Capítulo 1 - Espejismos.

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-Arrastrándose en mi piel. Estas heridas no sanaran. Por el miedo me derrumbo. Confundiendo lo que es real. Hay algo dentro de mí que me tira bajo la superficie. Consumiendo. Confundiendo -

Se puede escuchar una melodía suave, seguida después por una voz raposa sobrehumana, aquella que solo ciertas personas poseen. El sonido taladra los oídos de cualquier persona sensible, de gente inútil que cree en las letras románticas, que fueron escritas por hombres que tienen a una nueva en su cama cada noche. Estiro mi brazo para alcanzar mi celular y apago la alarma que suena con la canción Numb - Linkin Park. Me levanto lentamente y camino hasta mi estéreo, conecto mi celular con la lista de reproducción que contiene cada canción escrita por Thirty Seconds to Mars.

Me paró frente al espejo de cuerpo completo que se encuentra en mi habitación y veo la figura que refleja. Unos brazos gordos, llenos de gorditos, estos dan paso a un corto cuello, una cara casi deforme por mis mejillas hinchadas, veo mis ojos jade, mirando cada detalle de mi horrible cuerpo. Bajo la mirada a mi estómago, redondo e hinchado, casi puedo agarrar la grasa entre mis manos, pero no me atrevo, soy muy cobarde. Mis piernas abultadas, redondas, incluso hasta se ven más cortas por su relleno. Volteo mi cuerpo para verlo de perfil y no puedo resistir más, aprieto los ojos, casi hasta el punto de querer pasarlos de mis orbitas, hasta el fondo de mi cabeza.

Algunas veces desearía que así fuera.

Camino hacia mi baño personal, tomo una ducha rápida. Salgo y visto con jeans negros, una camisa de Tokio Hotel, mis vans negros desgastados y un montón de baratijas en los brazos, por último coloco en mi cuello mi vieja cruz y salgo de mi habitación con mi mochila cruzada. Camino hacia las escaleras, las bajo y encuentro a mi madre y hermana en la cocina. Gemma come un tazón de cereal, mientras mi madre prepara unos emparedados.

-Buenos días, Harry - saluda sin mirarme. Es como si sintiera mi presencia.

-Buenos días - respondí.

Mi hermana hizo un gesto con la mano, masticando sus cereales, le correspondí. Tome el lonche que mi mama dejo sobre la barra, le dije un beso en la mejilla para tranquilizar su mirada alarmada al ver que me iba sin almorzar.

-Harry, cariño. Desayuna algo - me pidió tranquilamente, aunque su mirada escandalizada era más que obvia.

-No tengo hambre - respondí seco, justo cuando oí que alguien ha tocado el timbre - Nos vemos.

Camine hacia la puerta de entrada y frente a mí me encontré con el que puedo considerar mi mejor amigo, aunque para ser realista es el único amigo que tengo. Si así se le puede llamar a dos sujetos que solo se aguantan entre sí, porque no son como los demás, no hablamos por hablar como el resto de la gente patética.

Nos observamos el uno al otro. El miraba mis ojos verdes, y yo sus ojos azules, el mi cabello rizado castaño y yo su cabello castaño teñido de rubio en las puntas. Traía puesto unos jeans negros como los míos, una camisa negra llena de escritos en rojo y gris incomprensibles. Se complementaba al igual que yo, con pulsera y cinturón llenos de tachuelas y pequeñas cadenas. Me posicione a su lado, a la vez que él se daba la vuelta y comenzábamos a caminar hacia la parada del autobús.

Caminamos con un silencio perturbador para cualquiera y extrañamente reconfortante para nosotros, visualizamos la parada del autobús y a la misma chica con cabello exageradamente largo, casi por debajo de la cintura, era en su totalidad negro con las puntas teñidas de rosa y su ojo derecho cubierto con el cabello. Vestía un pantalón negro en exceso ajustado, con una blusa de botones blanca y por debajo una blusa rosa larga. Al vernos, ella volteo, espero que llegáramos a su lado y comenzó a caminar junto a nosotros, a nuestro ritmo. Así empezó nuestra "amistad" con ella. Simplemente se acercó, en completo silencio y después de un par de días menciono su nombre, y nosotros el nuestro. Así de simple son las cosas para nosotros.

Anorexia (Larry Stylinson)Where stories live. Discover now