- Me derrumbo, el miedo se posiciona en mí. El frio viene recorriendo mi piel, buscando la manera de llegar a ti, a través de la tormenta. Ve, abandona tu casa. No estás solo –
Narra Harry.
Se sentía muy bien estar así, nunca había sentido mis parpados tan pesados como cuando trate de abrirlos a una hora desconocida para mí, sentía los parpados aferrados entre sí, obligándose a mantenerse unidos para no liberar mis ojos, los cuales se sentían muy cansados, pero ya no podía volver a dormir, tenía que despertar de una vez.
Y así lo hice, me lleve ambas manos a los ojos y comencé a tallarlos fuerte, casi al punto de llegar a lastimarme, pero me desesperaba el hecho de no poder abrirlos, un bostezo casi desgarrador se escapó de mi garganta y cuando tenía pensado sentarme note que tenía un peso muerto en mi pecho. Fruncí el ceño y al fin me digne a abrir mis ojos de una vez por todas, cuando lo hice la luz de aquella habitación casi me ciega, obligándome a cerrar los ojos una vez más, después parpadee y al fin me pude ajustar a aquella luz incandescente.
Lo que note enseguida era que esa no era mi habitación y tenía en mi pecho una extraña sensación, se sentía como si nada fuese a ser como antes.
Después voltee a mi izquierda observando al castaño el cual también se había quedado dormido a mi lado, fruncí el ceño aún más, hasta que recordé que me encontraba en el hospital, voltee hacia la derecha y hallé algo que me sorprendió bastante.
Zayn y ¿Liam? se encontraban en el suelo, ambos dormidos, Zayn estaba acostado de lado, dándole la espalda a Liam y este se encontraba acostado boca arriba, con los brazos cruzados sobre el pecho, de seguro por el fresco, ya que se encontraban en el suelo, a excepción de una sábana blanca que estaba sobre este. Después mire hacia el sillón, en donde estaba Niall y sobre su pecho Angie, y esa imagen me enterneció por completo.
Ellos dos son los que consideraba acompañantes, no los consideraba amigos míos en realidad, pues yo no creía en cosas como el amor o la amistad, pues mis padres me enseñaron eso. Si nos tuvieron a mí y a mi hermana y nosotros dos no éramos la suficiente razón para ser felices juntos, entonces es bastante difícil creer en eso. Creer que el verdadero amor existe.
Pero ahí estaban, Angie y Niall, incómodamente acurrucados en ese sofá, mientras sus padres creerán que se encuentran haciendo tarea o algo por el estilo, cansados hasta las greñas por un día tan atareado como este, pero ahí estaban, preocupados, pero tranquilos para mi tranquilidad, pues recuerdo como entro Niall a la habitación cuando le permitieron verme, se veía el alivio hasta en los ojos de un ciego, y lágrimas de felicidad cayeron por mi cara, mientras una pequeña, pero sincera sonrisa se dibujaba en mi rostro.
Me sentí realmente querido por primera vez.
El ambiente ya no era frío como el que siempre sentía, el clima era fresco sí, pero no se sentía incómodo o triste como antes, ahora hasta era agradable. Suspire sintiéndome por primera vez encendido, con ganas de levantarme de la cama por primera vez en años, ya no me sentía tan cansado y podía suponer que era porque también era la primera vez que lograba dormir bien desde hace tanto tiempo.
Voltee de nuevo hacia mi lado derecho y encontré a Liam con los ojos abiertos, mirando el techo, en la misma posición de antes, pero no tenía el ceño fruncido y esa expresión de odio o superioridad, ahora simplemente se veía tranquilo, con cara de pensamiento. Tenía la expresión extremadamente suavizada. Volteo y se topó con mi mirada, frunció el ceño y se aclaró la garganta, después se sentó en el suelo y dejo salir un suspiro.
No sabía que decir, y el tampoco, nos quedamos en silencio, él se recargo en la pared que tenía atrás y se volvió a aclarar la garganta.
-Hola – susurre, tratando de hacer algo.
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Anorexia (Larry Stylinson)
RomanceEs difícil para quien no lo vive y no lo ve, comprender a los espejismos. Creditos de portada a: str4wberrymilk