Recuerdos de un viejo amor (2 libro de las gorditas tambien se enamoran)

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Incomodo no era la palabra que estaba buscando para definir esta situación y que fuimos pillados con las manos en la masa por toda la familia el único que faltaba era el abuelo, pero había fallecido hace 8 años, pero de seguro nos vio desde el cielo e hizo la misma cara de la abuela, ninguno sabía que decir ante la situación, solo se escuchaba el tintineo de los cubiertos cuando tocaban el plato y lo que más deseaba en aquel momento es que me surgiera algo para salir como alma que lleva el diablo de esta maravillosa cena

Cuando le cuente esto a Amy y a Marcus de seguro se morirán de risa, ellos dicen que tuve que haber roto un espejo cuando era una niña porque mi mala suerte es tan malditamente mala que situaciones tan simples se me volvieron un infierno, pero yo digo que fue que eche sal por mi hombro derecho porque estoy más salada que todo el mar que nos rodea.

- Y dígannos. – habla la madre de Maximiliano. - ¿Qué relación tienen ustedes dos?

- Tengo una pregunta mejor, ¿Por qué no me avisaron? Y ¿Cómo entraron? – Maximiliano deja sus cubiertos sobre el plato y mira a su familia.

- Maxim hoy es...

- No Katy. – la interrumpe. – saben que no me gusta.

- Cariño tu eres muy especial para nosotros. – dice su abuela afligida.

- Lo siento mucho abuela. – Maximiliano echa su asiento hacia atrás y huye del lugar dejándome sola con su familia. Sus miradas se posan sobre mi haciéndome sentir muy diminuta, dejo la servilleta de lado y también hago mi asiento hacia atrás, hago una mueca de sonrisa sigo por donde Maximiliano se fue.

Al girar por el pasillo un largo corredor me espera hasta llegar a un balcón donde Maximiliano se encontraba apoyado y con su cabeza gacha. Paso mi mano por su espalda al llegar, voltea a verme y vuelve a girarse, no digo nada entendiendo la referencia, no quería hablar, así que me dedico a mirar el hermoso panorama que tenía enfrente. Se podía ver mayor parte de los Ángeles iluminada, no muy lejos se podía ver los reflectores del teatro Grauman's Chinese, un punto bastante reconocido por todos y muy aclamado por los turistas para tomarse fotos en la ciudad de los famosos actores y cantantes.

Recuerdo que cuando era pequeña mi madre solía llevarnos a varias de sus entrevistas con famosos, conocimos a uno que otro actor y cantante y ahora que estoy en la empresa familiar me reconocen de enseguida como la hija de Grace y es muy grato para mí que me recuerden. Luego cuando fuimos creciendo dejamos de ir para centrarnos más en nuestros gustos y escuela, incluso socializar con los estiradillos de nuestra residencia.

- Lamento lo que sucedió. – habla Maximiliano, mi vista viaja a él.

- Fue muy vergonzoso, pero no te preocupes. – le sonrió.

- Cómo pudiste ver era mi familia y mi ex novia. – bufa enojado.

- ¿Ex novia? – enarco una ceja.

- ¿celosa? – sonríe coqueto y enarca una ceja con sensualidad.

- Para nada. – contesto con tranquilidad. Pero si hubo algo en mí que encendió las alarmas, no quiero otro problema con ex novias locas. – lo que si me pregunto si es tu Ex novia ¿Por qué esta con tu familia?

- Creo que aún no tenemos la suficiente confianza como para contártelo. – responde con seriedad.

- Ok. – respondo sin más. – creo que será mejor que me vaya a casa.

Comienzo a caminar por el largo pasillo, pero Maximiliano me detiene tomando mi mano.

- Espera un momento. – suspira con fuerza y peina todo su cabello hacia atrás. – sé que lo que dije sono muy duro, pero...