Sábado
Dolor de cabeza. Sed. Calor. Incomodidad.
Eso fue lo que sintió Marley de golpe cuando se despertó. Bostezó y se incorporó en su cama, recordando la noche anterior.
Había sido la fiesta de Grace y había bebido mucho. Recordaba a Andie. También recordaba a Cora borracha y a Aaron llevándola de un lado a otro. Recordaba a Miller y una habitación a oscuras y...
Mierda.
¿Con qué intención estaban allí dentro?
También recordó cansancio. Mucho cansancio. Y un coche. Recordó mirar a su lado izquierdo y ver a Jules.
Genial, Jules la había llevado a casa, ahora lo recordaba, y no solo eso, la había ayudado a llegar a su habitación y a meterse en la cama. Estaba tan borracha que no podía ni andar y él la tuvo que llevar en brazos.
Se levantó y se echó agua en la cara antes de bajar a la cocina a desayunar. Cada paso que daba hacía que le diera una punzada en la cabeza.
—Buenos días, bella durmiente —la saludó su hermano desde el sofá—. ¿Cómo va esa resaca? Aaron me dijo que Andie te había traído a casa.
Marley agradeció mentalmente que eso fuera lo que Derek creía, no le apetecía tener que explicarle lo de Jules.
—Estaré mejor cuando coma algo. Espero.
Derek volvió a reír.
—Esta noche vienen los chicos a dormir.
—¿Y dónde van a dormir? No hay hueco para todos.
—Siempre nos las apañamos entre el sofá y un par de colchones hinchables que tenemos guardados por ahí. Si quieres puedes invitar a alguien también.
—Ahora que lo dices, podría invitar a Andie y Cora.
—Suena bien —le dijo este—. En tu habitación cabéis las tres.
—¿También viene Jules? —preguntó disimuladamente—. Como estaba castigado...
—Sí, también viene. Estaba castigado sin ir a la fiesta, pero planes normales como estos los tiene permitidos, al menos de momento.
Marley asintió mientras tomaba los cereales que se había preparado. Por mucho que odiara la idea, debía agradecerle al chico haberse portado tan bien con ella. Otro en su lugar podría haberla dejado tirada; no estaba obligado a ayudarla, pero aún así lo hizo.
Después de desayunar, Marley subió a su habitación con la intención de dormir un rato más, pero antes habló con Andie para agradecerle su ayuda la noche anterior y contarle el plan de por la noche.
Andie nunca se había quedado a dormir en casa de ninguna amiga. Cuando se lo dijo a sus padres, no pudieron evitar sentirse felices por ella, sabían que su hija no salía demasiado con amigos.
Marley aprovechó para invitar también a Cora, pero no le dio tiempo de comprobar si esta le contestaba porque se quedó profundamente dormida. Cuando se despertó y vio la hora, se dio cuenta de que se había perdido la hora del almuerzo, y estaba tan cansada que le daba igual, ni siquiera tenía hambre.
Escuchó algo de revuelo en el salón y se puso un cojín en la cara. Parecía que los amigos de Derek ya habían llegado. Genial, lo que necesitaba para su dolor de cabeza.
Optó por darse una ducha relajante y enjabonó con detenimiento su pelo, dándose leves masajes para ver si su jaqueca cesaba. Se vistió con un pantalón corto y una sudadera bastante grande y bajó al salón a esperar a que llegara Andie; Cora aún ni le había contestado.
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DALLAS
RomanceMarley y Derek Dallas. Dos hermanos que, tras el divorcio de sus padres, tienen vidas totalmente opuestas. Marley se quedó con su padre en Miami, Florida, de donde era esta familia originariamente, mientras que Derek se marchó a Boston, Massachusett...