Si solamente miramos hacia arriba, no habría manera de saber quién está por debajo. Quien esta hacia los lados. No hay manera de predecir que ocurrirá al siguiente día o al siguiente minuto. Y no podemos afirmar que el año que viene será mejor o menos doloroso. No hay manera alguna que podamos detener las emociones humanas, sin destruirnos a nosotros mismos.
Tantas cosas en las que pensar, y tantas por venir todavía. La vida y la muerte son tan comunes, que terminan siendo sobrevaloradas. Y la vida tiene que seguir después de todo, pero, la muerte también lo hará, ¿no es así?
Mira hacia arriba cariño, voltea a ver las estrellas, y convéncete de que brillan una noche más por ti. Mírate al espejo y grítale al mundo que podrás contra todas las dificultades, incluso si piensas que la más grande dificultad, se encuentra justo frente a ti, en el reflejo de aquel pedazo de cristal.
Ayer leí una imagen que decía, que ser una fan era algo doloroso, por el simple hecho de que, cuando uno se siente mal, puede acudir a la música o al apoyo incondicional de alguno de sus ídolos, pero, cuando ellos necesitan aliviar su propio dolor, no podemos hacer nada al respecto. Es frustrante no poder atravesar todos los kilómetros de distancia, abrazarlos y arrancarles el dolor del alma. Pero, me doy cuenta que, no importaría estar cerca de ellos, porque, a pesar de todo, es imposible quitarle el dolor a alguien.
Es parte de la vida después de todo. Vivimos y morimos. Reímos y lloramos. Gritamos y callamos. Las miles de maneras que tenemos para expresar cada uno de nuestros sentimientos. Pataleamos, corremos, lloramos, nos arrancamos el cabello y nos quedamos sin garganta por los sollozos, o simplemente, callamos.
Y después de razonarlo por un rato, por muchos años más bien, me di cuenta que esconder lo que siento era la mayor estupidez que cometí. Porque la vida se basa en emociones. Todo lo que somos, son recuerdos, porque es lo único de lo que realmente somos dueños. Porque no puede llegar alguien y arrancarlos. Y porque es lo único que nos llevamos cuando morimos. Nuestro dolor, agonía, felicidad y recuerdos.
El pasado y las emociones son lo único que realmente nos pertenece, y absolutamente todo lo que somos.
En esta carta, quiero expresar mi profunda pena por la trágica muerte de Jay. Porque sabemos que no podemos detener la muerte. Yo lo sé. Pero es horrible pensar que murió con dolor. Porque la enfermedad que ella padecía no era una tranquila y silenciosa. Fue una que ni siquiera les dio tiempo a responder. Casi parecía que ni siquiera les había dado tiempo de despedirse. Y es doloroso y triste pensar que ella partió con dolor. Alrededor de sus seres queridos, pero con dolor.
Dios, sabemos que moriremos, pero lo que más deseamos es que partamos sin dolor, y se me empañan los ojos de tan solo considerar que ella sufrió. Solo espero que antes de irse, ella haya pensado en lo más hermoso que ocurrió en su vida. Porque tuvo una buena vida. No una fácil. Cualquiera puede desear una vida fácil, pero lo fácil es inútil. No sirve. No te estimula, ni te da cosas que valgan la pena.
Así que Jay tuvo una vida difícil, pero una muy feliz. Una que valió la pena. Nos dio a nuestro Louis. Nos dio a nuestro rey del bardo, pero más que nada y lo más importante, nos brindó apoyo, amor y le entrego al mundo su hermosa familia. Una que sé, hará de este mundo un lugar al menos un poco más brillante.
Y, aunque se lo pequeña que es la posibilidad de que la familia Tomlinson llegue a leer esto, quiere decirles que, está bien derrumbarse. Está bien que pateen, que se dejen caer y que el dolor perfore por cada poro de su alma. Que el peso de la pena los derrumbe por un rato. Porque la vida es para sentirla. Ese dolor se verá recompensado, pero obviamente no ahora. Que es cierto que hay que aferrarse, y nunca rendirse, pero también debemos dejar que todo fluya. De eso se trata la vida:
De resistir, pero de dejar ir.
Dios ha ganado un ángel familia Tomlinson, un hermoso ángel que creo a costo de su dolor y sufrimiento. Pero no tengan miedo, ni le tengan rencor, porque ahora Él les ha dado un guardián eterno. Y en lo eterno no hay cambio.
Sé que son fuertes. Que superaran esta prueba. Ya lo han demostrado, en más de mil maneras.
Pero, desafortunadamente, como una fan, no tengo miles de maneras de demostrarles cuanto lamento su perdida. Tampoco tengo mil maneras de arrancarles el dolor. Ni tampoco manera alguna para traer a su madre devuelta. Así que, mediante estas palabras, quiero expresar mi pesar y por supuesto ofrecer mi pésame por su terrible perdida.
Jay estará siempre en nuestros corazones. Siempre será una de nosotros, y mientras la recordemos, con esa gran sonrisa y bella alma, ella nunca morirá en realidad. Su recuerdo es tan presente que me es imposible asimilar el hecho de que ya no este. Porque su esencia sigue aquí, tan viva. Recordémosla como eso. Una gran madre y una gran mujer y por supuesto, una de nosotras.
Una directioner y una gran persona que no podrá volver a ver la luz del día mañana, pero Dios, apuesto a que brilla más que cualquier maldita estrella en el cielo.
Descansa en paz Jay.
Atentamente
Astrid Villalobos, una fan más.
All the Love A.V
(Si les ha agradado el escrito, agradecería que fueran a mi pagina principal y votaran por la historia allí. Con el mismo nombre, Hold on, but let go)
YOU ARE READING
Anorexia (Larry Stylinson)
Storie d'amoreEs difícil para quien no lo vive y no lo ve, comprender a los espejismos. Creditos de portada a: str4wberrymilk