Capítulo 17 - Al destino le gusta jugar.

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– Nos quedamos levantados hasta tarde, y dibujamos líneas para cada constelación. Vivimos con todas nuestras penas atadas a años y separación. Estos son los días de amor y vida, estas son nuestras expectativas. Nos quedamos levantados hasta tarde, para vivir esta noche nuestro destino. –

-Ah…

Louis no sabía que era más excitante. Estar dentro de Harry o tener a Harry dentro de él. En definitiva esa era una pregunta que no se concentraba mucho en contestar en ese momento. El rizado lo miraba con ojos grandes y verdes. Tenía calor, mucho calor y la mirada de Harry sobre el no ayudaba mucho a refrescarlo.

El menor tenía la respiración acelerada. Louis enredo sus piernas alrededor de la cintura del rizado, dándole una señal de aprobación para que comenzara a moverse. Louis ayudaba a Harry de la manera más delicada y literal de la palabra. Iban lento, muy lento y no dejaban de mirarse.

Louis dejó de ver el verde en los ojos de Harry. Y Harry dejo de ver el azul en los ojos de Louis. De repente era como si pudieran meterse en la mente del otro, recorrer cada articulación, cada musculo y llegar hasta el corazón del otro, penetrando sus almas en un acto de unión único, hermoso e inimaginablemente maravilloso imposible de describir con palabras.

Eran uno en ese momento y como uno solo, ambos llegaron a la cima. Vieron estrellas inexistentes frente a sus ojos, causadas por las reacciones nerviosas de los espasmos después del orgasmo. Sintieron el cuerpo débil, cansado y sudoroso.

Harry se dejó caer sobre Louis, exhausto, después de salir lentamente de él. El mayor lo rodeo protectoramente, acurrucándolo contra su pecho, acobijándolo con los edredones y protegiéndolo con su cuerpo. Ahora Harry le pertenecía y él le pertenecía a Harry.

Y así, siendo dos y uno al mismo tiempo, la noche cayó sobre ellos.

Ya era la tercera vez que Niall negaba y eso estaba por volver loco a Zayn. Evitó un grito de exasperación cuando el rubio negó con la cabeza por cuarta vez.

-¡Dios mío, Horan! Debe haber algo de mi armario que puedas vestir.

El menor soltó una risita volviendo a negar con la cabeza.  Mordió su labio inferior y recargo la barbilla sobre sus rodillas pegadas al pecho. Zayn lo miró un rato con los ojos entrecerrados, solo provocando una risa ahogada en Niall.

Sonrió satisfecho y se acercó lentamente hasta su cama. Se detuvo justo enfrente de Niall y le hizo extender las piernas. Antes de que el menor pudiera hacer o pensar en algo más, Zayn se colocó encima de él, pero aguantando la mitad de su peso sobre sus brazos. Su rostro quedo a milímetros del de Niall y lo miró, como queriendo ver su alma a través de sus iris azules.

-Te aventaré por la ventana si no decides un maldito conjunto de una vez – amenazó.

Niall soltó algo parecido a una carcajada. Zayn sonrió y lo besó, extendiendo la unión de sus labios más de lo planeado. Niall acarició su nuca, el nacimiento de su cabello y sus mejillas. Para Zayn era curioso que las manos de Niall no pudieran estar quietas nunca. No se habían besado muchas veces, pero si las suficientes como para notar ese detalle.

Sentía que lo que había planeado con Louis en el campo de futbol no era demasiado. Al menos para él, era muy poco. Sentía que Niall era demasiado cerrado como para dejarse querer por algo tan sencillo como eso. Se replanteaba diciéndose que lo que habían hecho era grande en verdad, pero no sentía que fuese suficiente.

Se separó de Niall y unió sus frentes. Sonrió sin abrir los ojos, solo sintiendo la respiración del menor sobre sus labios.

-Ahora, tal vez la camiseta azul sobre la camisa blanca con los jeans – dijo con flojera.

Anorexia (Larry Stylinson)Where stories live. Discover now