Capítulo 23: Expulsión

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Miércoles

—¿No puedes andar haciendo menos ruido? —se quejó Finn.

—¿Qué le hago? Mis zapatos son nuevos —respondió Miller.

—Nos van a pillar por tu culpa —añadió Logan.

—Silencio. —La voz de Jules calló a sus amigos—. Tenemos 5 minutos para hacer esto. Si os ponéis a discutir, no nos da tiempo.

Estos asintieron y volvieron a concentrarse en el pasillo en el que se encontraban.

—Repasemos el plan —propuso Derek—. Josh vigila. Si ve a algún profesor aparecer, le preguntará alguna duda sobre las asignaturas. Josh es el más creíble para hacer eso —continuó haciendo que sus amigos asintieran, conformes—. Aaron, Finn y Miller cuelgan el cartel en la fachada del instituto; Jules, Logan y yo entramos al despacho del director y ponemos en marcha los altavoces.

Todos asintieron y se miraron entre ellos antes de que cada uno tomara un rumbo diferente para cumplir su parte del plan.

—Suerte —les deseó Logan—. Ya sabéis. Si pillan a uno...

—Nos pillan a todos —continuó el resto a coro.

Se chocaron los puños y se dieron prisa para completar el plan. Josh se quedó por los pasillos con el móvil en la mano por si acaso la cosa se complicaba, poder avisar a sus amigos a tiempo.

Marley, Andie y Cora no paraban de mirar la hora en sus teléfonos deseando que todo saliera bien. Los chicos tenían que aparecer por la clase lo antes posible para evitar levantar sospechas.

La idea era que por el micrófono que había en el despacho del director, los chicos narraran todo lo que habían encontrado sobre Grace, pero eso sería ir directos a detención, ya que si son los únicos alumnos que faltan en la clase y, misteriosamente, algo así pasa, ya tendrían a quién culpar. Es por ello que a Logan se le ocurrió la idea de dejar todo lo que querían decir grabado. Con un programa, pudieron modificar la voz y colocar un temporizador para que la grabación sonara una vez que ellos estuvieran en clase.

Mientras tanto, Aaron, Finn y Miller iban a colgar un cartel a la entrada del instituto que decía lo siguiente:

 Expulsión para Grace Woods. El Lincoln High no es espacio para acosadores.

Las chicas suspiraron tranquilas al ver a los siete amigos aparecer por el aula. La clase estaba a punto de comenzar y llegaban justo a tiempo. 

—¿Todo bien? —le susurró Cora con una mueca de preocupación a Aaron. Este besó la frente de la chica y pasó un brazo por sus hombros.

—Todo perfecto.

Jules se moría de ganas por ir a abrazar a Marley, pero no podía teniendo allí a todos sus amigos, así que le sonrió para que se tranquilizara. El día anterior se había puesto hecho una furia cuando oyó que esta aceptaría una cita con Brad, pero gracias a la conversación que tuvieron por la tarde, arreglaron las cosas. Le fue muy difícil permanecer enfadado cuando vio a la chica aparecer por su casa simplemente para que no estuviera enfadado con ella. Era cierto que odiaba a Brad; lo odiaba con todas sus fuerzas, pero ahora sabía que Marley quería quedar con él para terminar las cosas. Aunque no le cayera bien ese chico, eso decía mucho de Marley y de lo buena persona que era.

—Sentaos, chicos, vamos a comenzar la clase —anunciaba el profesor de Matemáticas—. Abrid los libros.

Los alumnos pronto comenzaron a obedecer.

—Saca el libro —le susurró Andie a Marley, que se había quedado pensativa y no movía ni un músculo.

—Sí, sí, perdón.

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