Viernes
Que esa misma tarde había partido de baloncesto en el instituto era algo que se notaba a leguas. Los estudiantes estaban más revoltosos que de normal, los jugadores no se concentraban en las clases y los profesores estaban hartos de todos ellos.
No era un partido normal, era contra el equipo rival de toda la vida de los Red Devils, el equipo del instituto, y eso hacía que el ansia de los estudiantes estuviera multiplicado por mil. Sabían que, si perdían, tendrían que soportar a los jugadores del equipo contrario presumir durante toda la temporada, algo que los del Lincoln High no iban a consentir.
—¿Estás nervioso? —le preguntó Marley a Miller cuando estaban todos reunidos en la puerta de su aula esperando a comenzar la primera hora de clases.
—No mucho —sonrió—, pero tengo ganas de que llegue ya la hora.
—Vas a machacarlos —lo animó Logan.
—Espero que nos dediques algún punto —bromeó Cora.
—Eso está hecho, rubita.
Desde la lejanía, vieron al profesor con el que estaban a punto de tener clase, así que comenzaron a entrar al aula antes de que este se les adelantara. Finn, sin embargo, agarró levemente a Marley del brazo para hablar con ella un momento antes de entrar.
—Quería decirte que lo siento mucho por lo que te ha pasado con Mike. Llevo dándole vueltas desde que Jules lo contó ayer. ¿Estás mejor?
Marley le sonrió. Finn era un encanto.
—Sí. Y eso es gracias a vosotros. Me animasteis mucho ayer.
—Me alegro —sonrió este—. Espero que sepas que cualquier cosa que necesites puedes pedírmela, estaré encantado de ayudarte.
—Gracias, Finn, eres un gran amigo.
Finn le sonrió. Ya se estaba haciendo a la idea de que nada jamás pasaría entre ellos, así que al menos se alegraba de que Marley lo considerara un buen amigo.
Los profesores intentaban acostumbrarse al revuelo que había en el instituto, pero era difícil poder dar una clase así con todos tan nerviosos por el partido de por la tarde. Por mucho que los alumnos no fueran jugadores ni animadores del equipo, estaban igual de nerviosos; alcanzar la victoria en ese partido sería un gran avance en la temporada.
Cuando fueron a la cafetería a almorzar, Miller les explicaba las tácticas del equipo rival y las jugadas que habían estado practicando en los entrenamientos para hacerse con el balón.
—Parece difícil —pensó Andie en voz alta, volviéndose a ruborizar al darse cuenta de que todos la habían oído.
Miller rió.
—Lo es, preciosa, pero no te preocupes, lo tengo controlado —contestó este haciendo que Derek sonriera divertido al ver que le hablaba a la chica con total confianza. Ya les había contado a sus amigos cómo se sentía Andie y entre todos intentaban integrarla más.
Al terminar el almuerzo y decidir que ya iba siendo hora de volver a clase, Marley avisó a sus amigos de que iba al baño un momento antes de que finalizara la hora del descanso, por tanto se despegó del grupo por unos minutos.
Cuando salió de una de las puertas de los baños y se acercó al lavabo a lavarse las manos antes de regresar al aula, vio a través del espejo un rostro que le resultó familiar. Parecía aquella rubia de último curso que había visto un par de veces besándose con Jules.
No se conocían, así que Marley optó por lavarse las manos en silencio y marcharse de allí, pero aquella chica tenía algo que decirle.
—Dallas, ¿verdad? Marley Dallas, la hermana de Derek —le decía esta caminando hacia ella.
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DALLAS
RomanceMarley y Derek Dallas. Dos hermanos que, tras el divorcio de sus padres, tienen vidas totalmente opuestas. Marley se quedó con su padre en Miami, Florida, de donde era esta familia originariamente, mientras que Derek se marchó a Boston, Massachusett...