Anorexia (Larry Stylinson)

Capítulo 9 - Quedate.

-       -   La tensión está construyéndose adentro constantemente. Todos se sienten tan lejos de mí. Duros pensamientos forzándoles sus caminos fuera de mí. Todo el cansado tiempo en medio. Toma todo desde el interior y lánzalo lejos –

Dos semanas después.

Narra Niall.

Me encontraba acostado boca arriba en mi cama, mirando hacia el techo, es lo que usualmente hago, pero esta vez algo había cambiado. Normalmente oigo música tan fuerte y tan rápida que esta no me permite escuchar mis propios pensamientos, pero ahora quería pensar.

Estaba considerando muy enserio mi futuro, que sería de mí. No soy bueno para ninguna deporte, o alguna materia, no soy inteligente, ni ágil y mucho menos platicador. Nunca he encontrado algo en mí que en realidad me agrade. También soy un cobarde y muy débil. Cualquiera podría destruirme en cuanto quisiera y lo peor de todo es que yo no me opondría. No me interesa ganar, ni perder, solo soy una persona más en este planeta, pero a diferencia de la mayoría de las personas, yo no planeo que va a ser de mí.

Antes de que Zayn se acercara a mí, preferiría sentirme perdido, hasta que mi depresión consumiera todo rastro de vida en mí y me matara de hambre o solo de tristeza. Pero Zayn me confunde. Es como si ahora estuviera considerando salir adelante, sin embargo, sigo sin ver una buena razón para convencerme de hacerlo y es desesperante. No sé qué hacer con él.

No sé si sentirme feliz porque este o triste porque se va. Y es que en realidad quiero sentir algo, lo que sea, pero algo un poco más vivo que lo que siento todo el tiempo. Quiero acercarme a él, pero no sé cómo, y después de todo no soy tan estúpido. Quiero conservar mi dignidad por un rato más, así que tampoco sería capaz de darle todo lo que sus putitas le hacen.

Yo no soy así.

No sé muy bien en lo que soy bueno, pero no me convertiré en un desesperado o en un cualquiera. Solo quiero en mi realidad algo que esté vivo en verdad y eso no significa que sacrificare lo poco que me queda. Seguiré siendo una persona cuidadosa y callada, porque así soy y nadie me puede cambiar, no puedo cambiar, así de simple.

Estaba a punto de quedarme dormido de no haber sido por un extraño sonido en mi habitación. Fruncí el ceño y me recargue con ambos codos en la cama. Todo parecía normal, volví a escuchar el mismo ruido, pero ahora un poco más fuerte. Y otro, esta vez lo visualice como algo golpeando la ventana. Me levanté y me dirigí a esta.

Me recargue con ambas manos en el marco de la ventana y observe, no había nada, solo un cielo bastante obscuro para tratarse de las tres de la tarde, de repente algo golpeo la ventana y me hizo dar un salto hacia atrás. La abrí rápidamente, observe para abajo.

-¡Hola! – dijo Zayn desde el suelo, lo observe desde la ventana del segundo piso de mi casa, movía sus brazos de un lado a otro. Negué con la cabeza y una expresión neutra. Cuando su mirada alcanzó mis ojos se detuvo y siguió sonriendo, hizo un par de señas que no entendí, haciéndome fruncir el ceño todavía más.

Después pude interpretarlas, pues empezó a subir por la enredadera que está a un metro sobre el suelo y llega hasta mi ventana. Lo observe subir y cuando llegó a la altura de mi habitación di un par de pasos atrás para dejarlo entrar, él lo hizo y dejo salir un suspiro de entre alivio y cansancio.

-Vaya – respiro hondo otra vez –. Pensé que jamás abrirías la ventana – me señalo con el dedo índice, y se me quedo viendo en silencio por unos segundos –. Quita esa cara, casi muero subiendo hasta acá.