres quedamos absolutamente borrachos y sin recuerdos de lo que sucedió anoche, por la mañana vi varios mensajes tanto de mi hermano, mis padres y Maximiliano, intente recordar lo que hicimos, pero todo se vuelve borroso y el dolor de cabeza no tardaba en surgir, así que no le di importancia y seguí con mi vida. También debía decir que iba tarde a mi reunión con Layla, aquella mujer me iba a matar apenas colocara un pie dentro dela oficina, ella odia tanto la impuntualidad que si yo no fuer la jefa me echaría a patadas.

- Tú sabes que soy la mejor colega que tienes y solo por eso me perdonaras. – hablo apenas abro la puerta de su oficina.

- Claro, escúdate con esa excusa. – dice con sarcasmo.

- Lo siento mucho, pero ayer cuando llegar Marcus, Amy y yo nos colocamos hablar hasta tarde.

- Y por lo que veo se emborracharon. – se cruza de brazos y enarca una ceja.

- Eso también. – me quito las gafas para que viera mis ojeras que estaban a nada de convertirse en una fosa petrolera de lo oscuras que se ven.

- Amber te necesito más comprometida con esto.

- Layla sabes que yo no he fallado en lo que llevo en la empresa. – hablo ya en un tono serio. – ¿Por qué no te tomas un descanso? Dos o tres días, no lo sé, en los Hampton y te relajas un poco, eres muy joven como para tener el humor de mi abuela.

- Sabes perfectamente que no puedo hacer eso, tenemos un proyecto que ya se está colocando en marcha, más que nunca tenemos que estar al pendiente.

- ¿crees que no lo sé? Y no solamente estoy lidiando con la construcción de las nuevas instalaciones, la sede de los ángeles está hecha una completa locura, tu solo reza para que nadie salga herido.

- ¿Qué sucede?

- Asbesto, eso nos sucede, Durante todo el fin de semana hicieron los respectivos trabajos para saber cómo se encuentra la sede a niveles estructurales, hoy recibo los resultados de cómo está todo.

- Eso es grabe, los trabajadores pueden demandarnos por enfermedades causadas por el asbesto.

- Créeme que eso es lo que más me preocupa, solo recemos porque todo salga bien. – dejo el bolso que tenía en la mano para colocarlo en una se las sillas en frente del escritorio de Layla y yo tomo asiento en otro. – ahora a lo que vine.

- Amber estamos a dos meses será el cumpleaños número 95 de la empresa y este año NY será la sede de celebración y no hemos pensado cual será la temática que trabajaremos.

- Había olvidado por completo la celebración. – rasco mi nuca. – tu llama Gustavo y yo a Aurora, necesitamos que ambos tomen nota de lo que hablaremos y además 4 cabezas piensan más que dos. – tomo mi teléfono dentro del bolso y marco el número de mi secretaria. – Hola Aurora, ven a la oficina de Layla por favor. – al recibir la aprobación de la mujer cuelgo.

En pocos segundos el toque en la puerta llama nuestra atención.

- Adelante. – dice Layla.

Gustavo y Aurora entran con sus respectivas Tablet en las manos dispuestos a tomar nota de lo que se hablara en la reunión.

- Tomen asiento. – les digo. Ambos hacen lo pedido. – hoy haremos una lluvia de idas para saber que temática trabajaremos para el cumpleaños de The univese Daly, no podemos repetir lo que se han hecho en las demás sedes del país.

Recuerdos de un viejo amor (2 libro de las gorditas tambien se enamoran)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora