Capítulo 2 - Grietas.

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Una pequeña nota: En el capítulo pasado, Liam es el capitán de futbol americano, fue un error mío, sorry:/, jajaja pero para aclarar, es el capitán del equipo de boxeo, ya editare el capítulo, bueno pueden leer ahora sí. Muaa!

    -  Llévame al final de la lucha, lava el veneno de mi piel, muéstrame como estar sano otra vez. Caliéntame en el ardor de principiante, y suéltame para caer en el sueño. Porque solo soy una grieta, en este castillo de cristal –


Trataba, lo intentaba con todo mí ser hacerlo, pero no me encontraba de humor para dejar mi suave cama, estaba tan cansado que quería quedarme ahí todo el día, toda la vida en ella, pero por desgracia hay que levantarse. Al menos esperaría otros cinco minutos, si es buena idea.

Buena idea Tomlinson, buena idea.

-¡WILLIAM!

O tal vez no muy buena.

-¡WILLIAM TOMLINSON, LEVÁNTATE! – mi madre estaba histérica a este punto.

-¡YA VOY!

Quite las sabanas agresivamente fuera de mi cuerpo, y para ser más realistas, terminaron incluso fuera de mi cama. Fue difícil abrir los ojos, juraba que apenas los había podido cerrar hace menos de una hora. Entre a mi baño personal y tome una ducha rápida, vestí con unos jeans medio flojos y una camisa sencilla color azul, me puse un gorro color ceniza y mis tenis favoritos. Tuve que alistar los libros de la escuela antes de bajar a desayunar, pues estuve todo el santo día de ayer estudiando para la prueba de mañana. No es mi culpa ser un asco en Ingles.

Cuando baje encontré a mis hermanas, Lottie y Felicite desayunando, las gemelas estaban en la sala viendo televisión. De seguro tuvieron pesadillas otra vez y no pudieron dormir.

-Hola – pregunte bostezando.

-Hola – dijeron mis hermanas al unísono.

-¿A qué horas te acostaste, William? – pregunto mi madre con un tono cansado.

-A las doce – mentí, sentándome en una silla para desayunar.

-Debes acostarte más temprano – me ordeno.

-Lo haré – mentí otra vez.

En el desayuno mi madre siempre nos preguntaba acerca de lo que haríamos en la escuela, cuando tenía partido de futbol, los entrenamientos, exámenes, proyectos, tareas, etc... Siempre es así, trata de que el silencio se extinga por completo, pues nunca trae consigo buenos recuerdos, para nuestra desgracia.

Termine de desayunar antes que nadie, me levante, prepare mi almuerzo para más tarde en la escuela, y  me fui dando un beso a cada mujer de mi casa.

-Nos vemos princesas – dije dándole un beso ruidoso en la mejilla a Daisy que la hizo reír ligeramente, le di otro Phoebe y me fui.

Baje los escalones del porche y me senté en la banca que está en el jardín de mi casa, me puse mis audífonos y dirigí mi vista hacia la calle. Cinco minutos después llegó mi amigo Michael con su auto, él vive a dos calles de mi casa y pasa por mí para llevarme a la escuela.

-¿Qué tal, Louis? – me pregunto cuando subí a su auto.

-Hola, Mike – le dije.

Avanzamos hacia la escuela y en una de las últimas paradas que el autobús suele recorrer, vi a un grupo de dos chicos y una mujer. Vestían de negro y simplemente caminaban en un silencio infernal. En realidad no entiendo a esa gente, en vez de arreglar sus problemas, se quedan callados sufriendo en silencio, no aceptan la compañía de alguien diferente y son unos amargados. Tienen que relajarse esos tipos.

Anorexia (Larry Stylinson)Where stories live. Discover now